La ira de Lopetegui: “¡Es una vergüenza!”

El entrenador, en su regreso al Bernabéu, muestra su enfado por el gol anulado a De Jong

En foto, De Jong marca el gol anulado al Sevilla. En vídeo, los entrenadores del Sevilla, Julen Lopetegui, y del Real Madrid, Zinedine Zidane, tras el partido.Foto: atlas | Vídeo: EFE / ATLAS
Madrid -

Al poco de comenzar el partido, en un Santiago Bernabéu que relucía más bien poco bajo un cielo gris que se diluía perezosamente, Julen Lopetegui sintió calor. Se deshizo el técnico vasco del Sevilla de su abrigo, considerando suficiente la parte superior del chándal para neutralizar el frío que acompañaba la escena. Hiperactivo como es, sus gestos le permitieron mantener una temperatura corporal estable, que acabó por disparase cuando vio cómo el árbitro anulaba el tanto de De Jong por observar una falta previa de Gudelj sobre Militão. Ahí ya le sobraba todo.

“La he protestado porque l...

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Al poco de comenzar el partido, en un Santiago Bernabéu que relucía más bien poco bajo un cielo gris que se diluía perezosamente, Julen Lopetegui sintió calor. Se deshizo el técnico vasco del Sevilla de su abrigo, considerando suficiente la parte superior del chándal para neutralizar el frío que acompañaba la escena. Hiperactivo como es, sus gestos le permitieron mantener una temperatura corporal estable, que acabó por disparase cuando vio cómo el árbitro anulaba el tanto de De Jong por observar una falta previa de Gudelj sobre Militão. Ahí ya le sobraba todo.

“La he protestado porque lo he visto en el momento, y lo he podido ver repetido después, y no acierto a adivinar qué ha podido ver el árbitro”, se descargó en sala de prensa. “¡Es una vergüenza! Siempre igual”, había exclamado antes, mientras enfilaba el túnel de vestuarios en el descanso, según recogieron las cámaras de televisión. El grito de rabia de Lopetegui salió al exterior mientras desfilaba junto a Monchi, director deportivo del conjunto andaluz, que compartía con el técnico el mismo nivel de indignación. “La acción la ha visto todo el mundo. Es una jugada más que se da en un partido pero no hay ningún análisis técnico ni táctico a partir de esa jugada. Me niego a analizar el partido táctica o técnicamente porque esa jugada es muy clave y es absurdo analizar el partido a partir de ahí. Estoy enfadado, indignado y... me paro”, aseguró, enormemente molesto. Incluso llegó a reconocer que si Martínez Munuera hubiera anulado también el segundo tanto del holandés por una mano anterior de Munir hubiera llegado a parar el partido. “Si anula ese gol igual bajo al campo y me llevo al equipo”, confesó un Monchi que, sin embargo, adelantó que su club no ejercerá ninguna protesta formal hacia el estamento arbitral. “El Sevilla asume que los errores pueden pasar y punto”, dijo.

“No llego a ver nada”

Esconder los sentimientos es una tarea habitual en el fútbol, aunque hay actores con mejores dotes de interpretación que otros. Lopetegui, aunque templó su nervio todo lo que pudo, logró que sus razonamientos sonoramente estables no adolecieran de la falta de intensidad necesaria para perder su espíritu reivindicativo. “No estoy en la cabeza de los árbitros para saber qué han pensado en ese momento. Lo que estoy es frustrado. Llevamos muchos años en el mundo del fútbol y hay cosas que te pueden sorprender, pero en esta jugada no llego a ver nada. Me gustaría que me dieran una explicación”, lamentó el preparador del Sevilla, que no quiso obviar el valor añadido del momento en el que se produjo esa decisión, el segundo foco de combustión en su enfado incosolable. “Esa acción puede ser muy importante, porque sería llegar con 0-1 al descanso. Son momentos clave, no sé lo que hubiera pasado después, pero era un momento muy importante del partido”, incidió el vasco. “Si hubiera pasado en nuestro campo, no sé qué habría pasado”, se sumó también Banega.

En el regreso de Lopetegui al Santiago Bernabéu tras ser despedido en octubre de 2018 después de menos de cuatro meses al frente del banquillo del Madrid, la reacción del que fuera su público cuando su nombre sonó por megafonía discurrió entre la apatía y el tibio agradecimiento con algunos aplausos. “Se agradece el cariño, lógicamente. He estado aquí como jugador y entrenador, y ese cariño es de agradecer. Siempre me he sentido querido, aunque eso sí, estábamos con el foco y la energía en lo que estaba sucediendo en el partido”, apuntó el vasco.

Sin embargo, su evidente mosqueo, culminado sobre el césped con un levantamiento brusco de brazo tras no decretar el árbitro falta de Vinicius sobre Jesús Navas en la última jugada del encuentro que hubiera permitido una ocasión más a su equipo, aún tuvo una oportunidad más de rebotar por todas las paredes de la sala de prensa del Bernabéu. “Es un gol absolutamente legal y, es una de las claves del partido. Estamos descolocados”, dijo.

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