Irene Lozano deja el CSD a los 14 meses de asumir su presidencia
La secretaria de Estado, cuarta responsable del Deporte en cuatro años, irá en la lista del PSOE a la Asamblea de Madrid para las elecciones del 4 de mayo
Irene Lozano (Madrid, 49 años) dejará el próximo martes de ser presidenta del Consejo Superior de Deportes, y con cierto hastío, los dirigentes federativos españoles, que contemplan con preocupación el paso del tiempo, comprueban que les empiezan a faltar dedos en la mano para contar cuántos secretarios de Estado para el Deporte han conocido mientras estaban en el cargo.
Y recuerdan que en los anteriores Juegos, los de Río 2016, todavía estaba en el cargo Miguel Cardenal, al que, aún con...
Irene Lozano (Madrid, 49 años) dejará el próximo martes de ser presidenta del Consejo Superior de Deportes, y con cierto hastío, los dirigentes federativos españoles, que contemplan con preocupación el paso del tiempo, comprueban que les empiezan a faltar dedos en la mano para contar cuántos secretarios de Estado para el Deporte han conocido mientras estaban en el cargo.
Y recuerdan que en los anteriores Juegos, los de Río 2016, todavía estaba en el cargo Miguel Cardenal, al que, aún con el Gobierno de Mariano Rajoy, sustituyó José Ramón Lete hasta 2018, quien con la victoria de Pedro Sánchez en la moción de censura fue sustituido por María José Rienda. La exesquiadora estuvo dos años, hasta enero de 2020, cuando Pedro Sánchez, tras ganar las elecciones, nombró a Irene Lozano, procedente de la secretaría de Estado de España Global (marca España).
“Y faltan cuatro meses para los Juegos de Tokio y allí estará un sexto…”, afirma un presidente de federación que se hace eco del sentir general de sus colegas. “Y se va Lozano dejando en el aire una serie de asuntos abiertos, tan importantes como la Fundación España Global, aún no constituida 11 meses después de su anuncio, que iba a crear una plataforma única después de asumir todos los derechos televisivos de los deportes minoritarios, que pertenecen ahora a LaLiga de Javier Tebas; como la Ley del Deporte; como la Ley antidopaje, cuyo anteproyecto fue aprobado por el consejo de ministros en octubre… Temas que, según sus promesas, iban a dar la vuelta al deporte español. Y no sabemos quién la sustituirá ni cuánto sabrá de deporte quien venga”.
Fuentes cercanas a la aún presidenta del CSD, el órgano que regula la aportación del Estado a las federaciones (la mayor parte de su presupuesto, unos 251 millones de euros previstos en 2021) y a la preparación de los deportistas de élite para las competiciones internacionales, señalan que para Pedro Sánchez las elecciones a la Comunidad de Madrid del 4 de mayo constituyen la gran batalla de la política nacional y que el perfil moderado de Lozano, su procedencia de UPyD, será una atracción para conseguir el voto de centro y que por ello ocupará un puesto alto en la candidatura de Ángel Gabilondo. “Lo de la cercanía de Tokio no es un problema, ya no queda mucho que hacer antes de los Juegos, una vez que la presidenta consiguió asegurar la prórroga de un año de las becas ADO”, dicen. “Y recordemos que a los dos meses de llegar comenzó la pandemia, y lo bien que ha logrado que el deporte español siguiera vivo y seguro. Hemos sido un ejemplo para el mundo”.
Las mismas fuentes descartan la posibilidad de que a Lozano la sustituya su segundo, el diplomático Joaquín de Arístegui, director general de Deportes y artífice de los pactos de Viana con Tebas que pusieron fin a la guerra Liga-Federación y se convirtieron, aún no culminados, en la piedra angular del mandato breve de Lozano. Las federaciones suspiraron de alivio al saberlo, pues De Arístegui no ha sido su personaje favorito, precisamente. No seguirá, pues, el ejemplo de 2011, cuando Albert Soler, director general de Deportes, sustituyó a Jaime Lissavetzky cuando este fue candidato a la alcaldía madrileña para mantener una política continuista y terminar los proyectos iniciados.
Lozano presidirá el jueves un acto de escenificación de la futura profesionalización del deporte femenino, otro asunto que, destacan fuentes del deporte, quedará estancado y en el aire, pues, explican, con un convenio colectivo denunciado por los sindicatos no es posible hablar de profesionalización.
”Tan poca importancia tiene el deporte para todos los gobiernos, no solo para el actual”, señala una especialista jurídica deportiva, “que no solo se cambia de responsable cada año prácticamente, sino que las dos leyes que lo rigen, el real decreto del deporte profesional y la Ley del Deporte datan de los años 80. Rienda tenía preparada una nueva Ley del Deporte que ya había comenzado su camino parlamentario, y, al parecer, Lozano, dos años después, tenía preparado ya un nuevo borrador… La próxima, o el próximo, seguramente comenzarán de cero también”.
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