Riqui Puig: “Mi último gol de cabeza fue en Cadete A”

Como le dieron a escoger y testarudo como es, Riqui Puig decidió quedarse en el Barça en verano y volvió atornillarse en el equipo en invierno porque no aceptó que nadie le quitara su sueño de triunfar en el club que ha defendido desde que apenas alzaba medio metro. No es que ahora sea un talludo (1,69 metros), pero con esa altura y con su fútbol le bastó para sentenciar al Elche. Llegó desde la segunda línea para pisar área y rematar de cabeza un centro de De Jong para estrenarse de azulgrana en partido oficial en la L...

Como le dieron a escoger y testarudo como es, Riqui Puig decidió quedarse en el Barça en verano y volvió atornillarse en el equipo en invierno porque no aceptó que nadie le quitara su sueño de triunfar en el club que ha defendido desde que apenas alzaba medio metro. No es que ahora sea un talludo (1,69 metros), pero con esa altura y con su fútbol le bastó para sentenciar al Elche. Llegó desde la segunda línea para pisar área y rematar de cabeza un centro de De Jong para estrenarse de azulgrana en partido oficial en la Liga. “Ya me cuesta marcar goles y más de cabeza. Creo que mi último tanto de cabeza fue en Cadete A...”, reconoció entre risas el canterano. Pero le hacía gracia estrenarse así como hiciera su ídolo Xavi en 1998 ante el Valladolid para salvar la continuidad de Van Gaal.

Marcó, se giró para echar a correr con la mano en el escudo del Barça y todos sus compañeros le hicieron una especie melé para felicitarle. “Me han dicho que es un poco surrealista que me estrenara de esa forma, de cabeza...”, reveló el centrocampista, que también reconoció sus dificultades para convencer a Koeman. “Está siendo un año difícil porque no estoy acostumbrado a no jugar mucho ya que el curso pasado lo jugué todo en el filial. Pero también estoy siendo más fuerte de mente y eso hace que me vayan bien los minutos que puedo jugar. También la ayuda de los compañeros me va muy bien”, expuso Riqui, que a buen seguro también recibió un buen abrazo de su amigo Neto, con quien comparte partidas de golf entre semana y cuando el calendario deja. Hasta Koeman se rindió. “Vale, ha sido de cabeza, pero sobre todo ha llegado donde queremos que lleguen los centrocampistas”, le elogió.

Palabras que le debieron de saberle a gloria a Riqui, pues en verano el preparador le sugirió que se marchara cedido porque no tendría apenas minutos ni oportunidades. Se negó a emigrar y a cada ocasión que sale se come el césped. “Claro que me gusta que quiera tener más minutos. Así tienen que ser todos los jugadores que no cuentan con muchas oportunidades de jugar”, resolvió Koeman; “deben disfrutar cuando el entrenador te da minutos y demostrar que pueden tener futuro. Para mí no es ningún problema. Además, ha marcado y sentenciado el partido, por lo que con pocos minutos ha tenido su importancia en el partido”.

Pero el técnico es de ideas fijas y, para disgusto de Riqui, ya ha encontrado su línea en la medular. “Con Frenkie [De Jong] más adelantado y con Busquets de cierre, además de cómo está Pedri... Sí, hemos encontrado nuestro centro del campo. No es que sea fijo porque Pjanic y Riqui han demostrado que pueden jugar, pero sí que lo tenemos todo más claro que antes”, expuso Koeman.

De Jong: “El gol es mío”

El otro que marcó fue De Jong, que tocó la pelota sobre la línea de gol cuando todo parecía que sería en propia. “Sí, sí, sí, sí. La toco. No es el mejor gol, pero es mío...”, señaló con convencimiento y con una sonrisa de oreja a oreja el interior holandés, que desde enero ha firmado tres dianas para alegría de Koeman, que le exigió más presencia en el área rival. “Tenemos que verlo en un periodo más largo, pero sí, estoy intentando jugar un poco más adelantado y va bien”, resumió De Jong, que también dio la asistencia a Riqui Puig. Felicidad del técnico azulgrana. “Todos los equipos necesitan jugadores que se ofrezcan como Frenkie. También nos hacen falta delanteros que marquen, pero los goles de los medios son muy buenos para el equipo”, sentenció.

No es que fuera un partido redondo ni siquiera bueno, pero para Koeman fue más que suficiente. “Estoy muy feliz por cómo hemos jugado. Muy concentrados, con muchísima posesión. Nos ha costado crear, pero hemos tenido paciencia, oportunidades y hemos completado un buen partido con la presión. Esa ha sido la clave, lo hecho sin balón”, expresó. De Jong le dio la razón: “Hemos apretado bien para que no jugaran desde atrás. Desde el nuevo año estamos un poco mejor y estamos felices con la victoria”. Como Riqui, que al fin se estrenó de azulgrana como goleador.