El Atlético renace de un baño del Milan

El conjunto italiano se adelanta con un gol de Leão y da un repaso en la primera media hora al equipo de Simeone, que consigue meterse en el partido tras la expulsión de Kessié y remontar al final (1-2)

El penalti de Luis Suárez que dio la victoria al Atlético (1-2) en San Siro contra el Milan.DANIELE MASCOLO (Reuters)

Un Milan orgulloso, dueño del partido hasta la expulsión de Kessié a la media hora de juego, tuvo contra las cuerdas al Atlético de Madrid, ganador en los últimos minutos desde el lustroso plantel que maneja Simeone. Con uno menos, el conjunto italiano cayó por desgaste, pero antes había avasallado con una primera media hora fascinante y después resistió hasta el último suspiro.

Milan is back, anunció la hinchada en un mosaico que cubrió la curva sur de San Siro. Y siete...

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Un Milan orgulloso, dueño del partido hasta la expulsión de Kessié a la media hora de juego, tuvo contra las cuerdas al Atlético de Madrid, ganador en los últimos minutos desde el lustroso plantel que maneja Simeone. Con uno menos, el conjunto italiano cayó por desgaste, pero antes había avasallado con una primera media hora fascinante y después resistió hasta el último suspiro.

Milan is back, anunció la hinchada en un mosaico que cubrió la curva sur de San Siro. Y siete años después de su último partido de Copa de Europa en San Siro, el conjunto del osado Stefano Pioli desplegó un vendaval que arrasó al Atlético en la primera media hora. Rugía la grada, extasiada viendo a su equipo maltratar al campeón español bajo la piel que le hizo dominar el fútbol europeo a finales de los años ochenta. Una presión agobiante y unas transiciones verticales a cada robo de pelota, casi siempre provocados por la lentitud de los centrocampistas del Atlético y pérdidas groseras generalizadas.

No salía el Atlético de su campo, zarandeado y sin capacidad de respuesta. Intimidado por el poderío físico de Kessié y amedrentado por la cintura y el pase fino de Brahim Díaz. El malagueño hasta se impuso en varias disputas que transformó en conducciones que tensaron a Felipe y a Giménez. En una de ellas, corta y explosiva, plantó a Leão frente a Oblak. El esloveno salió vencedor desviando el disparo con la pierna. En la siguiente jugada, continuación del saque de esquina, Brahim sacó los colores a Koke en el lateral del área y su centro atrás lo esquinó Leão con un disparo raso que superó a Oblak. Explotó San Siro, que revivió tiempos gloriosos.

En ese ritmo frenético que impuso el Milan, el Atlético quedó retratado. Eran dos equipos de cilindradas tan distintas que no parecían jugar al mismo deporte. No se imponían ni Kondogbia ni Koke para dormir el juego y la velocidad necesaria para hacer daño en ataque cuestionaba si Luis Suárez está para esta clase de partidos de alto voltaje.

Enterrado por el ambiente y apisonado por el juego local, la expulsión de Kessié por doble amarilla le abrió el partido al Atlético, que iba camino de un repaso histórico. Un saque largo del meta Maignan fue suficiente para que Leão abochornara a Giménez y Felipe con un control y una chilena que se estrelló en el larguero. El asistente levantó la bandera, pero de haber entrado el acrobático disparo el VAR podría haber concedido el gol. A partir de ese susto, Simeone empezó a tirar del lujoso fondo de armario que reservó. Inmediato fue el cambio de João Félix por Trippier. Pioli se protegió retirando a Rebic y metiendo a Tonali. Al descanso se fue el Atlético rumiando una volea fallida de Luis Suárez.

La exhibición de músculo en el banquillo no tuvo tregua por parte del Atlético. Simeone metió a Lodi y De Paul, a los que terminaría sumando a Griezmann y a Lemar. Todo un arsenal ofensivo que tuvo que enfrentarse a otro Milan, ahora ya desparramando toda la cultura defensiva y de manejo de los tiempos del calcio.

Un cabezazo franco de Luis Suárez mal dirigido, un disparo lejano de Kondogbia y una incursión de João Félix culminada con un derechazo que la espalda de un defensor milanista rondaron el empate. Defendía el Milan como podía, jaleado por su hinchada, enfervorizada con cada despeje o cada cruce que evitaba la progresión del Atlético.

Metido en campo contrario, esperando que entre tanto talento junto, por primera vez coincidieron Griezmann y João Félix, se encendiera una bombilla, la igualada llegó a seis minutos del final. Con el Milan ya jadeando, Lemar le descubrió un pasillo a Lodi. Y al centro del brasileño acudió Griezmann para cazarlo de volea. El primer tanto del francés desde su regreso fue un alivio para el Atlético. También le vendrá bien para su autoestima al delantero galo.

Ya lanzado a por la victoria, con el Milan en la lona, aunque Giroud dio un susto, Kalulu rebañó una pelota con la mano en una disputa con Lemar en el área. El colegiado señaló penalti y lo ratificó el VAR. Suárez no falló y certificó una victoria sufrida porque el Milan primero puso el fútbol y después su estirpe de club grande.

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