Un golazo de Gabriel Paulista anula al Mallorca

Un derechazo desde 29 metros del central brasileño nada más empezar acaba con una racha de siete jornadas de Liga seguidas sin ganar del Valencia

Los jugadores del Valencia celebran el gol de Gabriel Paulista contra el Mallorca.CATI CLADERA (EFE)

El Valencia madrugó en Palma con un golazo de Gabriel Paulista, pero volvió a acostarse y se entregó al Mallorca con un juego desolador y dependiente de los chispazos de genio de Bryan Gil. Empeñada en defender, la estructura de Bordalás aguantó las llegadas del once bermellón, agitado por Take Kubo pero sin filo ni pegada. Primera victoria en 2022 para el once del murciélago, que deja en el estadio mallorquín una racha negativa de...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Valencia madrugó en Palma con un golazo de Gabriel Paulista, pero volvió a acostarse y se entregó al Mallorca con un juego desolador y dependiente de los chispazos de genio de Bryan Gil. Empeñada en defender, la estructura de Bordalás aguantó las llegadas del once bermellón, agitado por Take Kubo pero sin filo ni pegada. Primera victoria en 2022 para el once del murciélago, que deja en el estadio mallorquín una racha negativa de siete jornadas seguidas de Liga sin ganar.

El grito liberador de Gabriel Paulista se escuchó en su Sao Paulo natal. El central brasileño, de 31 años, pilar maestro de la defensa de Bordalás, regresaba al once tras una larga lesión de cuatro meses con recaída incluida. Su tanto es uno de los mejores de la temporada. Bryan Gil centró al cogollo del área, despejó de cabeza Martin Valjent y a pocos metros de la frontal el bloque alto de Bordalás, el mismo que lo condenó ante el Barça, condujo al gol de Paulista. El central recogió el despeje, controló y soltó un derechazo desde 29 metros que limpió la escuadra de Sergio Rico. El balón tocó en la esquina y se encerró en la portería. 20 partidos después de su lesión, Gabriel Paulista explotó de alegría. Tenso, con las bajas de Thierry, Gayà y descanso para titulares como Guillamón o Guedes, y con la cabeza puesta en el partido de vuelta de las semifinales de Copa del miércoles, el gol tranquilizó al once del murciélago. No le hizo falta más para llevarse el partido.

Luis García Plaza reaccionó ante el sistema con tres centrales que dispuso Bordalás. El punto flaco del dibujo visitante estaba en los costados, a la espalda de los laterales, muy altos. Y, concretamente, en el perfil zurdo, donde un Foulquier a pierna cambiada estaba limitado y Alderete, por su lentitud, tenía problemas en la cobertura al lateral. El paraguayo llegaba tarde y cometía falta. Take Kubo, el mejor en los bermellones, insistía en meterse por esa rendija y el Mallorca se agrupaba en esa zona generando superioridades.

El juego asociativo, y mejor, de los rojos no podía resquebrajar el fútbol directo de los blanquinegros. Mientras el Mallorca agitaba la defensa del Valencia con Kubo, el Valencia, con Guedes en el banquillo, apenas encontraba a Bryan Gil, su activo más desestabilizador. El japonés veía las grietas que se abrían en la poblada defensa visitante y filtraba pases. Uno tras otro, pero sus compañeros no andaban acertados. Como Jaume Costa que, solo ante Mamardashvili, pifió su remate por buscar la seguridad de su pierna izquierda.

El Valencia golpeó a ráfagas con un lanzamiento flojo y desviado de Carlos Soler en la primera mitad y un remate de Ilaix entrada la segunda, pero su zaga no parecía disgustada de tanto achicar agua. La tripleta de centrales de Bordalás, al menos, secaron el momento de Muriqi. Catorce saques de esquina colgó el Mallorca, impotente, por uno solo del Valencia. En el descuento Ilaix Moriba fue expulsado, pero los de Bordalás aguantaron como todo el partido.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Más información

Archivado En