Mal de altura en la Liga española
El Madrid y el Barcelona han fallado en el momento decisivo para alcanzar un liderato en la clasificación que el Atlético administra con los 50 puntos sumados en medio campeonato
A falta de tres jornadas para acabar la Liga, separados cuatro equipos por seis puntos, cualquier pronóstico es válido si se tienen en cuenta los resultados de los aspirantes al título en los tres últimos partidos: Atlético, Barça y Sevilla solo han sumado cuatro puntos sobre nueve en juego por cinco el Real Madrid.
El equipo de Zidane concedió un empate con el Sevilla que le impidió alcanzar la cabeza por su mejor diferencia de goles con el Atlético. Los azulgrana tampoco consiguieron ...
A falta de tres jornadas para acabar la Liga, separados cuatro equipos por seis puntos, cualquier pronóstico es válido si se tienen en cuenta los resultados de los aspirantes al título en los tres últimos partidos: Atlético, Barça y Sevilla solo han sumado cuatro puntos sobre nueve en juego por cinco el Real Madrid.
El equipo de Zidane concedió un empate con el Sevilla que le impidió alcanzar la cabeza por su mejor diferencia de goles con el Atlético. Los azulgrana tampoco consiguieron descabalgar al Atlético en el Camp Nou después de fracasar en su anterior asalto al liderato contra el Granada. Y la racha del Sevilla acabó en San Mamés.
Así se explica que el Atlético pueda administrar la renta de los 12 puntos que acumuló en una primera vuelta parecida a la que firmó el Madrid de Mourinho en 2011-2012 o el Barça de Tito Vilanova en 2012-2013, cuando cantaron el alirón con 100 puntos —a mitad de camino el plantel de Simeone totalizaba 50—.
La clasificación y también el calendario juegan en favor de los rojiblancos, que reciben a la Real Sociedad y Osasuna y visitan a un equipo que compite por eludir el descenso como es el Valladolid. Al Madrid le avala su ventaja en la diferencia de goles respecto al Barcelona y al Atlético y por contra le aguardan tres adversarios fuertes como Granada, Athletic y Villarreal. Tampoco son menores los contrarios del Barça: el Celta no renuncia a Europa y Levante y Eibar aspiran a permanecer en Primera División. Y el Sevilla se enfrentará a adversarios muy diferentes como Valencia, Alavés y el Villarreal.
El comportamiento de los candidatos a ganar el torneo está siendo irregular por las muchas variables de la temporada: el criterio del VAR, especialmente controvertido cuando se juzga una mano en el área, y también el factor campo, que ha dejado de ser decisivo por la ausencia de público en los estadios: el Barça ha perdido hasta 16 puntos en el Camp Nou por 15 el Madrid en Valdebebas.
En un campeonato desfigurado, el Barcelona solo ha contado un punto en sus duelos con el Barça y el Atlético —cinco si se suman los dos ante el Sevilla— a pesar de contar con Messi, pichichi con 28 goles. A expensas tanto de Madrid como del Atlético, viven los azulgrana en la incertidumbre, pendientes de la continuidad del 10 y con dudas sobre Koeman pese a tener contrato hasta 2022.
Tampoco parece muy claro el futuro de Zidane después de la derrota europea contra el Chelsea. El técnico siempre ha valorado más la Liga que la Champions. No ocurre lo mismo con el Atlético, siempre familiarizado con Simeone, ni con el Sevilla, que ha cogido vuelo con Lopetegui como apuesta de Monchi, siempre protagonista en Nervión.
La profundidad de las plantillas diseñadas por los directores deportivos puede ser decisiva en un momento de mucho cansancio de la misma manera que la gestión emocional influirá después de los instantes de frustración vivida por los cuatro colocados en la lucha final por la Liga. A falta de autoridad y jerarquía futbolística, el título está en el limbo por más que el favorito sea el Atlético. Ni Madrid ni Barça le han desbancado cuando han podido.
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