El Real Madrid empieza el año en la inopia
Los blancos pierden tres meses después penalizados por un error grosero de Militão y de nuevo incapaces ante un rival bien abrigado atrás como el Getafe hormigonado de Sánchez Flores
El líder que cerró 2021 en plan mandón empezó el nuevo año de forma vulgar, obtuso y, tres meses después, derrotado. De largo, el peor Madrid desde su caída en Cornellà a principios de octubre, la tarde que activó a los blancos hacia la racha de 15 partidos invictos que acabó este domingo en Getafe.
Arrancó en el Coliseum de despropósito en despropósito en defensa y nunca encontró la...
El líder que cerró 2021 en plan mandón empezó el nuevo año de forma vulgar, obtuso y, tres meses después, derrotado. De largo, el peor Madrid desde su caída en Cornellà a principios de octubre, la tarde que activó a los blancos hacia la racha de 15 partidos invictos que acabó este domingo en Getafe.
Arrancó en el Coliseum de despropósito en despropósito en defensa y nunca encontró la manera de enderezarse. Otra vez chocó contra un conjunto bien refugiado atrás con una zaga de cinco, como ante el Cádiz y Osasuna (las dos únicas cesiones en su tramo victorioso), y con el agravante en esta ocasión de un inicio con tiritona atrás. Carlo Ancelotti no paró de sacudir el árbol tras el descanso, recurriendo incluso a dos extraños como Isco (sin minutos en el último mes y medio) y el pipiolo Peter Federico en busca de soluciones a la desesperada, pero los blancos siempre se movieron a ciegas al sur de Madrid.
Enfrente no andaba ningún pardillo. Al Getafe depresivo que empezó el curso con siete derrotas seguidas le ha echado Quique Sánchez Flores paladas de hormigón para sacarlo del descenso antes de Navidades. Se aprovechó en el comienzo de un Madrid errático y luego supo abrigarse sin necesidad de milagros. En sus últimos cinco duelos en casa, solo un gol encajado.
La pareja de centrales del Madrid empezó en la inopia. El candado de Militão y Alaba del primer trimestre se presentó en Getafe como una puerta abierta para los muchachos locales. A los nueve minutos, con el partido aún sin vida, el brasileño la pifió de mala manera. En la salida de balón, se bloqueó igual que un alevín, incapaz de dársela a Courtois, buscar la solución a un lado o quitársela de encima. Enes Ünal se la birló cuando quiso y afinó ante el portero visitante.
El fallo, lejos de activar al Madrid, agudizó la calamidad de su defensa. Cinco minutos después se vio en otro lío por un pase atrás flojo del central austríaco a Courtois, que este despejó todavía con más flojera. Por suerte para ellos, esta vez a los locales les faltó pericia. Maksimovic se la entregó mansa al meta belga.
El único despertador de los blancos fue Modric, que no quería siestas. Un tiro suyo desviado por Soria inauguró el mejor tramo visitante hasta el descanso, y casi en toda la tarde. A ese intento le siguió un lanzamiento al larguero del balcánico y otro disparo de Kroos que no enganchó bien. Modric tiraba, organizaba y, si hacía falta, quitaba. El Madrid aceleró a su ritmo y al Getafe no le quedó otra entonces que cubrirse. La ventolera, no obstante, pasó rápido y acabó sin daños para los azulones. Al Madrid, con un 78% de posesión a la media hora, le faltaba tino y colmillo.
Hazard, suplente
El líder andaba algo desquiciado, fallón en los pases, sin soluciones en ataque, desnortado en la retaguardia y con Ancelotti agitando los brazos en la banda, molesto por las faltas del Getafe, hasta que terminó tarjeteado. Y pudo ser peor en el descuento, porque Militão, esta vez sí, salvó el segundo con un desvío a un lanzamiento de Aleñá.
El técnico italiano actuó sin demora y agitó el tarro a ver si alguien daba con la tecla, algo que no ocurrió. Este domingo no hubo escapistas. Tras el cuarto de hora de reflexión, cambió la izquierda con los ingresos de Marcelo y Hazard por Mendy y Asensio, respectivamente. Casi la última frase que pronunció Ancelotti en 2021 fue: “Hazard ha vuelto”. Lo dijo después de dos actuaciones potables seguidas como titular, ante el Cádiz y Athletic. Sin embargo, en la primera alineación de 2022, el belga no volvió al once, ni siquiera con Vinicius confinado en casa, y solo apareció cuando el estropicio era serio.
El tratamiento de choque de Carletto no cambió nada. Es más, el Getafe se animó a manejar la pelota y a descontar minutos sin agobios previendo la carga final del Madrid. Ni Marcelo ventilaba ni Hazard aportaba soluciones desde su posición natural. Solo cuando el ex del Chelsea empezó a moverse por el centro en compañía de un rebajado Benzema y con Mariano arriba, los blancos pudieron achuchar a los locales, que no tuvieron problemas en meterse atrás el último cuarto de hora.
Cuenca desvió un cabezazo del francés, Soria se la sacó bien a Casemiro y el portero local se tiró abajo para atajar un cabezazo final de Isco. Al Getafe le sobró orden y mantuvo a raya a un Madrid sin tanta huella de Modric tras el intermedio y que acabó reclamando al VAR por un agarrón a Marcelo. Sentado en el banquillo parte del tiempo de descuento, Ancelotti asumió resignado que los suyos habían alargado las vacaciones navideñas un día más. Toque al líder.
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