El viaje de Bale con Gales: 45 minutos en el campo y tres semanas más de baja por lesión
El futbolista del Real Madrid, que acababa de reincorporarse a los entrenamientos antes del parón, regresa a Valdebebas con el sóleo derecho tocado
Gareth Bale sonreía el sábado después del partido que Gales ganó a Bielorrusia (5-1). Su selección se colocaba un paso más cerca de la repesca para el Mundial de Qatar y él acababa de alcanzar las 100 internacionalidades en el estadio de Cardiff, su ciudad. “Es un día que no olvidaré nunca”, dijo. Jugó solo los primeros 45 minutos, que le dejaron tocado el gemelo derecho, donde a su vuelta a España una inspección del Real Madrid ha encontrado una lesión en el sóleo que se estima que pueda dejarle de nuevo fuera de circulación alrededor de tres semanas.
Aunque el sábado, después del encu...
Gareth Bale sonreía el sábado después del partido que Gales ganó a Bielorrusia (5-1). Su selección se colocaba un paso más cerca de la repesca para el Mundial de Qatar y él acababa de alcanzar las 100 internacionalidades en el estadio de Cardiff, su ciudad. “Es un día que no olvidaré nunca”, dijo. Jugó solo los primeros 45 minutos, que le dejaron tocado el gemelo derecho, donde a su vuelta a España una inspección del Real Madrid ha encontrado una lesión en el sóleo que se estima que pueda dejarle de nuevo fuera de circulación alrededor de tres semanas.
Aunque el sábado, después del encuentro con Gales no hizo referencia alguna a esas molestias: “Me sentí bien. Necesito coger la forma, que no es fácil, pero el plan era que jugara 45 minutos, quizá 60. Pero pensamos que 45 era suficiente. Teníamos el control del partido”, dijo. Su selección se había ido al descanso con una ventaja de 2-0.
Los días siguientes, Bale desapareció de las sesiones de trabajo con el grupo y este martes no participó en el Gales-Bélgica (1-1), en el que tampoco estuvieron ni Thibaut Courtois ni Eden Hazard, liberados por Roberto Martínez después de que los belgas certificaran su clasificación para Qatar. Entonces, el Real Madrid ya sabía que el galés sufría una dolencia en el gemelo, pero desconocía el alcance exacto, sobre el que no ha emitido parte médico por deseo del futbolista.
El viaje de Bale con su selección ya había generado cierta incomodidad en el club. El jugador acababa de recibir el alta médica después de haber jugado su último partido de blanco el 28 de agosto, 66 minutos contra el Betis. De ahí se había ido a otro parón con Gales y al regreso, en el entrenamiento previo al partido contra el Celta del 12 de septiembre, el primer día que pisaba el Bernabéu en meses, se lesionó en los isquios. De esa dolencia es de la que se acababa de recuperar antes de este último viaje a Cardiff. Le dio tiempo a completar dos entrenamientos con el grupo, pero Carlo Ancelotti, por precaución, decidió no convocarlo para el encuentro contra el Rayo Vallecano en casa.
El día antes de ese encuentro, el entrenador italiano explicó que el club estaba obligado a permitir el viaje del futbolista con su selección —”Si el equipo nacional le llama, tenemos la obligación de mandarlo”, dijo—, pero que el envío llevaría adosado un informe “explicando muy bien lo que ha pasado”. Ancelotti confiaba en la prudencia de la federación galesa: “Creo que ni el club, ni el equipo nacional de Gales, ni el jugador van a tomar ningún riesgo”, dijo ese día. “Irá con Gales y evaluarán si está para jugar o no”.
Jugó, ganó, fue homenajeado (Gales disputará la repesca para el Mundial), y ahora vuelve al gimnasio y a las camillas de los fisios de Valdebebas durante otras tres semanas. Si se cumplen esos cálculos internos del club, podría estar listo para recibir al Inter el 8 de diciembre en el Bernabéu. A los 32 años, con el Madrid esta temporada ha jugado 200 minutos de 1.440, menos del 14%.
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