El Getafe tira de intensidad y acaba con la racha del Granada

Respiro importante para el Getafe. El triunfo ante el Granada, que jugó bien pero que defendió muy mal, le permite colocarse a cuatro puntos del descenso. Al mismo tiempo, desveló el buen estado de forma de sus delanteros. Marcaron Sandro y Enes Unal, los titulares, mientras que Borja Mayoral marcó en su estreno. El Getafe ofreció muy buenas sensaciones en la segunda parte después de ser superado en el primer tiempo por el buen juego del Granada. Los andaluces llevaban siete partidos sin ...

Respiro importante para el Getafe. El triunfo ante el Granada, que jugó bien pero que defendió muy mal, le permite colocarse a cuatro puntos del descenso. Al mismo tiempo, desveló el buen estado de forma de sus delanteros. Marcaron Sandro y Enes Unal, los titulares, mientras que Borja Mayoral marcó en su estreno. El Getafe ofreció muy buenas sensaciones en la segunda parte después de ser superado en el primer tiempo por el buen juego del Granada. Los andaluces llevaban siete partidos sin perder y acabaron cayendo ofreciendo unos errores en defensa que parecían haber pasado a mejor vida. El Granada se cayó en la segunda parte, cuando los locales, conducidos por un gran Aleñá, ofrecieron un despliegue físico que anuló el buen juego de futbolistas como Milla o Jorge Molina, que destacaron en el primer acto para pasar luego completamente desapercibidos. El Getafe se aleja del descenso y ficha a jugadores interesantes como Borja Mayoral, Óscar Rodríguez o Gonzalo Villar. Quique ha sabido dar con la tecla para espantar los fantasmas que se cernían sobre el cuadro madrileño después de un inicio de Liga muy flojo.

El Granada es un equipo revitalizado por Robert Moreno. Por eso no le costó demasiado equilibrar un partido que el Getafe afrontó con ímpetu y con mucha fuerza, la que tuvo Arambarri para ganarle el balón y dejarlo en el borde del área a Sandro, que remató de forma inapelable para marcar a los 10 minutos. Este Getafe de Quique ha espabilado y no quería dejar pasar la oportunidad de alejarse de la zona peligrosa.

El Granada igualó a los tres minutos el tanto de Sandro. Un pase de Quini al interior del área fue bien resuelto por Jorge Molina. El repertorio del veterano delantero es amplio. Controló y cedió a su compañero Luis Suárez, que hizo el empate. Todo empezó en una gran apertura de Milla, el motor del centro del campo andaluz. Fue mejor el Granada en el primer tiempo, con más control del balón y con pases que Molina, aclamado por la afición local por su pasado en el Getafe, convertía en peligro. Cuenca salvó bajo palos un remate de Luis Suárez después de una dejada del propio Molina, que posteriormente hizo que Soria realizara una buena parada tras un disparo suyo. Si algo le faltó al Granada en el primer tiempo fue contundencia. Al Getafe le costaba mucho elaborar, pero pudo hacer el segundo gol en un remate de cabeza de Cuenca que se fue al palo en el minuto 35.

La falta de contundencia exhibida por el Granada fue muy bien aprovechada por el Getafe. Los madrileños dieron un paso adelante en el segundo tiempo, mostrando velocidad al contragolpe y mucha pegada. Su salida enérgica se notó en el segundo gol, después de un gran contragolpe culminado por Unal tras un saque de esquina a favor del Granada. En esos aspectos es donde el conjunto de Moreno debe crecer. El Getafe se hizo con el partido desde su despliegue físico, empequeñeciendo el buen fútbol del primer tiempo mostrado por jugadores como Milla o Jorge Molina. Aleñá surgió poderoso para realizar brillantes conducciones, al mismo tiempo que alimentaba de pases a unos delanteros que no fallaron y mostraron una gran eficacia. Maksimovic marcó después de un despeje del meta Maximiano y el Granada se metió en el partido con un tanto de Luis Suárez después de un error de Soria. No obstante, la noche era para el Getafe y, en especial, para sus delanteros. Borja Mayoral, que llega de la Roma, marcó prácticamente en la primera pelota que tocó. El 4-2 desató la felicidad del Getafe y frustró a un Granada de buen juego, pero muy débil atrás.

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