El Open de Australia prohíbe camisetas de apoyo a la tenista Peng Shuai
La organización del torneo alega que “no se permiten ropa, pancartas o letreros con mensajes comerciales o políticos” tras la polémica retirada a una aficionada
Mientras el mundo sigue preguntándose dónde está Peng Shuai, o más bien qué sucede realmente con la tenista de élite que denunció el pasado 2 de noviembre haber sido violada en 2018 por el antiguo viceprimer ministro Zhang Gaoli a través de la red social Weibo, en las instalaciones de Melbourne Park, donde se celebra el Open de Australia, se vivió este fin de semana un polémico episodio relacionado con la jugadora. En concreto, se trata de unas imágene...
Mientras el mundo sigue preguntándose dónde está Peng Shuai, o más bien qué sucede realmente con la tenista de élite que denunció el pasado 2 de noviembre haber sido violada en 2018 por el antiguo viceprimer ministro Zhang Gaoli a través de la red social Weibo, en las instalaciones de Melbourne Park, donde se celebra el Open de Australia, se vivió este fin de semana un polémico episodio relacionado con la jugadora. En concreto, se trata de unas imágenes publicadas por el diario Herald Sun en las que se observa cómo uno de los miembros de seguridad del torneo requisa a una aficionada una camiseta en apoyo de la deportista y también una pancarta.
“Wanted. Where is Peng Shuai? (Buscada. ¿Dónde está Peng Shuai?)”, es la inscripción que aparece en el vídeo, en el que el personal del torneo explica a esta persona que no puede lucir dicha camiseta. En concreto, se oye al hombre que graba la intervención preguntar al guardia, “¿y qué sugieres que se ponga?”, a lo que este último responde solicitándole que se retiré también una camiseta similar. “Esto no es un mensaje político”, replica el hombre de la grabación.
“Esto no es decir que se vote al partido liberal o al laborista. Se trata de una jugadora de tenis que está siendo perseguida y la Asociación de Tenis Femenino ha hablado en su favor. Simplemente estamos reiterando lo que dice la WTA”, prosigue el aficionado, mientras el guardia de seguridad muestra su comprensión, pero alega que él tan solo sigue las directrices de Tennis Australia, la federación nacional: “No digo que no se les permita tener esas opiniones, pero TA está autorizada a confiscar sus camisetas y la pancarta”.
La prohibición se expandió rápidamente a través de las redes sociales y la organización del Open se justificó en unas declaraciones a News Corp: “Según las condiciones de entrada de nuestros tickets, no permitimos ropa, pancartas o letreros con mensajes comerciales o políticos”. “La seguridad de Peng Shuai es nuestra principal preocupación. Seguimos trabajando con la WTA y la comunidad mundial del tenis para buscar más claridad sobre su situación y haremos todo lo posible para garantizar su bienestar”.
Este último viernes, un pequeño grupo de manifestantes se congregó a la entrada de Melbourne Park para reivindicar los derechos de la tenista, que desapareció de la vida pública durante tres semanas tras emitir su mensaje, borrado a la media hora. Tras la fuerte presión internacional, el gobierno chino publicó finalmente –a través de sus medios afines– varios vídeos en los que Peng Shuai aparecía en diferentes situaciones: en una cena, en una habitación rodeada de peluches o en la presentación de un torneo juvenil. No obstante, múltiples asociaciones y atletas de todo el mundo solicitaron su liberación a través de las redes, mediante la etiqueta #whereispengshuai.
Posteriormente, la tenista mantuvo una videollamada con Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), en la que informó de que estaba bien y que se encontraba en Pekín, insistiendo una vez más en que se respetase su privacidad. Después, el 20 de diciembre, se retractó al aducir un “malentendido”. Aun así, los interrogantes no desaparecen y los mensajes reclamando la libertad de Peng continúan difundiéndose. La WTA, rectora del circuito femenino, anunció la cancelación de todos los torneos en China.
Protesta el próximo sábado
“Ojalá podamos saber de ella personalmente en algún momento. Estamos haciendo todos los esfuerzos para asegurarnos de que esté a salvo”, expuso hace unos días la bielorrusa Victoria Azarenka, una de las veteranas del vestuario. " Todos estamos velando por su seguridad y esperamos que esté bien. Ojalá no pase mucho tiempo hasta que la veamos de regreso aquí”, se sumó la número uno Ashleigh Barty. “Siento que si estuviera en su posición, me gustaría que la gente también se preocupara por mí. Me imagino a mí misma en su situación y da un poco de miedo”, añadió la japonesa Naomi Osaka.
Desde que trascendiera el episodio de este fin de semana, una página de GoFundMe intenta recaudar dinero a través de la distribución de camisetas como la retirada a la aficionada y ha conseguido más de 6.500 dólares (algo más de 5.700 euros). La suma irá destinada a producir más camisetas y como pancartas para una protesta que está programada para el sábado, antes de la final femenina.
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