El Palmeiras gana la Copa Libertadores con un gol ‘in extremis’
El ‘Verdão’ anota en el minuto 99, en el tiempo agregado, en una final soporífera frente al Santos (1-0) y gana su segundo título continental en América
La legendaria cancha del Maracaná, casi vacía por la pandemia, vio coronarse al Palmeiras en una final sin alma. El gran partido de la Copa Libertadores, que durante más de 90 minutos fue soporífero, tuvo un súbito desenlace: un gol de un héroe inesperado en el tiempo agregado, minuto 99, que desbarató al histórico Santos.
El llamado clásico da saudade, el...
La legendaria cancha del Maracaná, casi vacía por la pandemia, vio coronarse al Palmeiras en una final sin alma. El gran partido de la Copa Libertadores, que durante más de 90 minutos fue soporífero, tuvo un súbito desenlace: un gol de un héroe inesperado en el tiempo agregado, minuto 99, que desbarató al histórico Santos.
El llamado clásico da saudade, el gran partido de la nostalgia en Brasil, comenzó como si fuese el juego de calle ríspido, pero carente del ingrediente de la creatividad, del atrevimiento. Los primeros 45 minutos fueron una lucha contra el cansancio en un césped con más de 33 grados centígrados y con escasos tiros a puerta. El cliché del fútbol brasileño, ese que remite a la alegría con el balón, no estuvo invitado al Maracaná. Quienes sí estuvieron invitados fueron 5.000 asistentes, entre familiares, periodistas y algunos hinchas con mascarilla.
El Santos, pese al aturdimiento, se dispuso a mover más el balón. Uno de los jugadores a quienes el foco ponía especial atención era el venezolano Yeferson Soteldo, heredero de la camiseta 10 de Pelé. Soteldo, de 1,58 de estatura, poco pudo mostrar ese desparpajo que tanto ayudó al Santos para doblegar a Boca Juniors. Sobre el minuto 75, un buen hilo de pases permitió al conjunto albinegro chutar en dos ocasiones al arco, sus dos mayores oportunidades de Felipe Jonathan. Minutos después, el juvenil Kaio Jorge intentó una chilena, pero la acrobacia terminó en los guantes de Weverton del Palmeiras. Pocas jugadas de ensueño para una final que levantaba esperanzas de un gran clásico brasileño.
El clímax del partido estuvo, de manera extraña, justo en el final del partido. El silbante anunció ocho minutos en el tiempo de alargue y, cuando ambos equipos ya dosificaban el esfuerzo para la prórroga, ocurrió un hecho infantil. El entrenador del Santos, Cuca, quiso tomar un balón que había salido del campo para dárselo a uno de sus rivales, el lateral Marcos Rocha, pero el estratega fue derribado por el futbolista. La acción, según los ojos del árbitro, era digna de una tarjeta roja para Cuca, quien insistía en revisar la jugada en el vídeo arbitraje. El tiempo muerto desestabilizó a los jugadores del Santos, pero no a los del Palmeiras. En una jugada rutinaria, Rony centró para el suplente Breno que metió un gol de cabeza. La alegría, hasta el minuto 99, apareció en el Maracaná, quizá de manera desbordada. Algunos hinchas del Verdão se saltaron al campo, con la mascarilla en el mentón, para celebrar junto a sus jugadores.
La última vez que el Palmeiras había ganado la Libertadores fue en 1999 cuando tenía como entrenador a Luiz Felipe Scolari. El verdão deja atrás su huella maldita de segundo lugar al perder tres finales: 1961, 1968 y 2000.
La Copa Libertadores vivió el torneo más largo de su historia. El certamen comenzó el 21 de enero del 2020, aunque la pandemia de la covid-19 aturdió el torneo. Los dirigentes de la Conmebol se rehusaron a cancelarlo y el gran torneo de clubes de América volvió. Su final fue tan atípica que terminó con un partido sin fuelle y un cabezazo afortunado. Palmeiras, ahora rey de América, hará las maletas para viajar a Qatar rumbo al Mundial de Clubes donde le esperan los Tigres de México y el Bayern Múnich.