España inaugura el futuro

La renovada selección de balonmano, actual doble oro continental, abre en el Europeo otro ciclo con cinco novedades ante las ausencias de veteranos como Entrerríos y Viran Morros, y los lesionados hermanos Dujshebaev

Ian Tarrafeta, en un amistoso contra Irán en Cuenca hace una semana.rfebm

Sin Raúl Entrerríos, sin Viran Morros, sin Julen Aginagalde, sin Dani Sarmiento... El anunciado relevo generacional en la selección masculina de balonmano ya está aquí. España debuta este jueves en el Europeo contra la República Checa (18.00, Tdp) y la lista que venía casi calcándose en los últimos grandes campeonatos presenta esta vez un catálogo muy diferente. Porque además de las ausencias por el final de una etapa se unen dos bajas muy sensibles por problemas físicos, los he...

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Sin Raúl Entrerríos, sin Viran Morros, sin Julen Aginagalde, sin Dani Sarmiento... El anunciado relevo generacional en la selección masculina de balonmano ya está aquí. España debuta este jueves en el Europeo contra la República Checa (18.00, Tdp) y la lista que venía casi calcándose en los últimos grandes campeonatos presenta esta vez un catálogo muy diferente. Porque además de las ausencias por el final de una etapa se unen dos bajas muy sensibles por problemas físicos, los hermanos Dujshebaev (Álex y Dani), piezas clave en lo que le espera al equipo en los próximos años, que no están disponibles en la cita que se disputa hasta el 30 de enero en Hungría y Eslovaquia.

El epílogo de una generación dorada supo a gloria, con dos bronces en siete meses, el mundial en enero y el olímpico en julio. La pandemia empujó a varios jugadores a estirar un curso más su carrera (caso de Entrerríos, ya retirado) o su ciclo en los Hispanos (por ejemplo, Viran Morros) para llegar a Tokio tras frustrante no clasificación para Río, y la recompensa fue alta. Ahora le toca a Jordi Ribera volver a intentar amasar otra selección que ronde las medallas como lo ha hecho la recién clausurada, ganadora de los dos últimos Europeos (2018 y 2020).

España se presenta en el torneo continental con cinco nombres que nunca han participado en un gran campeonato de selecciones y que, además, suman pocas internacionalidades: Ian Tarrafeta, Agustín Casado, Kauldi Odriozola, Iñaki Peciña y Chema Márquez. A esta lista de novatos podría unirse también Miguel Sánchez-Migallón, un casi novato en las alturas, que en los pasados Juegos se estrenó tras ser reclutado de urgencia a mitad del calendario por la lesión de Morros.

El salto a lo desconocido resulta especialmente evidente en la posición de central, quizás el puesto más determinante para el tipo de juego español, más combinativo y coral que de fuerza. Sin las luces de Entrerríos y Sarmiento, además de sin los Dujshebaev, España se pone en manos en este Europeo de Tarrafeta y Casado. El primero es la gran esperanza a medio plazo para dar continuidad al modelo, un secreto a voces que se ha venido moldeando en las categorías inferiores. Y el segundo se presenta como uno de los impactos de esta campaña, autor de 26 goles en el doble duelo del Logroño ante el líder alemán, el Magdeburgo, en la Liga Europea.

Veteranos supervivientes

El impacto general del cambio se cree inevitable, pero para amortiguarlo el seleccionador ha mantenido en la medida de lo posible un núcleo de veteranos que sepa manejarse por los caminos claustrofóbicos de un campeonato internacional. Ahí siguen Joan Cañellas (35 años), cuya llamada ha generado cierta sorpresa después de su polémica ausencia en Tokio en el último momento por una lesión leve; Gedeón Guardiola (37), determinante en el bloque central defensivo como correa de transmisión entre el pasado de éxito (junto al desaparecido Viran Morros) y lo que viene; y tres clásicos como Jorge Maqueda (a un mes de los 34), Antonio García (37) y Eduardo Gurbindo (34).

Y en medio de tanta incertidumbre, una certeza: la portería con Gonzalo Pérez de Vargas y Rodrigo Corrales, en la plenitud de su carrera y considerada una de las mejores parejas del mundo por rendimiento y complementariedad.

