Zidane: “Venimos de muchos palos, hay que seguir”
Courtois admite que el equipo no fue brillante, pero subraya que ”la clave era presionar al Atlético”, al que se medirán en dos semanas
El Madrid se plantó en Zorrilla con un problemón matemático. Había perdido de un plumazo el 30% de los goles de la temporada, los de Benzema, el último caído en desgracia en la enfermería. Toda su alineación titular junta apenas sumaba cinco tantos más que el francés. Pero los blancos no son un equipo de soluciones estrambóticas, así que recurrieron a lo más obvio que ten...
El Madrid se plantó en Zorrilla con un problemón matemático. Había perdido de un plumazo el 30% de los goles de la temporada, los de Benzema, el último caído en desgracia en la enfermería. Toda su alineación titular junta apenas sumaba cinco tantos más que el francés. Pero los blancos no son un equipo de soluciones estrambóticas, así que recurrieron a lo más obvio que tenían a mano: Courtois para detener, Kroos para ponerla y Casemiro para cabecear.
El brasileño se consolidó como el segundo máximo anotador de los suyos: sexta diana [cinco en Liga y uno en Champions] y cuarta por el aire. Ningún medio de Europa le iguala en esta estadística. Y el alemán se exhibió como el principal asistente: su séptima del curso, la tercera a su compañero del centro del campo. Entre ambos han tejido una de las asociaciones más productivas en estos tiempos de escasez y penurias. Y antes de que ellos se hicieran presentes en las barbas de Masip, apareció otro de todos los días, Courtois. Con esta receta tan prosaica aprovecharon los muchachos de Zidane la rendija que les abrió a media tarde el Atlético con su gatillazo. “Venimos de muchos palos, hay que seguir”, sentenció ZZ.
No ocurrió todo a la primera para Casemiro. “Hasta la tercera no la he metido. Me enfadé con las otras que fallé porque no es normal que tenga tantas oportunidades”, confesó. “El cabrón de Toni [Kroos] siempre la pone con la mano. Es increíble”, soltó con una sonrisa para describir su bingo retardado, el que sitúa a su equipo a tres puntos de los rojiblancos, aunque con un partido más. “Creemos en la Liga, no solo porque ellos hayan pinchado”, advirtió el brasileño, que estuvo para dar y para quitar. Metió el gol y acabó de central.
Antes de que el centrocampista fulminara al Valladolid en alianza con Kroos, el primero de los merengues que levantó la mano en Zorrilla fue Courtois. Para el minuto diez ya había dejado tres estiradas de mucho mérito, especialmente las dos primeras a Orellana y Janko. Y al inicio de la segunda parte le sacó otra al chileno, que recibió un centro inopinado de Mendy desde el córner que pretendía ser un despeje. “Hoy no lo hemos hecho bonito, pero era clave para meter presión al Atlético. Y en breve nos enfrentamos a ellos [el 7 de marzo a las 16.15]”, remató el belga.
De entrada, los focos apuntaron arriba. La lesión de Benzema alumbró la formación atacante número 13 de Zidane esta campaña: Mariano, Vinicius y Asensio. Entre desgracias físicas y una línea de la que no sale todo el petróleo deseado, la rueda sigue girando en la zona ofensiva. Sin embargo, el trío pucelano se marchó con mucha pena y ninguna gloria. Antes de que Kroos se la colocara a Casemiro, Zidane ya había dispuesto un triple cambio: Isco, Arribas y Hugo Duro a escena por los tres de inicio.
Mariano se mostró tan agitador como acostumbra, sin embargo, en las dos que tuvo arrancó en fuera de juego. Asensio estuvo participativo, aunque poco decisivo. Y Vinicius se diluyó tan rápido como sus carreras. A cuatro días de Bérgamo, la parada en Valladolid certificó el agujero en ataque sin Benzema, que este domingo se somete a más pruebas. “No vamos a arriesgar. Si fuera una final de la Champions o el último partido de Liga, todavía. Pero queda mucha temporada”, señaló Zidane.
Con bajas por todos los costados y una victoria reconstituyente, fue la noche de poner en valor al grupo. “Tenemos 11 jugadores y Courtois. Se juntan muchas cosas y no es fácil”, comentó el entrenador blanco. “Llegamos bien”, dijo en referencia al duelo de Champions. “Estamos teniendo continuidad, es el tercer partido seguido sin encajar [su mejor racha liguera]. Hoy lo volvimos a hacer. Defendimos todos y con el balón podemos hacer cosas”, zanjó el francés.
Isco, el ‘descarte’ entre los 11 jugadores de campo
Con nueve bajas, a Zidane solo le sobraba un jugador para montar un once con todos en su sitio y no hubo sorpresas en el descarte. Isco es ahora mismo el último de la fila en la caseta blanca. A sus 28 años, el malagueño empezó el duelo en Zorrilla como el miembro de más edad del banquillo de suplentes. A su lado tenía, por ejemplo, a Sergio Arribas, de 19, que ya le había adelantado en las últimas fechas en la rotación. Su fútbol declinante y el trío innegociable de Zizou en el medio (Casemiro-Kroos-Modric) han conducido al andaluz al ostracismo. Salió justo tras el gol en lugar de Asensio, en el 66, y sus minutos en el campo coincidieron con la fase de menos apuros para el Madrid.