Las guerras entre sus dirigentes tienen en vilo a un fútbol español en crisis

Florentino Pérez y Laporta recrudecen su tormentosa relación con Tebas en un momento de agobio financiero en una Liga que pierde a sus estrellas y se ve superada por la economía de la Premier y el PSG

Florentino Pérez, en un partido de baloncesto en Madrid en mayo.Juanjo Martín (EFE)

El fútbol español tirita por todos los costados en el peor momento posible. Por la crisis económica tan grave que sufre debido a los efectos de la pandemia, la salida de sus estrellas y las guerras intestinas entre sus dirigentes que acaban en los tribunales. No le falta de nada a un escenario nada optimista a las puertas de una nueva temporada que arranca este viernes repleta de incertidumbres, cada vez con menos referentes sobre el césped y a rebufo d...

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El fútbol español tirita por todos los costados en el peor momento posible. Por la crisis económica tan grave que sufre debido a los efectos de la pandemia, la salida de sus estrellas y las guerras intestinas entre sus dirigentes que acaban en los tribunales. No le falta de nada a un escenario nada optimista a las puertas de una nueva temporada que arranca este viernes repleta de incertidumbres, cada vez con menos referentes sobre el césped y a rebufo de otros grandes torneos europeos, especialmente la Premier, que le han tomado la delantera con varios cuerpos de diferencia.

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Lejos quedan aquellos tiempos, en el principio de este siglo, en los que LaLiga se pavoneaba por el continente con su dinero y sus jugadores, coronada, además, por una España campeona del mundo por primera vez en su historia. Entre 2006 y 2018, Real Madrid y Barcelona levantaron ocho de las 13 Champions a lomos de dos gigantes como Cristiano y Messi. El primero ya se marchó a Italia hace tres cursos sin que haya sido todavía sustituido en el Bernabéu y el segundo cerró este martes su fichaje por el PSG, el nuevo mastodonte de la industria, enchufado a los millones del Estado de Qatar para juntar a cuantas estrellas quiera. La grave crisis financiera del Barcelona, iniciada hace años y agudizada por el bicho, empujó al astro argentino a París en una salida traumática por lo emocional y lo deportivo, y con efectos que van más allá del Camp Nou. Al campeonato español ya no le queda ninguno de los iconos planetarios del negocio. Hace dos meses también se marchó Sergio Ramos. Los blancos siguen suspirando por Mbappé a 20 días del cierre del mercado, pero el músculo infinito del PSG reduce las opciones.

La tesorería de los clubes españoles, de pequeños y mayores, da poco de sí. Por las consecuencias de la covid, la poderosa competencia de los nuevos reyes (el PSG y toda la Premier en su conjunto) y hasta por la pujanza de la Bundesliga, ejemplo de crecimiento sin desembolsos galácticos. En la 2019/20, el campeonato alemán desbancó a la Liga como la segunda competición de fútbol con más ingresos, según Deloitte. A la cabeza, cómo no, Inglaterra.

Mientras el Barça ficha a coste casi cero y el Madrid, que la campaña pasada se quedó sin comprar a nadie por primera vez desde 1980, no tiene pensado gastar un euro (Alaba vino tras acabar su contrato con el Bayern) salvo que pueda ejecutar la compra de Mbappé, en Inglaterra el dinero circula con alegría. El City se dejó en un jugador muy prometedor, pero aún por confirmarse como Jack Grealish 117 millones, el Chelsea se prepara para pagar unos 110 por Lukaku y el United, tras abonar 85 por Jadon Sancho, desembolsó 50 por Varane al Real Madrid, que se encuentra en modo venta para suavizar los efectos del coronavirus.

El Madrid demanda a Tebas en otro episodio de la guerra civil en los despachos y el dirigente de LaLiga carga contra las “continuas amenazas” de Florentino Pérez

Los euros no corren por las venas del fútbol español. La crisis es muy grave; tanto, que la patronal ha acudido a un fondo de inversión para conseguir financiación inmediata. La solución de LaLiga que dirige Javier Tebas fue un acuerdo con CVC, una operación que ha evidenciado dos problemas serios: la demostración de que los clubes, que llevan un año y medio con los estadios cerrados, necesitan liquidez de forma urgente, y la guerra civil en los despachos.

El Real Madrid, apoyado por el Barcelona, se opone de forma radical a este acuerdo, que debe ser ratificado el jueves en la Asamblea de LaLiga (son necesarios 33 apoyos de 42), y el martes anunció, antes incluso de que se produzca la votación, que lleva el caso a los tribunales. El club blanco comunicó que acometerá “acciones legales, tanto civiles como penales”, contra el presidente de la patronal, Javier Tebas, el responsable del fondo, Javier de Jaime, y el propio CVC. Y advirtió, además, de que emprenderá los pasos judiciales que considere oportunos para “anular los posibles acuerdos que adopte la Asamblea”.

Entiende el club merengue que el beneficio que aportaría un acuerdo con el fondo CVC (2.668 millones, a devolver en préstamos sin intereses a 40 años, por la cesión del 10,95% de los derechos de la competición para el próximo medio siglo) sería mucho menor que el dinero que cada club de Primera y Segunda podría meter en caja sin la entrada del fondo de inversión.

En todo caso, el debate económico sobre la conveniencia de una operación cortoplacista de este tipo en un momento de grave crisis financiera (Italia y Alemania la rechazaron) ha derivado en otro episodio muy agrio del enfrentamiento entre Tebas y Florentino Pérez. “El método amenazante que desde hace años utiliza FP en privado lo traslada ahora a lo público. Clubes e instituciones llevamos años soportando sus amenazas. Desde 2015 contra la venta centralizada, las impugnaciones constantes de acuerdos, la Superliga... El Real Madrid merece más”, escribió el máximo dirigente de la patronal en Twitter nada más conocer que Pérez lo llevará a los tribunales.

Un enfrentamiento personal que viene de largo, con un recorrido judicial amplio, y que se une al rifirrafe que ya mantuvo Tebas hace una semana con el presidente azulgrana Joan Laporta (el acuerdo con el fondo llegó a plantearse como parte de la solución para la continuidad de Messi en el Barça) y que abre todavía más las costuras malheridas del fútbol español porque llueve sobre mojado. En los últimos meses, a cuenta de la Superliga europea que aún defienden Madrid y Barcelona, y ahora por la posible entrada de este fondo. En la Liga, los goles y las estrellas han dejado paso a los pleitos y las cajas vacías.

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