Nilofar Bayat: “Los talibanes han empezado a ir casa por casa para identificar a la gente; no van a tener piedad”
La capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas, rescatada de Kabul por el Ejército español, relata desde la base de Torrejón su huida del país
Nilofar Bayat pasó su primera noche en España después de muchas horas de desvelo, en el aeropuerto de Kabul y en la larguísima travesía aérea con escala desde Afganistán a Torrejón, donde fue alojada provisionalmente junto al resto de refugiados de su país que huyen de los talibanes. Atiende por teléfono a EL PAÍS, nada más recuperar la cobertura de su móvil. Habla un inglés excelente, es comprensiva, amable y su tono de voz es de alegría. Dice que no sabe dónde recalará, a...
Nilofar Bayat pasó su primera noche en España después de muchas horas de desvelo, en el aeropuerto de Kabul y en la larguísima travesía aérea con escala desde Afganistán a Torrejón, donde fue alojada provisionalmente junto al resto de refugiados de su país que huyen de los talibanes. Atiende por teléfono a EL PAÍS, nada más recuperar la cobertura de su móvil. Habla un inglés excelente, es comprensiva, amable y su tono de voz es de alegría. Dice que no sabe dónde recalará, aunque todo apunta a que será Bilbao, pero que seguirá jugando al baloncesto. “Por supuesto, es parte de mi vida”.
Pregunta. ¿Después de tantos días de tensión, cómo se encuentra?
Respuesta. Ahora mi marido y yo estamos bien, todavía un poco descolocados pero contentos por haber podido salir de Afganistán y de estar en España.
P. ¿Cómo fueron sus últimos días en Kabul?
R. Terribles. Nunca en mi vida había pasado por algo parecido, pasé mucho miedo. Éramos miles los que queríamos salir de allí, escapar de los talibanes. Antonio [Pampliega] consiguió que nos dieran los papeles para salir, pero el aeropuerto era un caos, resultaba imposible entrar, estuvimos horas esperando para poder hacerlo y era muy peligroso. Fueron los soldados alemanes los que nos dejaron pasar al interior del aeropuerto, pero no encontrábamos a nadie que nos dijera qué teníamos que hacer. Parecía que volaríamos en un avión alemán, pero al final nos localizaron de la embajada de España. Llevábamos horas con muchísimo calor, sin comida y sin bebida. Al final, el segundo día pudimos volar.
P. Si se hubieran quedado, ¿hubiera temido por su vida?
R. Ya temía por ella. Los talibanes han empezado a ir casa por casa para identificar a la gente. No van a tener piedad.
P. ¿Qué significa para un afgano la toma del poder por parte de los talibanes?
R. Es una catástrofe, es terrible para todos. Hace veinte años que habían desaparecido del poder y en ese tiempo, el país había progresado mucho, las mujeres podíamos llevar una vida diferente. Yo jugaba al baloncesto con total libertad, mi marido también, estudié Derecho… Todo eso se ha ido a la basura. Son veinte años de retroceso de golpe.
P. ¿Cree que en un futuro podrá volver a su país?
R. No puedo pensar ahora en eso, espero que sí, pero en este momento estamos en España, que es lo mejor que nos podía pasar.
P. ¿Qué papel ha jugado el periodista Antonio Pampliega en su salida de Kabul?
R. Ha sido fundamental. Antonio es una gran persona, le quiero muchísimo. Ha salvado mi vida y la de mi marido. Ha movido todo lo que ha podido para que salgamos de allí, y también lo está intentado con otras personas. Le conocí hace algunos años en Kabul, y es increíble. Tengo muchas ganas de volver a verle.
P. ¿Conoce algo de España?
R. La verdad es que conozco poco, pero sólo por el hecho de que nos hayan acogido a mí y a mi marido me parece un lugar maravilloso. La gente con la que he estado aquí, en Torrejón, me ha parecido muy acogedora y amable. No han podido portarse mejor con nosotros. Siempre estaré agradecida a este país.
P. ¿Quiere volver a jugar al baloncesto en silla de ruedas o ahora está pendiente de otras cosas?
R. Claro que quiero. El baloncesto es parte de mi vida, y por supuesto que quiero volver a jugar.
P. ¿Sabe que ha tenido ya algunas propuestas para jugar en equipos españoles?
R. Sí, lo sé y estoy muy agradecida de que se hayan interesado por mí. Cuando bajamos del avión, me habló el ministro [Félix Bolaños], y me comentó que había un equipo de Albacete que quería que fuera a vivir a su ciudad, pero también sabía que en Bilbao me habían hecho otra propuesta, que fue la primera que me llegó, por lo que les estoy muy agradecida. No sé qué decir a tanto interés.
P. ¿Conoce Albacete o Bilbao?
R. No, pero me gustará conocerlas en cuanto pueda. Primero creo que estaremos en Madrid y luego veremos qué hay que hacer.
P. ¿Tiene alguna preferencia?
R. No. Todavía no conozco nada, sólo lo suficiente como para decir que éste es un país maravilloso y que estamos muy contentos de estar en él. Lo que tenga que pasar, pasará.
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