Un descendido Levante sentencia al Alavés a Segunda
Los vitorianos caen en un Ciutat de València que celebra un triunfo inútil. Cádiz, Mallorca y Granada pelearán por salvarse en la última jornada
Las lágrimas de Abdón Prats, un futbolista de la casa, el jugador que metió al Mallorca en Primera División, el hombre que puede alargar su presencia en la máxima categoría, resumen la angustia de una jornada con más lamentos que alegrías, porque en la zona baja de la clasificación, la congoja se instala en cada jugador, en cada aficionado de los equipos implicados, el día en que cayó el Alavés al pozo.
En el Ciutat de València, el equipo vitorian...
Las lágrimas de Abdón Prats, un futbolista de la casa, el jugador que metió al Mallorca en Primera División, el hombre que puede alargar su presencia en la máxima categoría, resumen la angustia de una jornada con más lamentos que alegrías, porque en la zona baja de la clasificación, la congoja se instala en cada jugador, en cada aficionado de los equipos implicados, el día en que cayó el Alavés al pozo.
En el Ciutat de València, el equipo vitoriano solo pudo hacerle un gol al juvenil Primo, guardameta circunstancial del Levante ante las bajas de Aitor Fernández y Dani Cárdenas y la imposibilidad de que actuara el portero del filial. Marcó Joselu y dio esperanzas a unos cientos de vitorianos que viajaron a Valencia, pero el Levante no quería dejar un mal sabor de boca a su afición y le dio la vuelta al partido (2-1).
En la segunda parte, Duarte y Roger voltearon el marcador y cuando los alaveses lloraban el descenso, Morales les dio la puntilla. Después de siete temporadas, el Alavés regresa a Segunda. La próxima temporada, este mismo partido se jugará en el purgatorio.
Las jornadas unificadas aglutinan la emoción de la Liga en un par de horas. Y la angustia de los que están con el agua al cuello. Hace tres décadas se prohibían las retransmisiones en directo en las jornadas finales y los periodistas del carrusel tenían que bajar de su cabina, con cada gol, a informar desde el teléfono del bar de enfrente del estadio.
Todavía se mantienen algunas costumbres de entonces, como la imposibilidad de que los videomarcadores informen de los resultados de otros campos, aunque todo el mundo los conozca. También pasaba lo mismo antes, claro, aunque eran tiempos de transistores.
La angustia era idéntica, como la del Mallorca, el Cádiz y el Granada, que se juegan el descenso y muchos millones de euros. En Son Moix, el Nuevo Mirandilla y el Villamarín, las emociones se convirtieron en una montaña rusa, según iban cambiando los acontecimientos. En Cádiz las cosas empezaron mal porque Rodrygo adelantó al Real Madrid y condenaba al equipo andaluz, pero las cosas cambiaron cuando Sobrino empató antes del descanso y regresó la energía a los jugadores vestidos de amarillo. El empuje cadista decayó en el minuto 61, cuando Negredo falló un penalti que colocaba a su equipo fuera de los puestos de descenso. El Cádiz seguirá instalado en la incertidumbre hasta la última jornada; no depende de sí mismo, porque tendrá que esperar los tropiezos del Mallorca o el Granada.
Solo queda una plaza de descenso por adjudicar, pero la incertidumbre permanecerá instalada en la Liga hasta que los árbitros señalen el final de los partidos de la última jornada, que estará llena de emociones, como las que vivieron en Mallorca. Muriqi adelantó a su equipo en el minuto 13, y enfilaba la salvación, hasta que el Rayo, ya en la segunda parte, consiguió empatar por mediación de Pathé Ciss.
Con los nervios a flor de piel, Abdón, el chico de Artá, marcó el segundo en el descuento (2-1): “Es algo inexplicable, es magia, una conexión increíble, no se puede explicar”, apuntaba a las cámaras de Movistar al término del partido. “Esto pasará a la historia y espero que nos pueda ayudar para conseguir la permanencia en el último partido”, decía, mientras reivindicaba su condición de mallorquinista: “Yo juego con la mano en el corazón y estoy muy feliz por seguir haciendo historia en mi club en la que es mi casa. Es muy especial, yo era pequeño y venía aquí a ver a mis ídolos y es muy especial poder vivir estos años tan maravillosos del club y hacer crecer al Mallorca”.
En la jornada final, el Cádiz juega en Vitoria frente al Deportivo Alavés, ya descendido; el Granada se enfrenta en Los Cármenes al Espanyol, que lleva ya dos jornadas sin problemas clasificatorios, aunque con unos cuantos internos, y el Mallorca viaja a Pamplona para jugar ante Osasuna, que tampoco tiene ningún objetivo en el horizonte después de perder en Bilbao. El Elche puede acabar empatado a puntos con Cádiz y Mallorca, pero está matemáticamente fuera de peligro.
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