El presidente del PSG Al Khelaifi, a un empleado del Real Madrid: “¡Voy a matarte!”

El mandatario catarí irrumpe a gritos en el vestuario del árbitro y amenaza a un trabajador del Bernabéu

Nasser Al Khelaifi, junto al director deportivo del PSG, Leonardo Araujo, en el palco del Parque de los PríncipesJohn Berry (Getty Images)

El multimillonario empeño del Paris Saint-Germain en conseguir una Copa de Europa derrapó en el Bernabéu después de unos minutos eléctricos en los que el estadio descargó una especie de energía irracional sobre el partido. Todo empezó con una presión de Karim Benzema a Donnarumma, que perdió la pelota y cayó al suelo. El árbitro, Danny Makkelie, dijo sigan, sigan, y la cosa terminó en el gol...

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El multimillonario empeño del Paris Saint-Germain en conseguir una Copa de Europa derrapó en el Bernabéu después de unos minutos eléctricos en los que el estadio descargó una especie de energía irracional sobre el partido. Todo empezó con una presión de Karim Benzema a Donnarumma, que perdió la pelota y cayó al suelo. El árbitro, Danny Makkelie, dijo sigan, sigan, y la cosa terminó en el gol que supuso el comienzo de la colosal remontada madridista (3-1). En el PSG no juzgaron el lance del mismo modo, y en cuanto terminó el partido, su presidente, Nasser Al Khelaifi, bajó a la zona de los vestuarios buscando al árbitro, como adelantó Mónica Marchante en Movistar + y confirman fuentes del Real Madrid. Según el relato del club, el presidente catarí irrumpió gritando en el vestuario del árbitro, mientras un empleado del Madrid grababa la escena con un teléfono móvil. Cuando Al Khelaifi se dio cuenta, trató de atacarle al grito de “¡Voy a matarte!”, según estas mismas fuentes. Su personal de seguridad se lo terminó llevando al vestuario del PSG mientras Leonardo, el director deportivo del club parisino, exigía a gritos que borraran las imágenes. En la trifulca, el móvil del empleado había salido volando.

El enfado empapaba todos los estamentos del club. El entrenador, Mauricio Pochettino, repitió su descontento ante todo micrófono que se le puso delante. En la última parada, ya en la sala de prensa, dijo que se iba de la competición con “una sensación de mucha injusticia por el gol concedido después de una falta clara de Benzema”. Identificó en ese instante el cambio de textura del encuentro: “A partir de ahí el estado emocional de todos ha cambiado, no hemos gestionado bien las emociones después de ese gol”, dijo, y no se refería solo a sus futbolistas.

“La acción es determinante, cambia el devenir del partido. Son factores que influyen en los estados de ánimo de los jugadores y del contrario. Del estadio, también”, afirmó, y de algún modo validó el plan para la remontada puesto en marcha desde el final del partido en el Parque de los Príncipes, cuando Ancelotti ya anunció que en Madrid serían “once más 50.000″. Finalmente, la cifra superó los 60.000, y casi todos entraron en vibración después del 1-1.

Pochettino estaba desesperado: “Tres cuartos de la eliminatoria fuimos superiores”, se lamentó en varias ocasiones. Y siempre regresaba al mismo punto: “Hay una falta clara, y hablo después de haber visto las imágenes entre 30 y 40 veces con diferentes cámaras y en diferentes ángulos. Pero esto es el fútbol, los pequeños detalles cuentan”. A partir de ahí, todo se derrumbó y terminó con Al Khelaifi buscando al árbitro, extremo también confirmado por fuentes del PSG.

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