Vrsaljko enarbola la épica del Atletico
El lateral croata, que jugó de central con la cara partida y tendrá que ser operado, representa la sufrida clasificación para los octavos de final de la Champions y el manual del buen suplente que pregona Simeone
Cuando Ángel Correa ejecutó a Diogo Costa, solo un futbolista del Atlético, de los que había en el campo, no corrió a festejar el 0-2 que comenzaba a cerrar la agónica clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones. Sime Vrsaljko (Rijeka, Croacia; 29 años) se quedó clavado, se llevó las manos a la cara y empezó a descargar con lágrim...
Cuando Ángel Correa ejecutó a Diogo Costa, solo un futbolista del Atlético, de los que había en el campo, no corrió a festejar el 0-2 que comenzaba a cerrar la agónica clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones. Sime Vrsaljko (Rijeka, Croacia; 29 años) se quedó clavado, se llevó las manos a la cara y empezó a descargar con lágrimas la tensión acumulada. Simeone se percató de las emociones que invadieron al croata y se adentró ávido en el terreno de juego para darle un achuchón al jugador que escogió como el gran representante de las dificultades superadas en el estadio Do Dragão. Vrsaljko, lateral derecho, reconvertido a central en Oporto por las ausencias de Savic, Giménez y Felipe, fue el héroe particular de Simeone en una de esas noches en las que cuando con el fútbol no se llega al resultado se llega con la heroica. “Sime jugó todo el segundo tiempo con la cara lastimada”, desveló el preparador argentino, “y su ejemplo hace bien para cuando uno habla con el grupo y le dice a todos que son importantes y que un día aquel que juega menos tiene que jugar”. La prueba a la que fue sometido este miércoles en Madrid ha revelado una fractura del arco cigomático por la que tendrá que ser intervenido, por lo que se pierde el derbi del domingo.
La necesidad de ganar como fuera y los problemas para configurar la defensa convirtieron la trascendental cita de Oporto en una epopeya para el Atlético. Aparecieron todos los condicionantes que generan esos contextos en los que para Simeone importa más la personalidad y la capacidad de sufrimiento que jugar bien con la pelota. La lesión de Luis Suárez antes de cumplirse el primer cuarto de hora, el desplome del equipo y el acoso del Oporto a partir del minuto 20, el gol del Milan y la expulsión de Carrasco agrandaron el triunfo del Atlético a ojos del Cholo. “Mis jugadores volvieron a demostrar personalidad, jerarquía, saber sufrir y saber reponerse a las dificultades. Hubo goles, sufrimiento, grandes atajadas de Oblak… Fue un partido de Champions”, expresó henchido de satisfacción el preparador argentino.
Bajo ese paisaje de dificultad extrema, Vrsaljko aglutinó todo lo que su entrenador idealiza para ocasiones así. Fichado en el verano de 2017, no es la primera vez que este despierta la admiración y el agradecimiento de Simeone. Su permanencia en la plantilla es una mixtura de un mercado que le rechaza y la gratitud del técnico por los servicios prestados en momentos delicados para el equipo. Poco antes de la pandemia, con Trippier lesionado y con Marcos Llorente en el ostracismo, el Cholo aceleró el proceso de recuperación de la grave lesión de rodilla que el internacional croata padeció durante su cesión al Inter de Milán en 2018 y que le mantuvo un año fuera de los terrenos de juego. Con la articulación aun sufriendo para completar el juego completo de movimientos de doblar y desdoblar, Vrsaljko aceptó el reto a sabiendas de que podía exponer su carrera.
Reapareció entusiasta en un partido contra el Málaga (0-0) en enero de 2020 en el Metropolitano y se apreció que ni siquiera le había dado tiempo a coger el toque de balón por las pocas sesiones de entrenamiento que llevaba. Vrsaljko jugó sin estar en plenitud de facultades físicas los seis partidos que se ausentó Trippier, incluido el de ida los octavos de final de la Champions contra el Liverpool (1-0) y la prórroga de la histórica noche de Anfield (2-3) porque el lateral inglés se desfondó en su reaparición. Por ello, cuando Vrsaljko dio positivo por covid en la previa de la final a ocho de Lisboa, Simeone se sintió afligido por su ausencia. “Duele no tener con nosotros a Sime, que hizo muchos esfuerzos y cuando jugó, sin estar aún recuperado de su grave lesión de rodilla, nos dio el corazón”.
Este curso, ante la lesión de hombro de Trippier, Marcos Llorente ha sido el elegido por Simeone para ocupar el carril derecho. Vrsaljko solo había disputado un partido como titular, ante Osasuna. El técnico estuvo dándole vueltas a la alineación de Vrsaljko como tercer central en las horas previas al partido. No terminaba de ver un centro de la defensa sólido con la pareja Kondogbia-Hermoso y colocó al croata en una posición en la que había jugado en alguna ocasión con su selección y esta pretemporada con el Atlético. “Probamos con él en la pretemporada en esa posición porque tiene fuerza, velocidad, cabecea bien y tiene pase largo”, explicó Simeone sobre el jugador que respondió a un partido que demandaba gestos épicos como jugar con la cara partida.
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