Guardado: “Hoy los jugadores hacemos 20.000 tonterías”

El centrocampista mexicano, uno de los capitanes del Betis, vive la 15ª temporada en el fútbol europeo y aspira a jugar su quinto Mundial

Guardado, uno de los capitanes del Betis, posa en el Benito Villamarín.Alejandro Ruesga

Andrés Guardado (Guadalajara; México; 34 años) afronta su quinta temporada como capitán del Betis. Emblema del fútbol mexicano, 167 veces internacional, se ilusiona con disputar su quinto Mundial, en Qatar 2022, analiza los cambios de la Liga en su 15ª temporada en Europa y todavía se enfada cuando no juega. El Betis recibe hoy (22.00, Movistar) al Real Madrid.

Pregunta. Usted nació el año del Mundial de México en 1986.

Respuesta. Yo nací justo después del Mundial, en septiembre. Es un año es...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Andrés Guardado (Guadalajara; México; 34 años) afronta su quinta temporada como capitán del Betis. Emblema del fútbol mexicano, 167 veces internacional, se ilusiona con disputar su quinto Mundial, en Qatar 2022, analiza los cambios de la Liga en su 15ª temporada en Europa y todavía se enfada cuando no juega. El Betis recibe hoy (22.00, Movistar) al Real Madrid.

Pregunta. Usted nació el año del Mundial de México en 1986.

Respuesta. Yo nací justo después del Mundial, en septiembre. Es un año especial para los apasionados del fútbol, con Maradona campeón del mundo. Ese año apareció el pequeño Andrés allá por Guadalajara.

P. ¿Ese pequeño Andrés sigue teniendo como objetivo disputar su quinto Mundial en Qatar?

R. Sí, claro, por supuesto. Trato de hablarlo con mesura porque sé que con esta edad tienes que ir paso a paso, año tras año, casi mes a mes. Y más por mis antecedentes porque sufrí en mi carrera muchas lesiones musculares. Pero quiero que México haga algo diferente. En los cuatro Mundiales que jugué caímos en los octavos.

P.¿Le faltan títulos?

R. Pues sí, está claro. El fútbol se juega para ganar cosas y yo he estado en equipos, salvo en Holanda con el PSV, que no podían disputar la Liga. Con el PSV gané dos Ligas, pero no he podido disputar la Liga con el Deportivo, el Valencia o el Betis ante la presencia de Madrid, Barcelona y Atlético. Es casi imposible. Pero a lo largo de mi carrera he ido agarrando mis pequeños campeonatos, como yo digo. Por ejemplo, haber ganado dos veces seguidas en el Bernabéu, ganar en el Camp Nou jugando muy bien o hacerlo ante el Milan en San Siro. Ganarle 3-5 al Sevilla en mi primer derbi también fue importante para mí. No son títulos, lógicamente. Pero me han proporcionado una gran satisfacción personal.

P. ¿Tras 11 temporadas disputadas en la Liga, cómo ve ahora la competición española?

R. Creo que nunca cambiará el papel de favorito del Madrid y del Barcelona, pero sí he observado un proceso que tiende a la igualdad de la competición, aunque con matices. Ha aparecido el Atlético y alguno más se va a acercar. En mis primeros años sentía que había una cierta igualdad que desembocó luego en una diferencia abismal con el Barcelona de Guardiola y el Madrid de Mourinho, con Messi y Cristiano intratables. La Liga eran ellos dos solos. Luego llegó el Atlético, pero tengo que decir que fuera de esos tres equipos la Liga ha crecido. Antes estaba más marcada la diferencia de ir a jugar un campo de los de abajo. Ahora sacar puntos de cualquier escenario es complicado. Los equipos han mejorado mucho en el aspecto táctico y físico.

P. ¿Ve algo especial en este Madrid?

R. Hay jugadores que marcan época, pero el Madrid siempre sigue. Veo que individualidades como Benzema o Vinicius son las que acaban marcando las diferencias.

P. ¿Es cierto que estuvo a punto de fichar por el Madrid?

R. Pues sí. Un año antes de fichar por el Deportivo, tras el Mundial 2006 de Alemania. Llegó al Atlas una oferta para ir al Castilla. Yo jugaba de lateral izquierdo y el Madrid buscaba un sustituto de Roberto Carlos. Les llamé la atención en el Mundial y la idea era jugar en el Castilla y entrenar con el primer equipo, para ir pasando poco a poco. Yo estaba como loco por ir, pero el Atlas vio que yo había jugado un Mundial y no me iba a dejar ir para jugar en el Castilla. Aunque fuera el Madrid, no lo veían. También los entiendo, querían una venta importante, que llegó un año después con la oferta del Deportivo.

P. ¿Por qué en 2017 decide fichar por el Betis tras ganar dos Ligas en el PSV?

R. Fue un tema de revancha personal. Me fui del Valencia con un estatus que no me gustó. Jugué muchos partidos allí, pero de lateral, no había sido tan protagonista como en el Deportivo. Siento que perdí el crédito que había ganado en el Deportivo más allá de que jugara bastante en Valencia. En Alemania con el Leverkusen no me fue bien y terminé en Holanda. Es una Liga menor, pero triunfé. Pero cuando salió la oportunidad de jugar en el Betis me sentía maduro y quería demostrarme a mí mismo que todavía podía jugar con 30 años con los mejores y en la Liga española.

P. ¿Se sigue enfadando cuando no juega?

R. ¡Claro! Bromeo mucho con Joaquín al respecto. Uno siente cuando ya esto no le importa. No es solo estar bien físicamente, es que te duela estar o no estar. Nos pasa a los dos aunque él es un caso casi único en el fútbol. Es un bendito, tiene 40 años y está tocado por algo divino.

P. ¿Cuál es la mejor virtud que debe tener un entrenador?

R. Creo que la mejor virtud de un entrenador hace 15 años no es la misma que ahora. Los jugadores hemos cambiado mucho. Los jóvenes de ahora no son como antes. Antes había mucho más respeto, las jerarquías estaban más marcadas. Había reglas no escritas en el vestuario y en el campo que se cumplían. Ahora todo ha cambiado. Por eso la mejor virtud de un entrenador es saber manejar a un vestuario. Tener involucrados a un grupo de muchachos que tras terminar un partido están todos enganchados al teléfono. Eso no ocurría cuando yo empecé. La chamba de un entrenador depende de los resultados y para eso debe manejar el vestuario. En mis inicios el entrenador no tenía tanto trabajo en ese aspecto, era algo más táctico. Hay 20.000 tonterías que hacemos ahora los futbolistas que los técnicos deben tener en cuenta.

P. Coincidió con Depay en el PSV, ¿qué le parece su llegada al Barcelona?

R. Es una gran aportación para Liga. Coincidí con él muy jovencito, con 18 años, y ya era un líder. Tiene muchísimo carácter y es muy ambicioso. Confía mucho en sí mismo, eso lo hace temible. Más allá de que tenga alguna carencia, él se considera el mejor y eso le ayuda muchísimo. Él se cree el mejor y es buenísimo.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Más información

Archivado En