Alcaraz da otro bocado a la historia

El español (6-4, 6-2 y 6-4 a Basilashvili) es el tenista más joven en la tercera ronda de París en 29 años

Alcaraz celebra su triunfo contra Basilashvili en París.CAROLINE BLUMBERG (EFE)

Nada más ponerle el lazo al segundo set, Carlos Alcaraz toma asiento y pela un plátano porque es la hora de merendar, aunque en París ya suenan las cuberterías porque esto es Francia y aquí se cena pronto y bien. El murciano mira al cielo, comprueba que las cuatro gotas que caen no son más que un pequeño desahogo de las nubes después de dos días de bochorno, y después sigue haciendo de las suyas para sellar la victoria frente a Nikoloz Basilashvili: 6-4, 6-2 y 6-4, tras 1h 55m. Lo hace el murciano todo como si llevase media vida ...

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Nada más ponerle el lazo al segundo set, Carlos Alcaraz toma asiento y pela un plátano porque es la hora de merendar, aunque en París ya suenan las cuberterías porque esto es Francia y aquí se cena pronto y bien. El murciano mira al cielo, comprueba que las cuatro gotas que caen no son más que un pequeño desahogo de las nubes después de dos días de bochorno, y después sigue haciendo de las suyas para sellar la victoria frente a Nikoloz Basilashvili: 6-4, 6-2 y 6-4, tras 1h 55m. Lo hace el murciano todo como si llevase media vida en el circuito, pero no. En realidad, tan solo ha metido la cabeza. Tiene 18 años y 29 días.

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Y así, con ese desparpajo y esa naturalidad, con ese tenis de rompe y rasga que acapara miradas y elogios, sigue dándole mordiscos a la historia. Si con el triunfo en la primera ronda del torneo contra Bernabé Zapata ya se convirtió en el español más joven en ganar un partido en París, por delante del mismísimo Rafael Nadal, el segundo bocado obliga de nuevo a la revisión de los libros de historia. Porque Alcaraz, el niño bonito del tenis mundial, se convierte con esta segunda victoria en el tenista más joven que accede a la tercera ronda del grande francés desde que lo consiguiera el ucraniano Andrei Medvedev (17 años y 281 días) en 1992. Son veintinueve años de eso.

De estirón en estirón, el español continúa respondiendo a las expectativas que genera desde que deslumbrase como júnior, quemando etapas a todo gas y derribando puertas sin llamar. Él simplemente juega, no pide permiso. Los tomos también dicen que no había un jugador tan precoz en la tercera ronda de un Grand Slam desde que el propio Nadal (17 años y 243 días), allá por 2004, diecisiete años ya de aquello en Melbourne, batiera al francés Thierry Ascione y se citase con el fiero Lleyton Hewitt, quien marcó el punto final de su recorrido. Alcaraz, pues, sigue progresando y seduciendo.

Eso sí, nada de campanas al vuelo, que para eso está ahí Juan Carlos Ferrero, su entrenador, y le repite una y otra vez que no tenga prisas porque la tierra exige una dosis extra de cabeza fría y el chico, un polvorilla dentro y fuera de la pista, quiere terminar a veces los puntos por un camino excesivamente rápido. “Tranquilo, Charlie, tranquilo”. Y mientras, Basilashvili, un veterano de 29 años que tiene cinco trofeos de la ATP en casa y ocupa el 31º puesto del ranking, le sacude a la bola rabioso porque el jovencito con acné está pintándole la cara.

Así que cuando va ya dos sets por detrás, hace una zorrería y detiene el partido solicitando la atención médica porque se encuentra mareado. No le vale de nada. Alcaraz, nadalizado con la camiseta sin mangas que le ha asignado la firma deportiva que le patrocina para la irrupción en París, sigue apretándole y exhibiendo recursos desde el fondo de la línea: movilidad, timing, derecha y revés para aburrir. Agallas, también. Lo advierte: poco o nada le importa quien esté enfrente ni lo que haga. Él va a lo suyo y no rehúye en ningún momento el cuerpo a cuerpo que le propone el georgiano, que acaba pagando cara la artimaña y pese a haber logrado un break, se va completamente de vacío. Ni las raspas le ha dejado el intrépido murciano, día a día alza.

Federer protesta al árbitro, este jueves en París.Clive Brunskill (Getty Images)

Sucede todo en la Pista 14, donde las gradas están todo lo llenas que permiten la organización y estos tiempos de limitaciones necesarias. Alcaraz, el más joven del cuadro principal y citado el sábado con Jan-Lennard Struff, lo celebra con un pelotazo que sale directamente hacia la Chatrier, allí donde se le aguarda más pronto que tarde. Allí, en la central, Roger Federer (39), el que más velas ha soplado de todos los competidores masculinos presentes en París, ha perdido antes los nervios porque el árbitro Emmanuel Joseph le ha pitado un warning (advertencia) por retrasarse a la hora de ir a restar.

“¿Que estoy jugando demasiado lento? Voy de una esquina a otra, no lo estoy haciendo a propósito...”, protesta el campeón de 20 grandes. “Yo te he dejado hablar antes, ahora escúchame tú a mí”, sigue el suizo en un intercambio que se prolonga durante dos minutos. “No he visto que Marin [Cilic] estaba en su posición No sabía que de alguna manera le estaba metiendo prisa, y por eso le he pedido explicaciones. Luego, cuando he vuelto a la silla tras el juego, lo he entendido. Siento haberlo hecho”, se disculpa caballeroso, con un 6-2, 2-6, 7-6(4) y 6-2 que le guía hacia un encuentro con el alemán Dominik Koepfer.

“NO ME SORPRENDE, CONFÍO MUCHO EN MÍ”

Durante la atención a los periodistas, Alcaraz —el tercer juvenil que accede a la tercera ronda junto a los italianos Yannik Sinner (19) y Lorenzo Musseti (19)—, expresó: “Esto no me sorprende, porque sé de mis capacidades y confío mucho en mí mismo. Es una virtud que tengo y estoy demostrándolo. Puedo mostrar este carácter siempre, es una virtud que tengo y estoy demostrándolo”.

El chico afirmó estar “muy concentrado” estos días –“al final, el estar encerrado en el hotel te ayuda”– y que ha mejorado en una serie de cosas que no venía haciendo bien. “Estoy afrontando los partidos de forma muy serena y también gestionando muy bien las emociones. Si no sabes controlarte a ti mismo… El primer partido tienes que ganártelo a ti mismo y después al otro. Esto significa muchísimo para mí, me dice que estoy haciendo las cosas bien”, valoró.

Y al ser preguntado sobre por qué se disculpaba al retirarse de la pista, contestó: “La gente me pedía la toalla, fotos o la muñequera, pero por la situación en la que estamos no podemos acercarnos al público. Han sido de gran ayuda y estoy muy agradecido de que puedan estar ahí”.

Este jueves también avanzó Novak Djokovic (6-3, 6-2 y 6-4 Pablo Cuevas) y este viernes el programa ofrece tres partidos con representantes españoles. Paula Badosa se enfrenta a Ana Bogdan en el último turno de la Simonne Mathieu (la jornada arranca a las 11.00, Eurosport); Pablo Carreño interviene justo antes en esa misma pista y el malagueño Alejandro Davidovich se mide a primera hora con Casper Ruud en la Pista 14.

Consulta los Resultados de la jornada / Orden de juego del viernes.

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