España desfila ante Georgia

Ejerció España acorde a su procedencia, porque venía lanzada desde Madrid, después de ganar su sexta Ensaladera hace mes y medio y con un pedigrí histórico muy superior al de la tierna Georgia. En consecuencia, un estreno arrollador (3-0) en la ATP Cup. Abrió Roberto Bautista como un rodillo (doble 6-0 a Aleksandre Metreveli, en 1h 12m), decidió Rafael Nadal en el compromiso más exigente del día (6-3 y 7-5 a Nikoloz Basilashvili, en 1h 50m) y el dúo...

Ejerció España acorde a su procedencia, porque venía lanzada desde Madrid, después de ganar su sexta Ensaladera hace mes y medio y con un pedigrí histórico muy superior al de la tierna Georgia. En consecuencia, un estreno arrollador (3-0) en la ATP Cup. Abrió Roberto Bautista como un rodillo (doble 6-0 a Aleksandre Metreveli, en 1h 12m), decidió Rafael Nadal en el compromiso más exigente del día (6-3 y 7-5 a Nikoloz Basilashvili, en 1h 50m) y el dúo formado por Pablo Carreño y Feliciano López puso el lazo al primer cruce en el turno de dobles (6-3 y 6-4 a Aleksandre Bakshi y George Tsivadze, en 57 minutos).

Tiene Nadal la inigualable virtud de sobreponerse como ninguno, porque no hay tenista que sepa enmendarse mejor que él, ni que corrija tan bien sobre la marcha como el número uno del circuito. No fue un mal día, pero tampoco una jornada de brillos. Le correspondía abrochar el primer punto para España en esta ATP Cup que abre la temporada, después de que Bautista irrumpiera con toda holgura, y así lo hizo el de Manacor, que se vio obligado a salir de un pequeño enredo en el tramo final del pulso ante Basilashvili. Pero lo dicho: nadie deshace los nudos como él, y el equipo español ya encabeza el Grupo B junto a Japón, que selló con rotundidad (3-0) el duelo con Uruguay.

“Todavía no ha acabado la temporada anterior y ya estamos aquí”, expresaba después de lograr la victoria, la 13ª que encadena desde que Alexander Zverev le batiera el 11 de noviembre en la inauguración del Masters de Londres. A partir de ahí, la rutina voraz de los últimos tiempos: un ciclón. De momento, no hay quien le tosa al balear, pese a que la recta final del partido contra Basilashvili (26 del mundo) se le atragantara. No acertó a cerrar y a continuación se hizo un lío. El georgiano, que venía dos breaks por detrás en el segundo parcial, igualó devolviéndole dos roturas y aportó suspense a un desenlace que terminó como casi siempre, porque Nadal se reanimó y se repuso, dando una última bofetada que certificó el punto.

El encuentro ya había nacido curvilíneo, puesto que Basilashvili le arrebató de entrada el servicio y él respondió de inmediato. A partir de ahí, una fase de linealidad y control, en la que el jerarca actual de la ATP alternó golpes geniales con algunos borrones, más que lógicos dado que se trataba de su primer partido oficial del curso. Recientemente había ensayado con una exhibición en Abu Dhabi la que ofreció muy buenos destellos y este sábado tuvo que trabajárselo de principio a fin, porque le salió un rival respondón. En cualquier caso, la sensación que transmite Nadal es fantástica, manteniendo el tono competitivo con el que acabó el año anterior. Aun así, quiso ser prudente y finalmente optó no intervenir en el dobles.

Un despegue sin miga

Previamente, Bautista había abierto paso con una victoria aplastante frente a Metreveli. Capital en la consecución de la sexta Ensaladera, que llevará siempre el sello de una lección humana inolvidable, el castellonense encarriló la consecución del primer punto respondiendo al guion previo del estreno: una diferencia sideral. Instalado en la élite del circuito, en la novena posición del ranking, no cayó el español en la tentación del despiste en un pulso propicio para la relajación. Metreveli, el 679 del mundo, cuenta únicamente con una victoria en el circuito ATP y cuando apenas habían transcurrido los tres primeros juegos ya boqueaba como un salmón recién pescado.

Primero, Bautista se desperezó al saque y a continuación activó el motor ante la única franja de resistencia que ofreció su adversario. El segundo juego se extendió 15 minutos, en gran medida porque al castellonense le interesaba pelotear y aumentar biorritmos, y así lo decidió. Sin embargo, una vez desperezado el cuerpo Bautista impuso su velocidad de crucero y se apoderó del partido break a break, hasta lograr un resultado abrumador. No hubo historia. Resolvió el primer parcial en 40 minutos y el segundo en solo 32.

Triunfos de Serbia, Francia y Argentina

Solucionado el primer compromiso en Perth, por donde Nadal no había desfilado nunca, la competición sigue su curso con un desarrollo prácticamente idéntico al de la renovada Copa Davis. Una dualidad absurda que nace del distanciamiento de los organismos implicados (ITF, ATP y la empresa Kosmos), pues todos ellos miran por sus propios intereses. En cualquier caso, la ATP Cup sigue cogiendo cuerpo y en la jornada de este sábado también se disputó el otro duelo del Grupo B, resuelto a favor de Japón: 3-0 ante Uruguay, pese a no poder contar con su referencia, Kei Nishikori.

El equipo sudamericano será el próximo rival de España, el lunes (10.30, Tdp), antes del tercer envite frente a los nipones, el miércoles (3.00, Tdp). Mientras tanto, Francia derrotó a Chile (2-1, con victorias de Benoit Paire y Gael Monfils) y Argentina superó a Polonia gracias al punto de dobles, puesto que antes Diego Schwartzman había perdido contra Hubert Hukarcz tras el triunfo de Guido Pella sobre Kamil Majchrzak (2-1). El día deparó también el estreno de Novak Djokovic, quien al igual que Nadal derribó a Sudáfrica al lograr el segundo triunfo serbio: doble 7-6 a Kevin Anderson. Además, Croacia se impuso a la Austria de Dominic Thiem por 3-0, aunque en un careo más equilibrado de lo que refleja el electrónico.