Excitación en el Camp Nou

El estreno de Xavi agranda las expectativas de un Barça mermado por las lesiones tras la recaída de Pedri. El Espanyol vislumbra la ocasión de ganar el derbi como visitante por primera vez desde 2009

Xavi y Vicente Moreno, este viernes con las camisetas del Barça y el Espanyol.Alejandro Garcia (EFE)

El derbi llega en buen momento al Camp Nou (21.00, Movistar). Barça y Espanyol están igualados a puntos en la Liga, aunque a los azulgrana les queda pendiente el partido de Sevilla, y las expectativas blanquiazules de ganar en un estadio que les es esquivo desde 2009 son tan comprensibles como las ansias que tienen los barcelonistas por disfrutar de un debut animoso y victorioso de Xavi.

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El derbi llega en buen momento al Camp Nou (21.00, Movistar). Barça y Espanyol están igualados a puntos en la Liga, aunque a los azulgrana les queda pendiente el partido de Sevilla, y las expectativas blanquiazules de ganar en un estadio que les es esquivo desde 2009 son tan comprensibles como las ansias que tienen los barcelonistas por disfrutar de un debut animoso y victorioso de Xavi.

La llegada del técnico y excapitán ha estimulado a un barcelonismo todavía aturdido por la partida de Messi y desconectado por el discurso recurrente de Koeman. El ejercicio de realismo del entrenador neerlandés ha sido sustituido por la máquina de la ilusión que ahora ya no alimenta solo el presidente Laporta sino también el propio Xavi y hasta un futbolista de 38 años que no debutará hasta enero como es Dani Alves.

La hinchada ha salido de casa para amenizar las presentaciones de los hijos pródigos y se supone que concurrirá en buen número al derbi después de algunas jornadas de decaimiento, espantada desde la derrota contra el Madrid. Hay un entrenador de consenso y una idea que funciona como eslogan a la espera de ser probada en la cancha, sobre todo en partidos exigentes como se supone que será la visita del Espanyol.

“Hemos sido muy pesados con los futbolistas a la hora de transmitir qué pretendemos”, argumenta Xavi en un discurso sereno, convincente y que genera confianza. “Me siento más tranquilo que cuando era jugador”, agrega. “La presión es para mí. Las sensaciones son buenas. No se puede fallar. Tenemos que ganar hasta pelear por los títulos. Veremos hasta dónde llegamos”, remata Xavi.

El plan no es de fácil aplicación si se tiene en cuenta la nómina de lesionados del Barça, agravada por las recaídas de Pedri —se estima que puede estar ausente un mes— y de Dembélé. Al técnico le será difícil apostar por jugar con dos extremos si apenas cuenta con tres delanteros y la pretendida intensidad está por ver después de que el equipo flojee en las dos áreas, especialmente en la propia, ya que ha concedido más goles que el Espanyol: 15-13. Xavi no renuncia en cualquier caso a ordenar, colocar y orientar mejor al Barça.

Hay excitación en el Barcelona y también en el Espanyol. Aunque no han ganado todavía en campo contrario, los blanquiazules derrotaron al Madrid y solo perdieron en la prolongación contra el Atlético después de uno de los partidos más largos de la Liga. Juega el equipo de Moreno de forma compacta, funciona como un bloque solidario y trabajado y cuenta con jugadores en racha como Raúl de Tomás.

El delantero se acaba de estrenar como internacional y ha marcado en las últimas cinco jornadas: siete goles en total, uno más que el azulgrana Memphis. El dinamismo de Darder y el atrevimiento de Embarba sobresalen por lo demás en un equipo sin grandes defectos ni tampoco grandes virtudes, muy coral y en franca progresión desde julio de 2020, cuando firmaron el descenso en el partido disputado precisamente en el Camp Nou.

La línea del Espanyol ha sido ascendente de la misma manera que el Barça ha caído hasta de la zona Champions. Ante dos trayectorias opuestas, los blanquiazules aspiran a romper la racha de malos resultados en feudo azulgrana: 11 visitas sin puntuar y una última victoria que se remonta a los tiempos de Lo Pelat, febrero de 2009, cuando De la Peña marcó los dos goles —uno de cabeza— del colista en casa de Guardiola.

Ausente Messi, pesadilla blanquiazul, autor de 25 goles en 35 partidos, Moreno únicamente está preocupado porque no sabe “con qué Barcelona” se va a encontrar después del cambio en el banquillo, ahora ocupado con un entrenador inédito en la Liga después de su experiencia en Qatar. Xavi debutará como técnico en un derbi al igual que Cruyff en 1988. Aquel 3 de septiembre, el Barça ganó por 2-0 y la novedad se llamó Milla. Hay expectación por ver qué hará Xavi. El derbi se presenta en buena hora, dispuestos ambos equipos a aprovechar su punto de fiebre en el recuperado Camp Nou.

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