Erriyon Knighton: más joven que Usain Bolt, más rápido que el viento
El joven velocista estadounidense, de 18 años, protagoniza una aparición fulgurante en el gran escenario de Florida, donde corrió los 200m en 19,49s, la cuarta mejor marca de la historia
Usain Bolt es la medida de lo extraordinario en la velocidad, el máximo al que puede aspirar a acercarse el ser humano. Y tan grande fue el sprinter jamaicano, récords del mundo imposibles en 100m (9,58s) y 200m (19,19s), tres dobles de medallas de oro en tres Juegos Olímpicos, Pekín, Londres, Río, que cuando se retiró todos lloraron y dieron gracias al señor por haber podido gozar en la vida de una presencia como la de Bolt, un placer del que no disfrutarían futuras generaciones.
Han pasado solo cinco años, y una rev...
Usain Bolt es la medida de lo extraordinario en la velocidad, el máximo al que puede aspirar a acercarse el ser humano. Y tan grande fue el sprinter jamaicano, récords del mundo imposibles en 100m (9,58s) y 200m (19,19s), tres dobles de medallas de oro en tres Juegos Olímpicos, Pekín, Londres, Río, que cuando se retiró todos lloraron y dieron gracias al señor por haber podido gozar en la vida de una presencia como la de Bolt, un placer del que no disfrutarían futuras generaciones.
Han pasado solo cinco años, y una revolución tecnológica acelerada, y la figura de Bolt ya parece cubrirse de polvo, símbolo del pasado optimista. El presente, dicen, ya vuela.
Tenemos un nuevo Usain Bolt en las pistas, gritan todos, que hablan de Erriyon Knighton como se debe hablar del último profeta de la velocidad, otro junco, qué zancada, qué estilo tan limpio, corre como una flecha, dicen, tan liviano (solo 77 kilos), sin musculatura escandalosa, sin brusquedades, puro flow, tan fluidos sus movimientos, tan naturales, que parece que no debe combatir como los demás la resistencia del aire a su avance, sino que él mismo es el aire, y avanza fácil como el aire.
Un nuevo Bolt sin aristas y algo más, añaden, y ponen sobre la hoja de cálculo los 19,49s con los que el teenager de Tampa (Florida) batió el sábado pasado en la pista de la LSU (la Universidad de Louisiana en Baton Rouge) el récord del mundo júnior de los 200m que poseía el fenómeno jamaicano con 19,93s desde 2004, en abril, y su heredero ahora pletórico estaba en la cuna, tres mesecitos solo de vida. Y ya el año anterior, en los Trials de Estados Unidos que le valieron para competir en los Juegos de Tokio a los 17 años (y fue cuarto en la final), Knighton había corrido la distancia en 19,84s, privándole a Bolt de su primer récord, el mundial juvenil.
“Knighton corre como los ángeles con alas, y recuerda esa facilidad tanto a la manera en que avanzaba Tommie Smith, el campeón de México 68, y rebelde black power en el podio, puño negro enguantado en alto, y también medía 1,91m”, recuerda Ramón Cid, el entrenador de María Vicente que durante años fue el director técnico de la federación española, rememorando al gran atleta norteamericano que en la final mexicana, con una fabulosa recta en la que remontó a su compañero John Carlos, se convirtió en el primer recordman mundial por debajo de los 20s (19,83s) y fijó para siempre la tipología más estética de corredor de 200m. “Y, vista la carrera, se observa que no remata al final, que sigue corriendo y frena como si nada, todo tan fácil… Estas maneras son las que definen a un talento verdadero”.
Y es un niño que en enero cumplió 18 añitos y que desde los 16, por lo menos, es tan consciente de su gran talento para atletismo que no dudó en responder sí cuando en agosto de 2020, en su segundo año de instituto, su entrenador de fútbol, tras cronometrarle 20,33s en un 200m, le invitó a que abandonara el fútbol, pese a decenas de ofertas de las mejores universidades, y se dedicara solo al atletismo. Poco después firmó su primer contrato profesional con Adidas.
Los 19,49s del sábado es una marca tan buena para cualquier edad que solo en la historia tres hombres han corrido más rápido la distancia. El ránking lo lidera Bolt con su récord de 19,19s (2009), por delante de su compatriota jamaicano Yohan Blake (19,26s) y del texano Michael Johnson (19,32s). Después, solo Knighton y una barrera, la de los 19s, de la que se decía que era tan imposible que solo estaba al alcance de un atleta único por los siglos de los siglos, el propio Bolt que no la alcanzó. ¿Será quizás Knighton el hombre llamado a atravesar el primero la nueva frontera de la velocidad?
Está tan impresionado el mundo del atletismo, los técnicos que hablan sin parar, tan excitados están, que quizás la pregunta no sea esa, si lo conseguirá, precisan, sino cuándo conseguirá Knighton batir el récord de Bolt, los 19,19s (“y está a menos de tres metros de conseguirlo”, recuerda Cid), y si incluso lo podrá hacer este verano tan cargado, con los Trials en junio y el Mundial en julio, en su casa, en el Hayward Field de Eugene, Oregón. “Su proyección es brutal ya este año”, dice Pedro Jiménez Reyes, el entrenador del plusmarquista español de 200m (20,04s), Bruno Hortelano, que subraya que en su primer 200m del año, y aún en abril, Knighton rebajó 35 centésimas a su mejor marca anterior. “Todavía tiene mucho margen de mejora, sobre todo en la salida, que no es muy rápida, y en la curva, que maneja con mucha calma, construyendo la velocidad que explota en la recta, que es la clave de su 200m. En la carrera del 19,49s se le cronometró 9,20 en su segundo 100, lanzado…” Y dice Reyes que eso es tremendo aun descontando la décima o dos décimas que dicen que se puede ganar con las nuevas zapatillas de placas de carbono, que, sin embargo, no favorecen por igual a todos los atletas, más a aquellos con “menos tobillo”, con pisada menos reactiva.
Pierre Jean Vazel, técnico francés y enciclopedia de la velocidad y el atletismo, prefiere trazar un perfil menos fantástico y entusiasta del velocista de Florida. “No me recuerda a ninguno de los dos, ni a Bolt y Smith. Estos tenían una zancada más larga”, explica el exentrenador de la velocista Christine Arron y actual técnico del martillista Quentin Bigot. “Creo que sí, que podrá bajar de los 19s, ¿pero será él el primero que lo haga? No es el más rápido en la curva, que es Bednarek, ni en la recta, Fahnbulleh, pero puede mejorar en ambos sectores. Su manera de correr es aún perfectible, así que creo que, si las lesiones no lo frenen, no alcanzará su pico máximo hasta los 24-25 años.”
Serán ya, el verano de 2028, los Juegos de Los Ángeles, y quizás para entonces Knighton será solo un atleta con pasado y habrá otros de los que se enamoren todos y de los que se diga, ahí está el nuevo Knighton.
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