El viaje interminable del Madrid por ‘Filomena’
El cierre de Barajas obliga al equipo a ir de Pamplona a Málaga para la Supercopa en medio del enfado. Si alcanza la final no volverá hasta la madrugada del lunes
El Real Madrid salió de Valdebebas el viernes por la tarde para jugar al día siguiente un partido de Liga en Pamplona, con la idea de regresar en cuanto terminara. Pero Filomena lo enredó todo y es posible que no regresen hasta la madrugada del próximo lunes, después de la final de la Supercopa de España, ya desde Sevilla. La borrasca les ha ido cortando vías de escape en las últimas horas. Este domingo, poco antes de las cuatro de la tarde, decidieron no pasar por Madrid y volar este lunes por la m...
El Real Madrid salió de Valdebebas el viernes por la tarde para jugar al día siguiente un partido de Liga en Pamplona, con la idea de regresar en cuanto terminara. Pero Filomena lo enredó todo y es posible que no regresen hasta la madrugada del próximo lunes, después de la final de la Supercopa de España, ya desde Sevilla. La borrasca les ha ido cortando vías de escape en las últimas horas. Este domingo, poco antes de las cuatro de la tarde, decidieron no pasar por Madrid y volar este lunes por la mañana directamente de Pamplona a Málaga, donde el jueves deben jugar la semifinal de la Supercopa contra el Athletic.
La decisión se cerró después de que Eurocontrol, el organismo que coordina las operaciones aéreas en Europa, anunciara a las dos y media que Barajas no comenzaría a admitir llegadas de aviones hasta este domingo a las 22.00, aunque daría salida a los primeros despegues a partir de las 17.00. Desde que el aeropuerto de la capital cerró por la tormenta de nieve el viernes por la noche, justo después del despegue del chárter del Madrid, el último que lo abandonó ese día, los equipos de mantenimiento trabajaron para recuperar las operaciones, con ayuda de la Unidad Militar de Emergencias.
El club mantuvo siempre un ojo en el avance de esos trabajos y en los avisos de Eurocontrol, que también avivaron el inmenso enfado que fue creciendo a lo largo del sábado. Ese día el organismo europeo emitió varias notas sobre Barajas, las dos últimas acerca del momento en que podría retomar su funcionamiento. A las ocho de la tarde, una hora antes del partido, comunicó que el aeropuerto estaría cerrado hasta las 13.00 de ayer. A las nueve y media, durante el primer tiempo del encuentro contra Osasuna, retrasó el momento: seguiría cerrado hasta las 17.00 de este domingo.
Al acabar el partido, Zinedine Zidane y Thibaut Courtois se quejaron de la incertidumbre que les estaba suponiendo el viaje a Pamplona. “No somos marionetas que tenemos que jugar siempre. Hay que pensar en los viajes, y ahora no sabemos cuándo vamos a poder volver a Madrid. Igual tenemos que ir directamente a Málaga”, dijo el portero apuntando, como hizo también su entrenador, a LaLiga, que les exigió viajar el viernes para asegurar su presencia en El Sadar el sábado por la noche.
El cabreo se había empezado a inflar durante las casi cuatro horas que pasaron bloqueados en el A319 bajo lo peor de Filomena, mientras el aeropuerto recortaba sus operaciones y la expedición empezó a barruntar lo incierto de sus próximos días. Aunque paradójicamente fue esa desesperante persistencia en la pista lo que permitió que apareciera la única rendija para volar esa noche. El penúltimo avión que salió de Barajas el viernes fue un vuelo de Iberia a Barcelona que despegó dos horas antes que el chárter del Madrid, que cerró las operaciones del día.
Hasta que se retomaron las llegadas este domingo por la tarde, algo después de lo previsto en el primer parte del día de Eurocontrol. También se retrasaron dos veces las llegadas respecto del anuncio del organismo europeo con el que el Madrid decidió ir directamente a Málaga. Primero comunicaron que no podrían aterrizar aviones en Barajas hasta las dos de la madrugada de este lunes, y después que sería a las siete de la mañana..
Mientras se limpiaban las pistas y lo que las rodea (en un aeropuerto no basta despejar de nieve el carril como en una carretera), y se calculaba la mejor combinación para los viajes, la plantilla del Madrid consumió una jornada de tedio en su hotel de cinco estrellas a las afueras de Pamplona. La única interrupción en ese dejar pasar las horas fue una sesión de ejercicios de 12.00 a 13.30. Lo que iba a ser un día libre para la plantilla terminó como una jornada de encierro lejos de casa.
Hasta que este lunes vuelvan a subirse al avión. Aunque rumbo a Málaga, donde realizarán su primer entrenamiento para la semifinal del jueves esta misma tarde o este martes por la mañana. El club trabajaba este domingo aún en el diseño de un nuevo plan para el imprevisto.
El enfado ha seguido creciendo en la expedición: “Quien no quiera ver que todo este estrago y el de un grupo humano condenado a no ver a sus familias en todos estos días no va a afectar es que no sabe de nada”, dice una fuente del club. El Athletic medirá el jueves ese efecto en La Rosaleda. Y si alcanzan la final, lo hará la Real Sociedad o el Barcelona el domingo en La Cartuja.
El Getafe pide sin éxito aplazar el duelo de este lunes ante el Elche
El Getafe solicitó a lo largo del domingo a LaLiga que considerara aplazar el encuentro de este lunes (19.00) contra el Elche en el estadio Martínez Valero al miércoles, debido a la dificultad para desplazarse hacia Alicante con el temporal. Sin embargo, la patronal no accedió a cambiar de nuevo de fecha un en encuentro que en un primer momento debía jugarse en la jornada dominical. “Tenemos jugadores que no pueden salir de casa por culpa de la nieve, hay que buscar soluciones si se puede, pero si no habría que retrasarlo”, explicó Ángel Torres, presidente del Getafe.
El entrenamiento que el equipo tenía programado para este domingo fue suspendido. Finalmente, unos vehículos facilitados por LaLiga recogieron a los jugadores de sus casas y los llevaron a un hotel en Barajas para hoy viajar en avión. Si el aeropuerto no abre tampoco este lunes, intentarán el desplazamiento en tren hasta Alicante. Mientras, el Atlético de Madrid comunicó que solo ocho jugadores pudieron salir de sus domicilios para ejercitarse en el polideportivo municipal de Boadilla, mientras que el resto lo hacía en sus casas. El conjunto de Simeone recibe este martes al Sevilla en partido aplazado de Liga.