Nico Laprovittola: “En la Penya demostré muchísimo lo que valgo”

Nicolás Laprovittola afronta un clásico muy especial. Se enfrenta con el Barcelona al que fue su equipo durante las dos últimas temporadas. Dos jugadores del Real Madrid vivirán la experiencia a la inversa. Hanga y Heurtel, tras su intempestiva salida del Barcelona en enero cuando fue acusado de negociar con el Madrid a espaldas del club azulgrana, visitan por primera vez el Palau vestidos de blanco. El partido de este viernes en el Palau Blaugrana (21.00, DAZN) p...

Nicolás Laprovittola afronta un clásico muy especial. Se enfrenta con el Barcelona al que fue su equipo durante las dos últimas temporadas. Dos jugadores del Real Madrid vivirán la experiencia a la inversa. Hanga y Heurtel, tras su intempestiva salida del Barcelona en enero cuando fue acusado de negociar con el Madrid a espaldas del club azulgrana, visitan por primera vez el Palau vestidos de blanco. El partido de este viernes en el Palau Blaugrana (21.00, DAZN) pone en juego el liderato en la Euroliga. Es el segundo clásico de la temporada después de la final de la Supercopa, disputada el 12 de septiembre en Tenerife, en la que se impuso el Madrid por 83-88. El equipo que dirige Pablo Laso ha recuperado a Anthony Randolph, que reapareció el sábado después de 351 días ausente a causa de una rotura del tendón de Aquiles, y comparece con las bajas de Thompkins, Alocén y Abalde. El Barcelona podría hacer debutar al base-escolta australiano, de 26 años y 1,98 metros, Dante Exum, que firmó el martes un contrato por tres meses, para paliar las bajas de Calathes, Abrines y Higgins. Una prueba para el Barça y para Laprovittola, el base argentino nacido hace 31 años en Morón.

Pregunta. ¿Le da morbo el partido ante el Real Madrid?

Respuesta. Morbo no. Al contrario, me da motivación. En equipos de este nivel uno está demostrando todos los días y este partido va a ser otra demostración más. Me lo tengo que tomar con tranquilidad.

P. Se enfrenta al equipo con el que jugó hasta junio.

R. Ya jugamos en la Supercopa, aunque fue recién empezada la temporada y en cancha neutral. Puede que este clásico tenga más condimento, pero eso lo pondrá la gente en el Palau. Sin duda que nos van a alentar muchísimo. En mi cabeza está pensar lo menos posible en ello. Es un partido muy importante. Nos jugamos el liderato de la Euroliga. Jugamos un partido así contra el Armani Milán unas jornadas atrás y nos dolió mucho perderlo (75-70). Estamos igualados y queremos ser los primeros.

P. Estuvo dos temporadas en el Real Madrid. ¿Le dieron alguna explicación cuando no le renovaron? ¿Lo esperaba?

R. Ya sabía que no continuaría desde enero. No esperé ninguna explicación. Ni me la dieron, ni tenían por qué dármela.

P. Entonces, ¿Cómo lo sabía?

R. Por intuición, pongámoslo.

P. Le reprocharon que no defendía “un pimiento”, y así lo dijo el exdirectivo del Real Madrid, Lorenzo Sanz Durán.

R. Lo leí, lo leí. Y el comentario me lo pasé por… Hay muchas cosas que no hay que escuchar. He jugado en el más alto nivel en las mejores ligas y me parece que si no defiendes no puedes competir. Por algo estuve y estoy hoy también en este tipo de equipos.

Me acusaron de no defender. Hay cosas que es mejor no escuchar

P. ¿Ha cambiado mucho el Madrid?

R. Sí. Su manera de jugar ha cambiado y la importancia de varios jugadores. Tiene mucha calidad en todas las posiciones y un equipo con mucha experiencia. No estoy allí en el día a día, pero se ve en la rotación. Tiene jugadores que físicamente son superiores a muchos rivales. Están focalizando un poco en Tavares, Yabusele y Poirier y esperando que vuelvan Randolph y Thompkins. Tenemos que ponernos a su altura, intentar contrarrestarlos y aprovechar nuestro contrataque.

El Madrid focaliza en sus hombres grandes, Tavares, Yabusele y Poirier. Debemos estar a su altura

P. Le costó mucho cambiar el chip de Madrid al Barcelona.

R. No sé si es un chip, estamos hablando de equipos del mismo nivel, que aspiran a todo. Lo que sí tuve que cambiar fueron hábitos en la cancha, adaptarme a un sistema diferente, a un entrenador y a compañeros diferentes. Lleva su tiempo, pero hoy ya lo tengo todo incorporado.

