Badosa emula a Conchita Martínez
La española accede a las semifinales de Indian Wells al batir a Kerber (6-4 y 7-5) y sigue la estela de la aragonesa en el desierto. Encara a Jabeur y bordea el ‘top-20’
Este 2021, a buen seguro, marcará un antes y un después en la trayectoria de Paula Badosa, que arrancó el curso en una prometedora línea ascendente que progresivamente se ha ido disparando hacia arriba. Desde el desierto californiano, que en clave española ha sido testigo esta semana de las caídas en la primera ronda de Garbiñe Muguruza o Carlos Alcaraz, la catalana (23 años) lanza otro aviso: está ahí...
Este 2021, a buen seguro, marcará un antes y un después en la trayectoria de Paula Badosa, que arrancó el curso en una prometedora línea ascendente que progresivamente se ha ido disparando hacia arriba. Desde el desierto californiano, que en clave española ha sido testigo esta semana de las caídas en la primera ronda de Garbiñe Muguruza o Carlos Alcaraz, la catalana (23 años) lanza otro aviso: está ahí y se eleva con fuerza. Partió la temporada como la 72ª y tras la victoria lograda esta pasada madrugada contra Angelique Kerber (7-5 y 6-4) ya es la 20ª, con la final de Indian Wells a tiro. El obstáculo, Ons Jabeur.
Cuando el pasado 12 de agosto anunció que cerraba su colaboración con Javier Martí, el preparador que le calzó los muelles hace año y medio para convertirse en una competidora de verdad, se interpretó que la maniobra podía suponer un paso atrás en el desarrollo de una tenista que reúne un buen puñado de condimentos para lucir en las cotas altas, pero a la que le faltaba rodaje y diversas aristas por pulir. Sin embargo, Badosa se subraya de nuevo y disputará la quinta semifinal del año tras las que disputó en Lyon, Charleston, Madrid y Belgrado. Esta vez, lo hace en Indian Wells, plaza mayor.
Se debe retroceder a 2003 para dar con la última española que alcanzó esta cota del torneo, cuando lo consiguió Conchita Martínez. La aragonesa, entrenadora actual de Muguruza, cedió entonces contra la belga Kim Klijsters, aunque en el 92 (Seles) y en el 96 (Graf) llegó a progresar hasta la final del evento, uno de los más distinguidos del calendario y que este año se celebra a estas alturas –tradicionalmente es en marzo, y en 2020 fue cancelado– por las circunstancias pandémicas.
Además de igualar su mejor registro en un WTA 1000 –la segunda categoría, por detrás de los Grand Slams–, este ejercicio Badosa alzó su prime título como profesional (Belgrado), alcanzó los cuartos de final en Roland Garros, su tope en un gran escenario y ha ido dejando varias muescas de relevancia como sus victorias contra la número uno, Ashleigh Barty (en la arena de Charleston), la tres, Aryna Sabalenka (Cincinnati) o la ocho, Iga Swiatek (Tokio). No era tampoco sencillo el abordaje de Kerber, una veterana (33) que luce en su palmarés tres grandes.
“Esto significa mucho para mí, es increíble. El segundo set ha sido muy mental”, manifestó tras el partido, que selló con suspense puesto que dispuso de un 5-2 y dos bolas de partido a su favor.
Dirigida ahora por Jorge García, al que conoce desde la adolescencia, su magnífico rendimiento no solo le concede la oportunidad de lograr un resultado histórico en el Valle de Coachella, sino que además le propone la posibilidad de clasificarse para el Masters femenino que se disputará del 10 al 17 de noviembre en Guadalajara (México). De paso, un triunfo en el duelo (5.00, Teledeporte) contra la tunecina Jabeur (7-5 y 6-3 a Anett Kontaveit) le permitiría ser la octava española que ingresa en el top-20 del circuito tras Arantxa Sánchez Vicario (1ª), Muguruza (1ª) Conchita (2ª), Carla Suárez (6ª), Anabel Medina (16ª), Magüi Serna (19ª) y María José Martínez (19ª).
Por la otra plaza en la final, medirán sus fuerzas la próxima madrugada Victoria Azarenka y Jelena Ostapenko.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.