Badosa sigue agrandándose
La española dinamita a la número dos del mundo, Sabalenka, con un parcial de 10 juegos (6-4 y 6-0) en su estreno en el torneo maestro: “Tengo mucha hambre”
Ha transcurrido casi un mes, 25 días exactamente, desde que Paula Badosa tocase el cielo en Indian Wells y lograse allí un título catártico que le señala como toda una realidad. Sin embargo, parece no haber paréntesis entre lo que aconteció en el desierto californiano y lo que sucede ahora en la altura mexicana porque en Guadalajara, a 1.566 metros, la pegada de la catalana sigue haciendo estragos y en su primera aparición en el torneo lanzó un inequívoco mensaje: 6-4 y 6-0 (en 1h 16m) a la dos del mundo,...
Ha transcurrido casi un mes, 25 días exactamente, desde que Paula Badosa tocase el cielo en Indian Wells y lograse allí un título catártico que le señala como toda una realidad. Sin embargo, parece no haber paréntesis entre lo que aconteció en el desierto californiano y lo que sucede ahora en la altura mexicana porque en Guadalajara, a 1.566 metros, la pegada de la catalana sigue haciendo estragos y en su primera aparición en el torneo lanzó un inequívoco mensaje: 6-4 y 6-0 (en 1h 16m) a la dos del mundo, Aryna Sabalenka. “Tengo mucha hambre”, proclamó.
Va a por todas Badosa, que después de mucha emoción y mucha novedad, de comprobar cuál es también el peaje de una gran victoria como la del mes pasado, mantiene la estupenda dinámica de esta temporada y sigue agrandándose. Esta vez, con la misma templanza con la que derribó a Victoria Azarenka, descosió a la feroz Sabalenka, a la que le endosó un parcial de 10 juegos consecutivos y, por tanto, dinamitó desde el punto de vista anímico. Instalada ya en el top-10 mundial, Badosa empieza a imponer respeto.
“Confío en que mi techo esté muy alto, la verdad”, contesta cuando se le plantea hasta dónde puede llegar. “Tengo muchas ganas de mejorar cada día, quiero ganar. Mi vida ha cambiado muy rápido, porque ahora tengo muchos ojos detrás, pero creo que el día a día ha sido muy bueno”, observa en referencia a su aterrizaje en el torneo y a la posterior preparación, nada fácil porque en Guadalajara la pelota sale disparada y es difícil de controlar, compitiendo en unas circunstancias incomparables respecto al resto del calendario.
Cuenta Badosa que al llegar a tierras mexicanas hizo una “pequeña” pretemporada de diez días y que mentalmente reseteó, y que una de las claves de su crecimiento está en saber sufrir en todos los torneos. “No me permito no hacerlo”, precisa la española, que este curso elevó su primer título profesional (Belgrado) y ha ascendido 60 puestos en el ranking, del 70º al 10º. Ante Sabalenka, que rompe cada bola, se corrigió y pese el 2-4 adverso de partida, se levantó. Su plan, subraya, era guerrear de tú a tú y eso se tradujo en una apuesta de riesgo.
“Ir a por ello, pensar en grande”
Eso sí, mucho más sofisticada que la de la bielorrusa, todo vértigo, puro fuego siempre. Badosa firmó un golpe ganador menos (14-15) durante el turno nocturno, pero incurrió en la mitad de errores prácticamente (19-31).
“Me dije: ‘tienes que estar a su nivel, agresiva; juega como ella, a ver cómo va’. Fue a por ello en vez de esperar, y me salió un gran partido”, celebró, centrada ya en el duelo de este sábado con la griega Maria Sakkari, superior a la polaca Iga Swiatek (6-2 y 6-4) y con la que se medirá por primera vez en su carrera. Lo hará habiendo tumbado a cinco top-10, poderosa contra las fuertes: Barty (Charleston), Swiatek (Tokio), Sabalenka (Cincinnati y Guadalajara) y Krejcikova (Indian Wells).
“Espero alcanzar las semifinales, siempre he pensado en grande”, incide. “Soñaba con estar aquí, con las mejores y realmente deseo ganar cada partido”, concluye la tenista, nacida en Nueva York y criada en Begur, cuartofinalista este año en Roland Garros y semifinalista en citas como Madrid, Lyon o Charleston.
Muguruza, por la supervivencia
Debutó con magnífico pie ella, mientras Garbiñe Muguruza, derrotada el primer día por la checa Karolina Pliskova en un durísimo cruce, debe remar a contracorriente y enmendarse la próxima madrugada (2.30, Teledeporte/DAZN) contra Barbora Krejcikova, que le ha superado en los dos últimos encuentros (Cincinnati y Nueva York) y ante la que saltaron chispas la última vez que se vieron. “Ha sido poco profesional”, le afeó la española en septiembre, al entender que su adversaria había hecho una maniobra antideportiva yéndose al vestuario para romper el ritmo del partido y abortar su remontada.
“Me sentí humillada por una campeona de Grand Slam, algo que no había visto nunca”, le recriminó la checa, magnífica jugadora que se coronó en junio en Roland Garros. “Me ha tocado un grupo difícil, de grandes pegadoras a las que esta pista y condiciones les favorecen, pero daré el máximo y, pase lo que pase, me iré de aquí habiéndolo dado todo”, anticipa la número cinco de la WTA, ganadora este año en Dubái y Chicago. “Saldré a hacerme con el partido. Sigo supermotivada porque creo que jugué bien [contra Pliskova] pese a perder”, subraya Muguruza.
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