Messi: “El Barça está realmente mal, muy mal”

El delantero argentino alude a la situación económica del club y deja en el aire su futuro

Messi, durante la entrevista con Jordi Évole en La Sexta.

El futuro de Lionel Messi, de 33 años, continúa en el aire. El capitán azulgrana, que finaliza su contrato con el Barça en junio y que a partir del 1 de enero podrá negociar con un nuevo club si así lo deseara, posterga su decisión. “No tengo nada claro. Voy a esperar a que termine el año. Lo importante es pensar en el equipo y no distraerme en otras cosas”, aclaró el domingo el rosarino en una entrevista con Jordi Évole en LaSexta. En su camino aparecen el Manchester City, el PSG y el Inter de Miami. Por supuesto, ...

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El futuro de Lionel Messi, de 33 años, continúa en el aire. El capitán azulgrana, que finaliza su contrato con el Barça en junio y que a partir del 1 de enero podrá negociar con un nuevo club si así lo deseara, posterga su decisión. “No tengo nada claro. Voy a esperar a que termine el año. Lo importante es pensar en el equipo y no distraerme en otras cosas”, aclaró el domingo el rosarino en una entrevista con Jordi Évole en LaSexta. En su camino aparecen el Manchester City, el PSG y el Inter de Miami. Por supuesto, también el Barcelona. Aunque expresó sin tapujos su alarma por la situación financiera de la entidad: “El Barça está realmente mal, está muy mal, y será difícil volver a estar donde estábamos”. No ocultó que uno de sus destinos favoritos es Estados Unidos. Lo vislumbra como un destino de paz, porque añora un anonimato desconocido para él. “Soy un privilegiado por todo lo que me tocó vivir, pero sí que hay veces que me gustaría disfrutar de ir a un mercadillo, a un cine o a un restaurante”, aseguró.

“Tengo la ilusión de poder vivir en Estados Unidos y vivir esa liga. Me gustaría, pero si pasa o no, no lo sé”, reveló el 10. Sin embargo, tiene claro dónde visualiza su futuro. “Quiero vivir en Barcelona y, cuando no sea más jugador, quiero volver al club y aportar de alguna manera”, sostuvo Messi, que no se arrepiente de lo que pasó en el verano, cuando envió un burofax para hacer uso de la cláusula que le permitía dejar el club de manera unilateral al finalizar la campaña 2020. “Fue una decisión dificilísima, sabía que no iba a estar mejor que aquí en ningún otro lado. Sentía que era lo mejor para todos, para el club y para mí”, afirmó. Y volvería a mandar el burofax. “Era una manera de hacerlo oficial. Le venía diciendo al presidente que me quería ir. Le pedí que me ayudara y él siempre me dijo que no y no. El burofax era una manera de hacerlo en serio. Sabía que si iba a juicio tenía razón, pero no me quería ir de esa manera”, explicó. Y agregó: “Bartomeu me engañó muchas veces”.

En el Mundial de Rusia, Diego Maradona le preguntó a uno de sus periodistas de confianza si creía que la gente todavía lo seguía queriendo. Hacía rato que se había apagado el Maradona futbolista y el cariño de la gente, que existía, existe y existirá, oscilaba entre la melancolía y la lástima. A Messi también le concierne el calor del público. Aunque sin el carisma de El Pelusa, el capitán azulgrana no dejó de insistir hasta conseguir el amor de la hinchada albiceleste, como tampoco es indiferente a una ciudad y a un club que lo cuidó y protegió. “El Barcelona es mi vida, llevo acá desde los 13 años, crecí en esta ciudad. Llevo más tiempo acá que en Argentina. El club me formó como persona y como jugador. Me dio todo y yo también di todo. Tengo una relación de amor con esta ciudad. Termine como termine mi historia aquí, no tiene por qué manchar toda mi carrera. El Barça es más grande que cualquier jugador, incluido yo”.

Messi tuvo en su carrera nueve entrenadores en el Barcelona: Rijkaard, con el que disputó 110 partidos y marcó 42 goles, Guardiola (219 y 211), Jordi Roura (15 y 18), Tito Vilanova (35 y 42), Martino (46 y 41), Luis Enrique (158 y 153), Valverde (124 y 112), Setién (24 y 15) y ahora con Koeman (18 y 10). El argentino no duda cuando tiene que elegir a quienes más lo marcaron, paradójicamente, se queda con los dos con los que más confrontó. “Guardiola tiene algo especial, te hace ver las cosas de una manera… Cómo prepara los partidos, cómo prepara el equipo defensivamente y cómo prepara para atacar. Te decía exactamente dónde estaba la clave del partido. Tuve la mala suerte, entre comillas, de que tuve mucho tiempo a los dos mejores: Guardiola y Luis Enrique. Tenerlos tan seguido y tanto tiempo hizo que crezca muchísimo en lo futbolístico y en lo táctico”, explicó el jugador.

También elogió a Koeman. “Le dio seriedad al equipo y al club. Fue un gran acierto. Y está haciendo las cosas bien. Es difícil porque hay mucha gente nueva y gente joven. No hacía falta que digiera eso”, dijo. En cambio, no le gustaron las palabras de Carles Tusquets, presidente de la comisión gestora, que aseguró que habría que haber vendido a Messi en el verano. “Tendría que opinar más del futuro. Y prefiero no posicionarme con ningún candidato. Si dicen que manejo el club, imagínate si digo que prefiero a algún presidente. Ojalá que el que gane ponga el club donde se merece, que hoy por hoy no está. Va a ser difícil traer jugadores y no hay dinero. Hay que traer varios jugadores para pelear por todo y no va a ser fácil. Traer a Neymar no es fácil”.

De vez en cuando, Messi piensa en la muerte y admite que sabe el dinero que tiene. Y, enfatiza, que es perfectamente consciente del contexto actual. “La gente se piensa que vivimos en una burbuja y que no nos importa nada. Eso es mentira. Nosotros vivimos la realidad como cualquier otro, cada uno es como es y lo sigue como puede”, expuso el capitán del Barça. Piensa, sin embargo, que el regreso al fútbol fue positivo. “La gente se puede distraer un poco con fútbol”, dijo. Eso sí, se pronunció contra el apretado calendario. “Lo que importa es jugar y cumplir con los contratos. No se piensa en el deportista. Se mira más el interés económico”, cerró Leo Messi.

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