La estrategia entra en juego en el Rally Dakar
KTM y Honda especulan con los tiempos de la etapa en busca de una carambola final: Walkner saldrá 26ª a la especial del jueves para intentar ganar con una remontada mientras Barreda es sancionado pese a lo que saldrá tercero
La estrategia ha entrado en juego en el Rally Dakar. Y, como suele pasar, a unos les ha salido mejor que a otros. Con Jordi Viladoms como director de equipo en KTM y el cinco veces ganador de la carrera Marc Coma como asesor, el equipo austríaco ha apostado por renunciar a la etapa de este miércoles para buscar una posición de salida muy retrasada este jueves. Así es cómo Mathias Walkner, por ejemplo, líder de la general hasta el día anterior, ce...
La estrategia ha entrado en juego en el Rally Dakar. Y, como suele pasar, a unos les ha salido mejor que a otros. Con Jordi Viladoms como director de equipo en KTM y el cinco veces ganador de la carrera Marc Coma como asesor, el equipo austríaco ha apostado por renunciar a la etapa de este miércoles para buscar una posición de salida muy retrasada este jueves. Así es cómo Mathias Walkner, por ejemplo, líder de la general hasta el día anterior, cedió 15 minutos al final de la cronometrada (y ocho en la general, ahora es cuarto). Así tomará la salida este jueves desde la 26ª posición para poder remontar a toda velocidad en un día que se prevé clave para el triunfo final.
A algunos, la de Walkner les pareció una jugada maestra. Había controlado la cronometrada durante los primeros 200 kilómetros o más, pero en los dos últimos puntos de paso, cedió algunas posiciones. Y pareció hacerlo a consciencia. No varió el rumbo previsto, ni cometió ningún error de navegación. Sencillamente, se dejó adelantar por algunos de sus rivales. Volvió a hacerlo en el último tramo, en torno al kilómetro 300. Y lo que aparentemente parecía un mal resultado a dos días del final del Rally, fue celebrado por los suyos. Salir tan retrasado este jueves se considera una magnífica opción para intentar recortar minutos sobre una ruta ya marcada por las roderas de los pilotos que le precederán.
La penúltima etapa se adivina dura, de difícil navegación, y con muchas dunas de todos los tipos y formas posibles en un bucle en torno a Bisha de 345 kilómetros.
La jugada de Walkner la secundó, también, Sam Sunderland (GasGas), que terminó 17º después de ceder 11 minutos; ahora es tercero de la general, a menos de seis minutos del líder, un Adrien Van Beveren (Yamaha) que no especuló lo más mínimo, cuarto este miércoles, a tres minutos del ganador Toby Price (KTM).
“Ojalá sea súper, súper difícil, más de lo que nos habían dicho, porque estamos contando con ello, pero hemos visto que, a veces, te dicen que es muy complicado y luego no lo es tanto. Esperamos que sea complicada y que se abran grandes diferencias, nos vendría bien, porque salimos atrás. Lo importante es que a dos días del final estamos ahí, con dos pilotos con opciones de ganar la carrera y dependemos de que tienen que hacer grandes etapas”, explicó Jordi Viladoms, director deportivo del equipo KTM, en declaraciones al digital Motorsport.
También jugó a la estrategia el equipo Honda, pero no le salió tan bien. No está claro quién decidió cómo hacerlo, pero parece evidente que los dos pilotos mejor situados en la general para terminar en el podio final del Dakar, quisieron también apostar sus cartas de cara a la penúltima etapa. Se trata de Pablo Quintanilla y del español Joan Barreda, segundo y quinto de la general, a cinco y algo menos de nueve minutos respectivamente, tras ser penalizados con uno y dos minutos por exceder la velocidad en un tramo de enlace. La penalización pareció buscada.
Barreda había llegado a la meta en Bisha con el tercer mejor tiempo, lo que le situaba algo más cerca del liderato, pero al mismo tiempo le colocaba en una delicada posición de salida al día siguiente. Nadie quiere asumir la responsabilidad de abrir pista en la etapa más temida de este Dakar. Ocurrió, sin embargo, que el exceso de velocidad no se cometió en plena cronometrada, sino en un enlace, por lo que los comisarios rectificaron y decidieron que la sanción solo afectaría a sus tiempos en la general, pero no a los de etapa. Y, por ende, tampoco al orden de salida.
Todo se les había girado en contra. Ahora, Barreda, por ejemplo tendrá que salir desde la tercera plaza. Y asumir el riesgo de tomar decisiones, junto a Price y Luciano Benavides, que saldrán inmediatamente antes que él, sobre la ruta a tomar. Si la jornada le sale bien, podría asegurarse, por vez primera, un podio final en el Dakar, o incluso ganar la carrera. Pero parece difícil.
Se da la curiosidad de que el de Castellón, de 38 años, ya ha competido toda esta edición al ataque, apremiado por una compleja remontada después de perder 38 minutos el primer día al cometer un error de navegación. La última semana, además, el español ha corrido con una fractura en la clavícula izquierda.
Nunca fue fácil ganar un Dakar. Este último, sin embargo, parece una ruleta rusa. “El que quiera ganar el Dakar lo tiene que demostrar ahora”, sentencia Viladoms.
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