Rayo y Celta se anulan
El equipo vallecano firma un empate que le deja con 20 puntos en la tabla ante un rival que se siente fuerte a domicilio
Faltó el gol en Vallecas entre Rayo y Celta, que ofrecieron un rendimiento desigual por fases, sin alardes, con destellos del talento que atesoran, pero también sin capacidad para imponerse al rival. Fue a más el equipo gallego, que acabó en el área de su rival después de algunos tramos de sufrimiento. La exigencia del calendario quizás marcó el rendimiento futbolístico, desde luego lo hizo desde las decisiones técnica en las alineaciones....
Faltó el gol en Vallecas entre Rayo y Celta, que ofrecieron un rendimiento desigual por fases, sin alardes, con destellos del talento que atesoran, pero también sin capacidad para imponerse al rival. Fue a más el equipo gallego, que acabó en el área de su rival después de algunos tramos de sufrimiento. La exigencia del calendario quizás marcó el rendimiento futbolístico, desde luego lo hizo desde las decisiones técnica en las alineaciones. El Rayo, que jugará contra el Real Madrid el sábado, guardó de inicio a Trejo. El Celta hizo lo propio con Iago Aspas. La visita del Barcelona a Balaídos, también en la jornada sabatina, aparece en su horizonte en la Liga.
El partido avanzó perezoso y entre precauciones. Falcao e Isi dieron un primer aviso en una doble ocasión de gol al filo del cuarto de hora. El colombiano está incisivo, pero el Celta se defendió con firmeza y con un excelente Dituro bajo palos. No encontró, sin embargo, la profundidad hasta que empezaron a encontrar a Brais Méndez y Denis Suárez por dentro. Por el camino Santi Mina se marchó lesionado con problemas musculares mediada la primera parte. Coudet recurrió entonces a Solari y evitó darle a Aspas más minutos de los que tenía previstos.
El Rayo fue más cuando pudo robar tras presión y se lanzó a correr. Así tuvo Fran García la ocasión más clara, en un ataque por oleadas, quizás el único en el que se apreció ese estilo agresivo que hace fortuna esta campaña en el cuadro vallecano. Como plan alternativo intentaron sacar fruto de los centros al área, suerte en la que la zaga celeste atesora una larga tradición de desastres. Toparon con el portero.
A partir de la seguridad de Dituro empezó a crecer el Celta en el partido. La entrada de Nolito le dio otro aire porque además sirvió para recomponer piezas. Con más tiempo de balón en los pies, el equipo celeste movió al rival y empezó a encontrar espacios. Pudo aprovecharse también de la querencia del Rayo por cometer faltas en zonas peligrosas, pero le faltó puntería a los gallegos. Dimitrevski frustró un libre directo de Brais Méndez y el último intento de Iago Aspas se estrelló en la barrera.
Al final el punto supo bien a ambos. El Celta se siente fuerte a domicilio, donde sólo ha caído en dos de las seis salidas que lleva en esta Liga, en el Bernabéu y en Elche. El problema lo tiene en Balaídos, donde ganó por la mínima, y sobre la bocina, al Granada, pero cayó ante las otros cinco oponentes que le visitaron. El Rayo vive más tranquilo porque ya tiene 20 puntos, media salvación tras apenas doce jornadas.
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