Laporta asiente con Koeman, que sigue como entrenador del FC Barcelona
El entrenador holandés continuará la próxima temporada después de salir “reforzado” tras las conversaciones con el presidente del Barcelona
Las ganas del entrenador han podido con las dudas del presidente y Ronald Koeman seguirá ocupando el banquillo del Camp Nou. El mercado de técnicos no ofrecía muchas alternativas y Joan Laporta ha optado por respetar el año de contrato que le queda al técnico después de un periodo de reflexión en el que ha redactado un manual de instrucciones para el héroe de Wembley 1992. El Barcelona deberá ser un equipo “ofensivo, con mentalidad ganadora, intenso y...
Las ganas del entrenador han podido con las dudas del presidente y Ronald Koeman seguirá ocupando el banquillo del Camp Nou. El mercado de técnicos no ofrecía muchas alternativas y Joan Laporta ha optado por respetar el año de contrato que le queda al técnico después de un periodo de reflexión en el que ha redactado un manual de instrucciones para el héroe de Wembley 1992. El Barcelona deberá ser un equipo “ofensivo, con mentalidad ganadora, intenso y que presione, además de cuidar los detalles”, observó Laporta después de matizar que su junta no es tan atrevida como para sugerir un sistema de juego a Koeman. A juicio del presidente, el entrenador sale “reforzado”, está “muy motivado” y “llevará al club por los caminos del éxito” una vez los jugadores ya saben que les conviene ganar títulos porque la derrota tendrá consecuencias en el vestuario.
Laporta ha jugado con el cargo de Koeman hasta el pleno de la junta celebrado ayer, cuando le ratificó y le pidió disculpas si le había incomodado por la espera: “El comportamiento de Ronald ha sido impecable”, afirmó el presidente del Barça. A falta de Johan Cruyff y renovado Pep Guardiola por el Manchester City, Laporta ha metabolizado el libro de estilo del cruyffismo —refrendado con la incorporación al área deportiva de Jordi Cruyff— y no ha encontrado a un entrenador capaz de ponerlo en práctica que no sea Koeman. No hay una alternativa y, por otra parte, el finiquito del holandés suponía una factura de unos 13,5 millones, carga que el club hubiera podido “asumir” en caso necesario, según Laporta.
Aunque se ha sentido menospreciado por la junta, Koeman aspira a ganarse al vestuario y al barcelonismo, orgulloso y convencido como está de que conectará con la hinchada cuando acuda al Camp Nou. Asegurarse la continuidad ha supuesto mucho desgaste para un técnico ahora mismo débil ante los jugadores que capitanea Leo Messi. Koeman entiende, sin embargo, que su ambición y orgullo le permitirán remontar la situación y defender la obra de la pasada temporada, en que sin más fichaje que el de Dest ganó la Copa, apostó por la cantera y cambió el ánimo de Messi. El próximo paso del consejo es ampliar el contrato del 10 y renovar la plantilla en la línea emprendida con las salidas de Luis Suárez, Rakitic y Arturo Vidal.
El punto de encuentro
La crítica situación económica impedirá que Laporta despida a los futbolistas que le apetecería por la misma regla de tres que ha tenido que resignarse a que siga Koeman. El mensaje del presidente era claro: “Se acabó un ciclo después de perder la Liga de forma incomprensible”. El derrumbe del equipo después de caer con el Granada y el absentismo de los jugadores, así como la actitud contemplativa del técnico, irritaron tanto al presidente que quiso prescindir de Koeman. Y el propio entrenador holandés, que el último día señaló a la plantilla por no estar a la altura del club, llegó a afirmar incluso que había mejores entrenadores que él para el Barça.
Las dos partes han acabado por coincidir después de estar distanciados: Koeman exigía “confianza absoluta” y Laporta un equipo ganador en la Liga con aspiraciones en la Champions. Ambos se dan tiempo sin que se sepa muy bien si se puede cambiar la dinámica con el mismo entrenador sentado en el banquillo del Camp Nou. El mensaje del presidente, en cualquier caso, ha sido cada vez más favorable al técnico holandés a medida que han aumentado las conversaciones: “El diálogo va muy bien, no lo descartéis”, empezó por decir; “se ha abierto un período de reflexión para unificar criterios que ha sido muy bueno”, añadió después; “yo me siento muy cómodo con el entrenador”, remató Laporta, contento por “haber conocido a fondo” a Koeman.
El presidente ha cedido y al entrenador le han podido más las ganas que el trato y el dinero —el contrato no se ha tocado— en su obsesión por volver a triunfar en el Barça. Igual que a Laporta. A ambos les unen las ansias por demostrar que tienen un gen ganador, después de haber protagonizado dos de las mejores épocas del Barça. La diferencia es que ahora ya no está Johan Cruyff sino su hijo Jordi, “un comodín”, palabra que se le escapó a Laporta a la hora de definir el papel que tendrá en el Barça.
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