La Davis alumbra a Carlos Alcaraz
El murciano, de 18 años, encabeza el cruce clasificatorio frente a Rumania tras el intento fallido del año pasado en Madrid por la covid: “Voy a intentar disfrutar”
Es mediodía, el sol agradable de marzo baña Marbella y después de pegarse una buena sudada durante el entrenamiento, a cara de perro con Roberto Bautista durante el partidillo, Carlos Alcaraz habla y desfila por Puente Romano con alegría. Feliz. “¡Vamos, vamos, que hay que comer!”, dice entre risas el murciano, que a sus 18 años deslumbra y, por fin, ahora sí, debutará con el equipo español de la Copa Davis. Lo hará este viernes en el cruce contra Rumania, trámite necesario para figurar en septiembre entre ...
Es mediodía, el sol agradable de marzo baña Marbella y después de pegarse una buena sudada durante el entrenamiento, a cara de perro con Roberto Bautista durante el partidillo, Carlos Alcaraz habla y desfila por Puente Romano con alegría. Feliz. “¡Vamos, vamos, que hay que comer!”, dice entre risas el murciano, que a sus 18 años deslumbra y, por fin, ahora sí, debutará con el equipo español de la Copa Davis. Lo hará este viernes en el cruce contra Rumania, trámite necesario para figurar en septiembre entre las 12 selecciones con acceso a la fase de grupos de la competición.
“En Madrid tenía muchísimas ganas de debutar, pero no se pudo [al dar positivo por coronavirus el día previo a la fase final de la última edición]. Ahora tengo otra oportunidad y espero estar con el equipo hasta el final. Voy a intentar disfrutar de esta experiencia que lamentablemente no pude vivir”, responde el joven del Palmar, cuyo nombre reluce entre los 20 mejores del circuito –actualmente es el 19º en el ranking de la ATP– y es el principal foco de atracción en la cita marbellí. Lógico. “Tiene la edad que tiene y ya está donde está. Con eso está todo dicho”, simplifica el capitán español, Sergi Bruguera.
“Percibo lo que percibe todo el mundo. Desde que ganó en Umag [el 26 de julio del año pasado, su primer trofeo profesional] dio un paso adelante como jugador y está evolucionando cada día a pasos agigantados. Yo veo lo que todo el mundo ve, no hay que ser un genio para eso”, agrega el preparador, decidido a darle vuelo al chico del que todo el mundo habla y que causa sensación, tanto en términos nacionales como internacionales.
Aunque Roberto Bautista y Pablo Carreño –15º y 16º en el listado mundial, 33 y 30 años respectivamente– figuren por delante, Alcaraz acapara estos días las miradas de un equipo rejuvenecido que completan Alejandro Davidovich (22 / 47º) y Pedro Martínez (24 / 50º). En esta ocasión, la media de la nómina es de 25,4 años, por los 32,4 de la convocatoria previa. Con el murciano al borde del gran día que supone para todo jugador el estreno en la Davis, el tenis español saca pecho: los cinco citados entre el top-50, tres entre el top-20. Y ocho títulos en este comienzo de año.
La cosecha es la siguiente: el de Paula Badosa en Sídney, los tres laureles de Rafael Nadal en Melbourne, Open de Australia y Acapulco, el de Albert Ramos en Córdoba (Argentina), el de Roberto Bautista en Doha, el Alcaraz en Río de Janeiro y el de Pedro Martínez en Santiago de Chile.
Nadal, en 2004
“Todos estamos muy bien, con muy buen ritmo. Estoy ilusionado. Si salto a la pista, trataré de hacerlo lo mejor posible”, apunta Davidovich, también impresionado por el nivel de Alcaraz. “Charlie es muy joven, pero está a tope. Es un gran jugador. Lo deja todo en la pista y su derecha es una de las mejores de todo el circuito. Mentalmente también es una bestia y físicamente, yo estoy fisgando qué está comiendo estos días porque no lo entiendo… Es muy alegre y lo hace todo muy fácil”, resalta el malagueño, otro debutante.
“Claro que he visto algunos highlights [momentos destacados]. Lo de Rafa fue espectacular”, responde Alcaraz a este periódico cuando se le plantea si ha repasado algunos vídeos de aquella serie de 2004 frente a la República Checa en la que debutó Nadal, quien perdió contra Jiri Novak y después se resarció y puso el lazo con una victoria ante Radek Stepanek. El balear tenía entonces 17 años. “Yo uno”, precisa el murciano, con dos títulos ya en el bolsillo, Umag y el reciente en Río de Janeiro. Ahora sí, apto para el bautismo por equipos.
La invasión rusa y el tenis
Rumania es el rival, un adversario con escasos argumentos. “Tiene un talento asombroso, que ya se le veía desde júnior. Tendrá la oportunidad de estar entre los mejores y seguir los pasos de Rafa [Nadal]. Tiene un futuro brillante”, le augura su capitán, Gabriel Trifu, que promete lucha y poco más entre el viernes y el sábado. “Obviamente, España es un equipo muy fuerte. No somos favoritos”, se resigna el entrenador, que ha alistado a cuatro tenistas fuera del top-200 –Marius Copil (261º), Nicolae Frunza (617º), Stefan Palosi (615º) y Gabi Adrian Boitan (721º)– e incluso ha tenido que repescar a uno retirado (Horia Tecau) para el dobles.
Por otra parte, los jugadores españoles se refirieron a los últimos acontecimientos, referidos a la decisión de la ATP y la WTA de permitir seguir compitiendo a los jugadores y las jugadoras rusas, a diferencia de la mayoría de los deportes.
“Todos los tenistas hacemos un esfuerzo muy grande. Nuestra dedicación es plena desde pequeñitos, así que no creo que deba afectarles lo que hagan terceros. Un parón de un año sería injusto para ellos. Lo que está pasando no está bien, pero creo que tampoco es justo que ellos deban dejar de jugar”, se pronunció Bautista. “Lo importante es que todos están en contra de la guerra. Tanto Rublev como Medvedev lo han dicho, y otros jugadores también se han posicionado contra lo que está sucediendo en Ucrania. No sé qué es lo correcto o no, lo importante es que se solucione todo”, indicó Carreño.
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