El Eintracht apunta al Barcelona con la zurda de Filip Kostic

El carrilero serbio, especialista a balón parado, es el mejor asistente y referente ofensivo del equipo de Glasner

Filip Kostic pelea por un balón con Gavi en el partido de ida.RONALD WITTEK (EFE)

Todavía quedan futbolistas zurdos que se visten con el 10 y no juegan a pierna cambiada —así se denomina ahora en la jerga futbolística—, o sea en el costado derecho, sino que se mueven por el margen izquierdo, como por ejemplo el internacional serbio Filip Kostic, de 29 años. No es, en cualquier caso, un extremo. Ni siquiera un interior, tampoco un media punta, sino que ejerce de carrilero en el Eintracht desde que al equipo lo entrenaba Adi Hütter, sustituido en mayo del año pasado por Olivier Glasner.

Kostic tiene buen pie, de manera que regatea y chuta muy bien al tiempo que pone ex...

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Todavía quedan futbolistas zurdos que se visten con el 10 y no juegan a pierna cambiada —así se denomina ahora en la jerga futbolística—, o sea en el costado derecho, sino que se mueven por el margen izquierdo, como por ejemplo el internacional serbio Filip Kostic, de 29 años. No es, en cualquier caso, un extremo. Ni siquiera un interior, tampoco un media punta, sino que ejerce de carrilero en el Eintracht desde que al equipo lo entrenaba Adi Hütter, sustituido en mayo del año pasado por Olivier Glasner.

Kostic tiene buen pie, de manera que regatea y chuta muy bien al tiempo que pone excelentes centros para los delanteros y de vez en cuando remata a portería para marcar las diferencias frente a rivales de la talla del Betis o el Bayern de Múnich. El jugador de Kragujevac se ha convertido en el francotirador y también en la figura del equipo de Fráncfort. Ya no están Jovic, Haller ni André Silva para rematar los balones cruzados por Kostic, que se ha convertido en el pasador-rematador del Eintracht.

Al equipo, exuberante físicamente y organizado a nivel táctico, muy fuerte en los duelos individuales, le penaliza la falta de gol en la Bundesliga. Tampoco sacó provecho a su superioridad y dominio del partido en la ida de los cuartos de final de la Liga Europa disputado contra el Barcelona. Únicamente Knauff acertó a batir a Ter Stegen a la salida de un córner botado precisamente por el irregular Kostic. Ya se sabe que los artistas son imprevisibles dentro y fuera de la cancha como bien saben en el Deutsche Bank Park.

Kostic se las tuvo tiesas el verano pasado con el Eintracht. El asunto es que no quedó constancia por escrito de la oferta italiana por culpa del correo y el serbio, que inicialmente se negó a entrenar, acabó por declarar su amor al club, continuó en el equipo de Glasner y tiene un contrato hasta 2023. El Eintracht le ha permitido asentarse en la Bundesliga después de su paso por clubes como el Stuttgart y el Hamburgo.

El Stuttgart pagó seis millones de euros al Groningen holandés por aquel goleador —12 tantos— que debutó a los 17 años con el Radnicki de su ciudad natal y ahora compite en asistencias con Messi y Muller en el Eintracht después de pasar por el Hamburgo —lo adquirió por 14 millones—, y de disputar el Mundial de Rusia 2018. A aquel juvenil alto y técnico le costó adaptarse al campeonato alemán y especialmente al plan físico que demandan la mayoría de entrenadores en la Bundesliga.

Fredi Bobic, el director técnico del Eintracht, nacido en Maribor (Eslovenia) y buen conocedor del fútbol balcánico, no tuvo dudas sobre Kostic. El serbio es un jugador que conduce muy bien la pelota, tiene una arrancada potente y sobresale por enfrentar a las defensas más cerradas con su buen toque y, en cambio, sus prestaciones defensivas son más limitadas, consciente en cualquier caso de que una de las virtudes de su equipo es el fútbol por fuera, desbordante como se vio ante el Barcelona. Las águilas, como se conocen a los jugadores del Eintracht, son especialistas en quitar el balón al contrario y armar vertiginosas transiciones, el fútbol a la contra que tanto fastidia al equipo de Xavi.

El factor campo

El Eintracht busca a Kostic y se encomienda a su zurda en las jugadas de estrategia, uno de sus mejores recursos ante la falta de tiro, expresada en su último partido, derrotado por el Friburgo por 1-2. No supo aprovechar su dominio del juego y gobierno del partido pese al gol precisamente de Kostic. El resultado aleja al equipo de los puestos que dan acceso a Europa.

A la hinchada le interesa sobre todo la eliminatoria contra el Barça. Más de 20.000 aficionados han anunciado su presencia en Barcelona y puede que muchos pretendan adquirir entradas para el partido del Camp Nou. El club azulgrana, que pidió a sus abonados que si no piensan acudir al estadio liberen gratis su asiento para que la localidad pueda ser puesta a la venta, precisó que solo se venderán on line para garantizar que sean para aficionados del Barça.

Aunque el Barcelona no pasó del empate contra el Galatasaray y el Nápoles, y anteriormente contra el Benfica en la Champions, Xavi considera el factor campo como decisivo para recibir al Eintracht. El apoyo de la afición puede ser tan decisivo como las medidas de la cancha y la rapidez del césped, dos factores que favorecen también el fútbol de Kostic. Al técnico azulgrana le tocará decidir cómo defender al serbio después de recuperar a Dest y no disponer de Alves mientras continúa pendiente de la evolución de Piqué.

Kostic, que en 2016 estuvo a punto de recalar en el Valencia, se sabe ante un gran escenario para reivindicar su clase y el gusto como zurdo de llevar el 10.

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