“La alineación fue por la Copa”

El holandés dio descanso de inicio a Messi, Pedri y De Jong pensando en el duelo del miércoles ante el Sevilla

Messi, en el remate que le valió el gol ante el Betis.Julio Muñoz (EFE)

Las veces que Messi se ha quedado en el banquillo o sin jugar se pueden contar con las manos, futbolista universal capaz de permitirse como ningún otro andar en un partido y resolverlo. En esta temporada, por ejemplo, descansó en los encuentros europeos ante el Ferencvaros y el Dinamo de Kiev porque el equipo no fallaba en Europa, al tiempo que se perdió por lesión dos envites (Eibar y Real Sociedad). También falló en otros dos por sanción —tras ver la cartulina roja en la final de la Supercopa ante el Athletic— y, habituado a r...

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Las veces que Messi se ha quedado en el banquillo o sin jugar se pueden contar con las manos, futbolista universal capaz de permitirse como ningún otro andar en un partido y resolverlo. En esta temporada, por ejemplo, descansó en los encuentros europeos ante el Ferencvaros y el Dinamo de Kiev porque el equipo no fallaba en Europa, al tiempo que se perdió por lesión dos envites (Eibar y Real Sociedad). También falló en otros dos por sanción —tras ver la cartulina roja en la final de la Supercopa ante el Athletic— y, habituado a regularse sobre el césped, sorprendió que no saliera de la partida en el Benito Villamarín. Pero tampoco importó demasiado porque con media hora le bastó para voltear el resultado, en esta ocasión bien acompañado por Trincão, que al fin se estrenó como goleador.

Messi también descansó de inicio en un duelo en este curso y fue contra el Betis (5-2). Entonces, como esta vez, le alcanzó con unos minutos para desmontar al rival, pues hizo dos goles, regaló otro a Griezmann y se estrenó Pedri como ahora lo hizo Trincão. “La capacidad que Messi tiene de jugar en campo contrario te obliga a jugar más atrás y estar más pendientes de sus ataques”, le reconoció Borja Iglesias, delantero del Betis. Punto para Koeman, a quien le salió el plan a pedir de boca.

Decidió priorizar el técnico la Copa a LaLiga. “La alineación sí que es un poco por la Copa porque nos medimos el miércoles con el Sevilla y debemos estar bien en lo físico”, admitió el entrenador; “pero también es por el desgaste. Desde enero llevamos 11 partidos y la Copa es el camino más corto para ganar un título”. Por eso, con el duelo del miércoles en el Sánchez Pizjuán en la cabeza, la ida de las semifinales, Koeman se acercó a Leo tras acabar el entrenamiento del sábado. “Claro que hablé con él sobre darle un descanso y que si lo necesitábamos lo pondría. Así ha sido y en pocos minutos ha cambiado el partido con su gol y ha dado mucho juego al Barça”, se congratuló el holandés.

El estreno de Trincão

Koeman lo tenía muy claro. “Un Barça con Messi siempre es mejor. Es el mejor del mundo y con su efectividad demuestra desde hace años, como ha hecho ante el Betis, que es vital para este equipo”. Aunque se sigue sin saber si renovará al final del curso, enfurruñado como está con el club, y con la posibilidad de marcharse libre por contrato.

El que seguirá seguro es Trincão, que al fin funcionó en el remate. “Había estado cerca en los últimos partidos. Se lo merecía, nos alegramos mucho y espero que marque muchos más”, señaló Mingueza. “No lo necesitaba porque yo hago mi trabajo, tanto ofensiva como defensivamente”, expuso el extremo portugués, tímido ante las cámaras pero muy querido en el vestuario porque nadie se olvidó de felicitarle; “estoy contento por el equipo y la victoria”.

Al acabar el partido, antes de que Trincão se pusiera delante de los micros, Koeman se acercó para abrazarle y revolverle los pelos de la cabeza al tiempo que el luso no podía contener una sonrisa de oreja a oreja. “Tuvo mala suerte en algún disparo y no le pitaron un penalti ante el Rayo. Es un jugador joven que ha venido a un equipo muy grande”, se sumó Koeman; “ha sido decisivo y es bueno que se sienta importante. Debe aprender porque es joven, pero estos goles dan ánimo y moral. Me gusta Francisco como jugador y este gol es otro paso más hacia delante”.

El extremo, que marcó un buen gol con un chut en el que el balón tocó el larguero antes que la red, recibió el abrazo de todos. “Me dan mucho ánimo y me ayudan. Les doy las gracias”, deslizó Trincão, que se quedó con la ambición del equipo. “Hemos cambiado de actitud, hemos querido ganar”, resolvió. Análisis en el que ahondó Mingueza: “Hemos mejorado en actitud, carácter, ganas de ganar y eso se nota cuando no tenemos el resultado a nuestro favor”.

Araujo se lesiona y agrava el problema de los centrales

Para vencer a Araujo se necesita habilidad y algo más, pues estuvo 12 encuentros sin recibir regate alguno, finalmente quebrado por Kenedy (Granada) en la jornada anterior. Ante el Betis, lo intentó Fekir y se quedó con las ganas, pero Araujo se lesionó en la acción porque se dejó la pierna izquierda un poco atrás, lo suficiente para que se le doblara el tobillo. No pareció gran cosa, pero Araujo se retorcía de dolor y pidió el cambio. El club comunicó después que sufre un esguince de tobillo y está pendiente de más pruebas para saber el tiempo de ausencia. “Queríamos darle descanso porque ha jugado casi todos los partidos y minutos… Una lástima que se haya lesionado”, expuso Koeman. Otra baja de un central; un problema con eco en este Barça.

El área deportiva pretendió fichar a Eric García (City) sobre la bocina del mercado de verano y falló por cinco millones. Pudo volver a ficharlo este invierno por unos 10 millones. Incluso un candidato a la presidencia (Víctor Font) mejoró las cifras porque el jugador aceptó no cobrar hasta el siguiente curso y la operación se cerraba en unos tres fijos más siete en variables que tampoco se pagarían hasta el siguiente curso. Pero los otros candidatos (Laporta y Freixa) entendieron que mejor no gastar cuando y ya se sabe será azulgrana la próxima temporada a coste cero. Y Koeman se quedó de vacío. “Todo el mundo sabe que pienso que hay posiciones débiles”, asume el técnico en referencia al central, también a la de ariete.

Ocurre que en la zaga no se da una pareja de hecho porque Piqué se lesionó por unos meses —se le espera pronto porque ya ha empezado a entrenarse— y Umtiti no aguanta demasiados partidos de carrerilla, castigado por unas rodillas desgastadas. “Samuel ha mejorado mucho en lo físico”, le piropeó Koeman antes de ponerle de titular ante el Granada, donde cometió dos fallos que costaron dos goles. No debió de gustarle al holandés, que ni siquiera lo rescató del banquillo con la lesión de Araujo, toda vez que De Jong se situó por delante de Ter Stegen. Mala noticia la ausencia de Araujo, central que se ha ganado un sitio en el once de Koeman y que ponía en duda la titularidad de Lenglet.


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