Rayo-Girona, final por el ascenso a Primera
El Leganés se puso 1-0 ante los vallecanos, pero un gol en propia puerta acabó con sus aspiraciones para acabar perdiendo (1-2)
El Rayo jugará contra el Girona la final por el ascenso a Primera, que tendrá lugar los próximos días 13 y 20 de este mes. El equipo vallecano supo sufrir en el primer tiempo para luego respirar y lograr un triunfo ante el Leganés (1-2) que le mete en la antesala de la Primera División haciendo todavía mejor el 3-0 de la ida. Rayo y Girona jugarán una final que se iniciará en Vallecas el próximo sábado (21.00 horas), de la que saldrá el acompañante de Espanyol y Mallorca en LaLiga Santander.
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El Rayo jugará contra el Girona la final por el ascenso a Primera, que tendrá lugar los próximos días 13 y 20 de este mes. El equipo vallecano supo sufrir en el primer tiempo para luego respirar y lograr un triunfo ante el Leganés (1-2) que le mete en la antesala de la Primera División haciendo todavía mejor el 3-0 de la ida. Rayo y Girona jugarán una final que se iniciará en Vallecas el próximo sábado (21.00 horas), de la que saldrá el acompañante de Espanyol y Mallorca en LaLiga Santander.
El Leganés lo hizo casi todo bien en la primera mitad. Fue valiente y atrevido, jugando con velocidad y logrando un gol que le dio muchas esperanzas. Sin embargo, perdió empuje en la segunda mitad, hasta el punto de que el Rayo le dio la vuelta al marcador a medida que los locales fueron perdiendo empuje. Todo se truncó para el Leganés en una jugada en la que fue protagonista Sergio. Primero hizo la falta que acabó rematando en su propia portería para plasmar el 1-1. El Leganés, ya sin fuerzas, notó el impacto del empate. Se derrumbó y permitió que el Rayo, mucho más entero y relajado, remontara con un tanto de Andrés Martín. El equipo de Andoni Iraola, que se metió en las eliminatorias como el sexto clasificado y perdiendo ante el Lugo el último partido de la liga regular, ya está en la final. Asier Garitano, que regresó al banquillo del Leganés, no pudo cumplir con el objetivo de devolver a los madrileños a la máxima categoría después de su descenso en la pasada temporada.
Si una forma de intentar superar un resultado tan adverso como un 3-0 es intentarlo con la intensidad y el ritmo con el que comenzó el partido el Leganés. Claro que no solo con intensidad se puede remontar. Es necesario jugar bien al fútbol y tener verticalidad y precisión. Asier Garitano, consciente del mal partido de sus jugadores en Vallecas, le cambió la cara al equipo con la entrada de cuatro futbolistas nuevos, Omeruo, Rubén Pardo, Rober Ibáñez y Bua, y, sobre todo, haciendo que estos jugaran a un ritmo difícil de controlar para el Rayo. Además, el Rayo es un equipo que sufre cuando no tiene el balón. Y eso hizo el Leganés. Se lo quitó para lanzarse en tromba sobre la meta de Luca Zidane.
A los seis minutos, Rubén Pardo lanzaba una falta con peligro tras una acción en la que Saveljich vio la tarjeta amarilla. Luca Zidane detuvo un gran disparo de Miguel poco después y a los 11 minutos Rober Ibáñez marcaba el 1-0 dentro del área tras una gran jugada del Leganés. El equipo de Garitano se intentó rebelar contra su sino ante un Rayo que aprendió a sufrir. A los 21 minutos, Ibáñez volvió a realizar una gran jugada con un disparo que salió fuera por poco. Solo en el tramo final de la primera parte respiró algo el Rayo. Se permitió incluso una jugada en ataque con un buen disparo de Trejo que salió fuera por poco.
El Rayo controló la situación en la segunda mitad. Dejó de sufrir al mismo tiempo que se le escapaban las fuerzas a un Leganés que acabó rindiéndose después del gol en propia puerta de Sergio. Ahí acabó la semifinal, puesto que el 3-0 de la ida pesaba ya como una losa. Andrés Martín hizo el segundo y los 1.500 espectadores que volvieron a Butarque despidieron al Leganés con una ovación. El Leganés tendrá que volver a intentar el ascenso la próxima campaña.
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