Ancelotti quiere morder más arriba
Después del fiasco de la salida de balón del Madrid contra el PSG, el italiano volverá a intentar presionar más cerca del portero rival
Si hubiera que elegir un rasgo de Carlo Ancelotti para describir su desempeño en los banquillos, quizá el más acertado sería su flexibilidad. En su extensa carrera, el italiano ha variado dibujos tácticos, intensidades, reparto de esfuerzos; lo necesario para acomodarse a los futbolistas, e incluso al estado de forma en que se encontraran en momentos distintos de una temporada.
Este curso de su segunda estancia en el Real Madrid constituye otro ejercicio de su ductilidad, en particular en lo que tiene que ver con la zona del campo escogida para apretar al rival y recuperar la pelota. Em...
Si hubiera que elegir un rasgo de Carlo Ancelotti para describir su desempeño en los banquillos, quizá el más acertado sería su flexibilidad. En su extensa carrera, el italiano ha variado dibujos tácticos, intensidades, reparto de esfuerzos; lo necesario para acomodarse a los futbolistas, e incluso al estado de forma en que se encontraran en momentos distintos de una temporada.
Este curso de su segunda estancia en el Real Madrid constituye otro ejercicio de su ductilidad, en particular en lo que tiene que ver con la zona del campo escogida para apretar al rival y recuperar la pelota. Empezó intentando presionar arriba, se refugió más atrás al ver lo vulnerable que resultaba el equipo y ahora, después del zarandeo en el Parque de los Príncipes, se dispone a lanzar de nuevo a su equipo a morder arriba. “Lo vamos a intentar en los próximos partidos”, anunció este viernes, en la previa de recibir este sábado en el Bernabéu al Alavés (21.00, Movistar LaLiga).
Será el segundo intento. Por ahí empezó la temporada. Ancelotti explicó a principios de septiembre que quería que su línea defensiva llegara a instalarse incluso en el centro del campo, de manera que empujara a todo el equipo para recuperar el balón muy cerca de la portería contraria. Recién llegado al club, una de las primeras palabras que el austriaco David Alaba aprendió en español fue “fuera”. En el Bernabéu semi vacío del final del verano pasado, sus gritos —”¡Fuera, fuera!”— alcanzaban las butacas más altas del estadio. Alaba se dejaba la garganta, pero aquello no funcionaba: la presión se deshacía entre la dejadez de algún extremo y los desajustes posicionales en cascada de ahí hacia atrás.
El Madrid resultó muy vulnerable hasta que Ancelotti decidió renunciar a una idea que había presentado en público como su preferida. Con la defensa plantada mucho más atrás, el “bloque bajo” al que se refiere habitualmente el técnico, el equipo jugaba más protegido. Hasta que el meneo del PSG en París también se llevó por delante aquella certeza: “Hemos jugado muy mal”, reconoció ayer el italiano, incidiendo en una idea que ya comentó después de la derrota del martes. Fueron incapaces de llevar la pelota desde el punto en el que la recuperaban hasta las zonas donde los delanteros son peligrosos.
Se trata de una dificultad reciente. Ancelotti recordó ayer que hasta estas últimas semanas el plan sí había funcionado: “Desde un bloque bajo, el equipo era capaz de hacer una buena transición, con pase vertical, con pase rápido, con movimiento a la espalda. La dificultad no es tener el bloque bajo; la dificultad es que cuando ganas el balón con bloque bajo, tú tienes que jugar más vertical, con movimientos más rápidos enfrente. Esto es lo que ha faltado en los últimos partidos. No es que hemos cambiado la estrategia; es que hemos tenido más dificultad en la salida de balón desde atrás. Cuando empezamos con el portero, y cuando ganamos el balón para intentar jugar un pase vertical”, explicó.
De repente, dejó de funcionar algo bien engrasado. O el PSG logró desactivarlo. “En lo que habitualmente hemos hecho bien, la salida desde atrás con Modric, Kroos, Casemiro, Alaba... en eso hemos encontrado una mala noche. Ahí tenemos que mejorar”, dijo el técnico. El Madrid completó esa noche 462 pases, cuando de media en un partido suma 564, según los datos de Statsbomb. El PSG, completó 634, cuando sus rivales suelen registrar 340.
Si los mecanismos para eludir la presión ajena dejan de funcionar, Ancelotti cree que lo mejor es conseguir que sean menos necesarios, es decir, recuperar más arriba. “A veces, por el hecho de que lo hemos hecho bien con un bloque bajo, nos hemos olvidado de que la presión arriba te puede dar más oportunidades. Lo estamos trabajando. Tenemos que meter más presión arriba para ayudar más en la recuperación más adelante de lo que lo hemos hecho en los últimos tiempos”, dijo ayer poco antes de anunciar que esa presión más arriba se va a ver ya “en los próximos partidos”, desde esta noche contra el Alavés.
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