P. ¿Cómo definiría el momento en que está su carrera?

R. Estoy en un momento muy lindo. Me mantuve en el nivel que quiero estar, en el equipo que quiero estar, voy a pelear por todos los títulos posibles. Y con la selección estamos igualmente compitiendo. Y personalmente, gracias mi mujer y a mi hija, estoy feliz.

P. Ha jugado en diez equipos en 14 años. ¿Cuándo dio el salto cualitativo?

R. Mi etapa en San Antonio me dio una exposición, me ayudó mucho a crecer y a poder ser considerado por los equipos de Europa. Pero, sin duda, durante el año y medio en la Penya (Joventut de Badalona) demostré muchísimo lo que valgo (fue el máximo anotador y el MVP de la Liga en 2019).

P. ¿Qué cambió cuando estuvo con los Spurs en 2016-2017?

R. Allí, en la pretemporada, me di cuenta, concentrado, enfocado y queriendo hacer las cosas con mucho énfasis, que cuando deseo algo lo puedo conseguir, como era quedarme en ese equipo y poder llegar a la NBA.

P. Entonces era un equipo de primerísimo nivel.

R. Aspiraba a jugar finales y para mí fue un honor compartir vestuario con tantas figuras. Obviamente con quien más me apoyaba era con Manu (Ginóbili). Me ayudó muchísimo sobre todo en la pretemporada para pelear y poder entrar en el equipo. Y en la rotación estaba también Garino, que me apoyó e hicimos una amistad muy linda.

P. Poco antes de fichar por el Joventut, cuando quedó relegado en el Zenit San Petersburgo, dijo que estaba “en la mierda”.

R. Sí, es verdad, y con muchas dudas. Por mi cabeza pasaban cosas que no eran buenas ¿no? Me criticaban mucho, no confiaban en lo que yo podía hacer. La vida me ha puesto pruebas por delante y las he superado.

P. ¿Qué sabe de su nuevo compañero Dante Exum?

R. Bueno… me ganó el último partido (Argentina-Australia) y nos dejó fuera de las semifinales de los Juegos Olímpicos, pero… La verdad es que es un jugador con experiencia, tiene físico, mucha energía, intensidad y va a aportar cosas al equipo.

P. Calathes, Higgins, Abrines. ¿Lo están pasando mal con tantas bajas?

R. Parece que no. En estos momentos es cuando se ve lo que es el equipo. Otros jugadores dan el paso adelante. Los que tenemos un rol pasamos a cumplir varios roles. Aparecen jugadores en momentos clave. Este equipo está preparado para tener bajas. Obviamente, hay mayor desgaste y deseamos que vuelvan pronto.

P. Con el Estudiantes y el Joventut promediaba 30 minutos. Con el Madrid y el Barça pasó a 20 minutos.

R. Sí, pero no solo yo. Nadie pasa de esos minutos. Influye en las responsabilidades, en el tiempo que tienes el balón en las manos, sobre todo para alguien en mi posición y con mi estilo de juego.

P. ¿Se ha resignado el jugador en Europa a tener ese límite? En la NBA, los mejores acaparan el tiempo de juego.

R. En la NBA lo harán como quieran, pero acá si no te cuidas y fuerzas la máquina, no terminas la temporada. Es la realidad. Los equipos que quieren competir al más alto nivel, durante los 40 minutos, sin bajar la intensidad en ningún momento, tienen plantillas largas, donde todos entran y aportan y mantienen una exigencia tan alta con la presión, con el físico, con la dureza que se juega en Europa. Si no te cuida el entrenador, el equipo, si no te cuidas vos, es muy difícil soportar una temporada entera por encima de los 30 minutos con semanas con cuatro partidos como la que tenemos la semana que viene.

P. ¿Cuáles fueron sus ídolos de niño?

R. Milanesio fue el primero (legendario base de la selección argentina y del Atenas de Córdoba que se retiró en 2002). Luego jugué con Vitoriano (base argentino que jugó en la ACB y se retiró en 2013), que me ayudó muchísimo, Ginóbili y Pepe Sánchez. Fueron los que siempre miré con mucha admiración.

P. ¿Y ahora?

R. Es difícil. No le sabría decir. Hoy la persona que más me está ayudando es Saras que jugó en mi posición y es un poco en el que me estoy apoyando, pero no hay uno que esté mirando o que quiera copiar como cuando era chico.

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