Además de la República Checa, a España le espera en la primera fase la subcampeona del mundo Suecia (sábado, 20.30) y Bosnia y Herzegovina (lunes, 20.30). Pasan a la segunda ronda las dos primeras con los puntos logrados ante los conjuntos que también la superan. Allí se cruzarán contra los clasificados de los grupos D (Alemania, Austria, Bielorrusia y Polonia) y F (Noruega, Rusia, Eslovaquia y Lituania). Las dos primeras acceden a las semifinales (viernes 28; la final, el domingo 30).

Desde que la selección se colgó su primera medalla en 1996 (plata europea), en 20 de los 33 grandes campeonatos siguientes ha llegado a la lucha por los metales, y en 16 ocasiones lo ha conseguido. Volver a entrar este enero en unas semifinales sería considerado un gran resultado para la campeona de los dos últimos Europeos que llega tan cambiada.

Ian Tarrafeta (Sabadell, 23 años). Central. 13 internacionalidades y 27 goles.

Criado en el vivero del Granollers desde los 12 años, ya lleva dos temporadas en la potente liga francesa (en el Pauc), y a nadie se le escapa que por la progresión y capacidad de liderazgo de este central de enorme talento pasan una parte relevante del futuro a medio y largo plazo de España. Se marchó Entrerríos y entra Tarrafeta.

Agustín Casado (Carboneras, Almería; 25 años). Central. Seis internacionalidades y 12 goles

En el Mundial de hace un año ni figuraba en la preselección de 35 jugadores. Debutó con los Hispanos el pasado marzo, pero su gran 2021 lo han llevado al Europeo y para la próxima campaña ya tiene asegurado un contrato con el Meshkov Brest bielorruso, participante de la actual Champions. Con el Logroño suma 49 tantos en seis encuentros en la Liga Europea (el segundo torneo continental), 26 de ellos al Magdeburgo alemán.

Kauldi Odriozola (Zumaia, Gipuzkoa; 25 años). Extremo derecho. 21 internacionalidades y 72 goles

Desde 2016 en el Bidasoa, él también se irá la próxima campaña de la Asobal. El Nantes francés será su destino tras abonar la cláusula. Su posición parece bien cubierta con Aleix Gómez y Ferran Solé, pero Ribera ha pensado en él también como una baza para el puesto de avanzado en defensas 5:1. En las categorías inferiores fue campeón de Europa júnior en 2016 y del mundo en 2017.

Iñaki Peciña (Irún, Gipuzkoa; 33 años). Pivote. 25 internacionalidades y 19 goles

No todos los debutantes en un gran torneo son veinteañeros. Peciña ya cuenta 33 años. La ausencia de Viran Morros obliga al seleccionador a buscar nuevas variantes y este vasco, desde 2017 en Francia y hoy compañero de Tarrafeta en el Pauc, ofrece la posibilidad de jugar a ambos lados de la pista, evitando así los cambios ataque-defensa.

Chema Márquez (Madrid, 25 años). Lateral izquierdo. Seis internacionalidades y nueve goles

Su primera llamada con España fue en 2017 por una lesión de Cañellas y ya no regresó hasta el pasado noviembre. Este madrileño con estudios de Odontología y un confeso carácter caliente es el segundo máximo goleador de la Asobal (94 dianas) con la camiseta del Granollers. En la 2016/17 y 17/18 acabó en lo alto de la tabla de realizadores con el Guadalajara. Igual que Odriozola, fue campeón de Europa júnior en 2016 y del mundo en 2017.

Miguel Sánchez-Migallón (Ciudad Real, 26 años). Especialista defensivo. 16 internacionalidades y 16 goles

La llamada para unirse a la concentración de Tokio por la lesión de Viran Morros le pilló comprando sábanas en Polonia, adonde se iba para jugar en el Kielce de la familia Dujshebaev tras ocho años en Logroño. Disputó cuatro partidos en los Juegos y su adaptación fue alta en el centro de la defensa. Debutante con España en 2016, no regresó hasta cinco años después.

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