Nadal: “¿París? Creo que voy bien de tiempo”
El campeón de 21 grandes, que hizo el saque de honor en el Bernabéu, reitera que llega “justillo” al Masters de Madrid, pero confía en abordar a tono Roland Garros
Por la mañana alborotó la Caja Mágica, cuando irrumpió en la pista 7 para entrenarse y se llevó la ruidosa ovación de todos aquellos y aquellas que trataban de hacerse un hueco entre los asientos o descubrir alguna rendija por la que poder fotografiarle; y por la tarde hizo lo propio en el Santiago Bernabéu, en pie el madridismo –los 62.000 espectadores que celebraron el alirón blanco– para aclamar a un hincha ilustre del club, la mismísima reencarnación tenística del equipo...
Por la mañana alborotó la Caja Mágica, cuando irrumpió en la pista 7 para entrenarse y se llevó la ruidosa ovación de todos aquellos y aquellas que trataban de hacerse un hueco entre los asientos o descubrir alguna rendija por la que poder fotografiarle; y por la tarde hizo lo propio en el Santiago Bernabéu, en pie el madridismo –los 62.000 espectadores que celebraron el alirón blanco– para aclamar a un hincha ilustre del club, la mismísima reencarnación tenística del equipo. Ya se sabe: ni el Real Madrid ni Rafael Nadal conciben la rendición.
El campeón de 21 grandes, hoy día el más laureado de la historia de su deporte, pisó el césped de Chamartín y ejecutó el saque de honor en el marco del reconocimiento que le quiso hacer la entidad este sábado por el logro de enero en Melbourne, donde consiguió desmarcarse de Roger Federer y Novak Djokovic. Después, Nadal, trajeado, subió al palco, festejó los goles de su equipo –junto a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y cerca del murciano Carlos Alcaraz, también madridista y debutante en el estadio– y en el intermedio atendió a la cámara de Movistar.
“Contento de estar aquí. Hacía mucho que no podía venir. Muy agradecido al presi y al club por este homenaje”, comentó el de Manacor, que se refirió a la meteórica progresión de su heredero –”es un relevo impresionante”– y abordó cómo va su recuperación. No compite desde que cayera en la final del Masters 1000 de Indian Wells, el 20 de marzo, debido a una fisura en la costilla que se produjo precisamente el día previo contra Alcaraz. Desde entonces, reposo y una reincorporación progresiva que va bien.
Eso sí, prudencia. “Vengo aquí con mucha ilusión, pero muy justillo, la verdad”, precisó el número cuatro del mundo, que la próxima semana participará por 19ª vez consecutiva en el torneo de la capital, en cuyo cartel también figuran Alcaraz y Djokovic. “He entrenado muy poquito, porque la costilla es muy invalidante y también muy dolorosa; pasé dos semanas muy malas y después ha sido muy, muy invalidante. No he podido hacer prácticamente nada, pero es aquí, en casa, en Madrid...”, continuó el balear, de 35 años.
Cuando sufrió el percance físico en California, el doctor personal del tenista, Ángel Ruiz-Cotorro, pronosticó de cuatro a seis semanas de recuperación y se van cumpliendo los plazos. Nadal gana rodaje estos días en Madrid y, si todo sigue en orden, se desplazaría luego a Roma (del 8 al 15 de mayo) para pulirse en el Foro Itálico y tratar así de desembarcar a tono en Roland Garros (del 22 de mayo al 5 de junio).
El debut, para el miércoles
“Tengo tres semanas”, recordó. “Así que confío en que el entreno diario me sirva para ir poniéndome a punto. Aquí [en Madrid, a 657 metros de altitud, circunstancia que complica el control de la pelota] la exigencia es máxima, pero se va a hacer lo que se pueda”, siguió. “Lo más importante es estar sano, pero creo que de cara a París voy bien de tiempo. Tres semanas son suficientes para llegar competitivo”, concluyó el tenista, agasajado y coreado por el público del Bernabéu al grito de “¡Raaaaa-faaaaa! ¡Raaaaa-faaaaa! ¡Raaaaa-faaaaa!”. Asombrado hasta Jorge Valdano: “Pocas veces se ha visto tanta unanimidad”.
Nadal debutará en la Caja Mágica el miércoles, sesión de día, una jornada después de que lo hagan Alcaraz (nocturna) y Djokovic (día), que están en la misma parte del cuadro. Él y el joven de El Palmar (18 años, reciente ganador del Godó) podrían cruzarse en unos hipotéticos cuartos de final. “La verdad es que sería muy bueno poder medirme contra Rafa otra vez en Madrid. El año pasado [6-1 y 6-2] me metió caña. Esto es un Masters 1.000 al que vienen los mejores jugadores del mundo; ojalá pueda medirme con él…”, expresó Alcaraz antes de que empezase el Madrid-Espanyol, en Movistar.
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