Busquets: “En cualquier jugada nos hacen gol”
Koeman se queja de la falta de intensidad tras el descanso y el centrocampista lamenta la fragilidad defensiva durante todo el torneo
Quedaba un minuto para que acabara el duelo y el Barça, en las botas de Messi, sacó un córner. Se esperaba el sprint y la presencia de Ter Stegen en el área rival porque el equipo se jugaba el triunfo y sobre todo la Liga. Pero el alemán no subió y Koeman tampoco se lo pidió, ejemplo de la falta de fe del equipo, incapaz de doblegar a un Levante al que le cogió la delantera por dos ocasiones. “Los partidos duran 90 minutos. No hemos defendido bien y es muy decepcionante; creo que es la...
Quedaba un minuto para que acabara el duelo y el Barça, en las botas de Messi, sacó un córner. Se esperaba el sprint y la presencia de Ter Stegen en el área rival porque el equipo se jugaba el triunfo y sobre todo la Liga. Pero el alemán no subió y Koeman tampoco se lo pidió, ejemplo de la falta de fe del equipo, incapaz de doblegar a un Levante al que le cogió la delantera por dos ocasiones. “Los partidos duran 90 minutos. No hemos defendido bien y es muy decepcionante; creo que es la primera vez que no ganamos después de tener dos goles de ventaja. Es difícil entender el porqué”, argumentó Ronald Koeman con cara de pocos amigos a pie de césped. “Es dificilísimo de explicar”, ahondó después en la rueda de prensa al tiempo que repiqueteaba sin cesar la mesa con los dedos, señal de que el nerviosismo le iba por dentro.
Aunque, a falta de que revise el encuentro en su despacho de la ciudad deportiva, el técnico del Barcelona sí que descifró a la carrera el motivo de la pifia, una más en un curso de lo más irregular. “Es difícil explicar lo visto porque hemos hecho una buena primera parte y luego en la segunda hemos perdido la intensidad y hemos cometido muchos errores”, admitió. Y abundó: “El equipo debía aguantar, pero perdimos la intensidad. Y luego es muy difícil de cambiar porque das muchos ánimos al contrario”. Tantos que el Levante logró realizar 13 remates en el segundo tiempo. Algo parecido vio Busquets, que jugó con una protección tras fisurarse la mandíbula en el duelo anterior ante el Atlético. “El fútbol exige dominar las dos áreas. Y cuando no lo haces puede salir cara o cruz, y en esta ocasión ha salido cruz. Pero es que en cualquier jugada nos hacen gol. Nos afecta mentalmente y a los rivales les da alas”, razonó, al tiempo que con desgana agregó: “Hemos podido marcar más goles y hemos pagado los errores porque nos marcan goles muy fácil. No solo ha sido en este partido. Es duro reconocerlo pero es la realidad”.
Tampoco atinó Koeman con los cambios. El primero fue exigido porque Araujo se lesionó de nuevo del tobillo izquierdo y el técnico apostó por situar a Sergi Roberto de central, posición desconocida para el comodín azulgrana por antonomasia. E hizo aguas, con dos entregas erróneas nada más pisar el césped, dormido cuando Melero le ganó la posición para marcar el primer gol del Levante. El segundo llegó tres minutos más tarde, después de una pérdida de Messi. “Tras el 2-2, hemos tenido una buena reacción, pero después de marcar hemos vuelto a defender mal. Han tenido demasiada facilidad y conceder tres goles en media parte no es normal ni el nivel del Barcelona”, se quejó Koeman, que, como siempre, se autoproclamó el mayor culpable... Aunque en esta ocasión con letra pequeña entre las líneas. “El máximo responsable siempre es el entrenador. Pero también me preguntó qué hemos hecho en el descanso porque hemos hablado de mantener la intensidad. Pero no lo he logrado porque hemos bajado mucho... Nos vamos tocados, muy decepcionados, porque siempre tuvimos nuestras esperanzas”.
El futuro del técnico
Devolvió Koeman a Sergi Roberto al medio pero poco después sentar a Dembélé —”ha creado mucho peligro y defensivamente ha estado bien. Puede jugar ahí”, sentenció el preparador—, único en generar peligro por el costado, artífice de un tanto y una asistencia. Y el Levante hizo diana. “Ahora nos quedan pocas opciones”, admitió Busquets; “es culpa nuestra. A veces de colocación, de mentalidad, de precisión… La chispita que tuvimos para recortar puntos ahora no se está viendo”. Koeman le dio la razón: “Es más complicado. Debíamos ganar los últimos tres partidos... [cerrados con un triunfo, un empate y una derrota]. Es muy complicado”. Y Busquets fue más lejos: “El punto nos sabe a poco porque prácticamente queda sentenciada la Liga, al menos para nosotros”.
El runrún sobre el futuro de Koeman sigue. “La continuidad siempre se cuestiona. Entiendo perfectamente que tengan preguntas después de esta segunda parte”, cerró.
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