El exilio de los Toronto Raptors
El único club no estadounidense de la NBA jugará en Florida debido a las restricciones sanitarias en Canadá
Si alguien quiere dar con los Raptors que no vaya a su pabellón, el Scotiabank Arena, ni a su ciudad, Toronto, ni siquiera a Canadá. Para encontrarlos es necesario viajar 1.800 kilómetros al sur, a Tampa, Florida. Allí, a Estados Unidos, ha tenido que mudarse el único equipo no estadounidense de los 30 que compiten en la NBA.
El Gobierno canadiense es estricto con las medidas contra la covid. Todo viajero no esencial debe ponerse en cuarentena durante dos semanas al llegar al país. Una norma de imposible cumplimiento para los equipos de la NBA, que deben afrontar un maratón de 72 partid...
Si alguien quiere dar con los Raptors que no vaya a su pabellón, el Scotiabank Arena, ni a su ciudad, Toronto, ni siquiera a Canadá. Para encontrarlos es necesario viajar 1.800 kilómetros al sur, a Tampa, Florida. Allí, a Estados Unidos, ha tenido que mudarse el único equipo no estadounidense de los 30 que compiten en la NBA.
El Gobierno canadiense es estricto con las medidas contra la covid. Todo viajero no esencial debe ponerse en cuarentena durante dos semanas al llegar al país. Una norma de imposible cumplimiento para los equipos de la NBA, que deben afrontar un maratón de 72 partidos y un sinfín de viajes en la temporada que empieza el próximo martes.
Masai Ujiri, el director general de los Raptors, resignado y un punto escéptico, pide paciencia: “Dicen que la ausencia hace crecer el cariño. No estoy seguro de que eso sea posible para nosotros porque amamos Toronto y Canadá, y sabemos que tenemos los mejores aficionados de la NBA. Por ahora, les pediré que nos animen desde lejos”.
Muchos equipos de la NBA ya han informado de que, al menos en los primeros meses, jugarán a puerta cerrada, pero lo harán en sus canchas. Lo esperaban con ansia después de la convulsa temporada anterior, suspendida desde el 11 de marzo y finalizada en las instalaciones de Disney World, Orlando, desde el 30 de julio hasta el 11 de octubre, el día en que los Lakers se proclamaron campeones.
Los Raptors no son los únicos afectados en un deporte canadiense totalmente integrado en las ligas profesionales estadounidenses. El Toronto FC, de la Liga de fútbol, concluyó su temporada en Hartford (Connecticut) y los Blue Jays de béisbol lo hicieron en Buffalo (Nueva York). “Me pregunto: ‘Si no juegan en Toronto, ¿son realmente equipos de Toronto?”, escribía un articulista de un periódico local. “Me pregunto si de alguna manera pierdes una conexión porque el equipo no está cerca de ti, ni en territorio familiar, ni jugando en casa la mitad de sus partidos”. El problema para la Liga de Hockey Hielo (NHL) es mayor porque cuenta con siete equipos canadienses. La Liga estudia una fórmula que establecería una división formada exclusivamente por esos equipos, mientras que el resto compite en Estados Unidos.
Los Raptors jugarán en desventaja esta temporada, en unas instalaciones diferentes, lejos de su residencia habitual, con la incerteza de cuánto tiempo se prolongará esta situación. La reincorporación de Sergio Scariolo, seleccionador de España, a los Raptors, donde es ayudante del entrenador Nick Nurse, ha sido una odisea. Tras dirigir a la selección en Valencia, viajó de Madrid a Tampa, tras descartar hacerlo a Toronto debido a esa obligación de permanecer dos semanas en cuarentena. Tuvo que retrasar un día el traslado por problemas con el visado de trabajo, estar dos días en cuarentena cuando llegó a Tampa y pasar cada día las pruebas de la covid-19, algo que repiten todos los componentes del equipo cada vez que se reúnen con otras personas. A ello se añade la dificultad para encontrar vuelos hasta Florida para su mujer y su hija. “La recolocación en Tampa para los americanos y los canadienses no es muy complicada, pero para un europeo sí porque hay una exigencia brutal de requerimientos, documentos y garantías. El club ayuda hasta donde puede, pero está sobrepasado por muchísima gente que necesita apoyo”, explica Scariolo.
Los Raptors, con la ayuda de la NBA, han acondicionado una serie de espacios en el hotel de Tampa donde han instalado sus oficinas, un centro médico, un gimnasio, varios despachos para los entrenadores y dos canchas nuevas de baloncesto. El pabellón en el que juegan, el Amalie Arena, se encuentra muy próximo y deben compartirlo con el equipo que lo utiliza habitualmente, los Tampa Bay Lightning, equipo de la liga de hockey hielo (NHL). Se desconoce hasta cuándo durara el exilio de los Raptors. “Es difícil hacer una previsión”, conviene Scariolo. “Un posible plazo sería hasta marzo, coincidiendo con el parón del All Star. Todos hemos tenido que firmar contratos de alquiler de casa y coche con cláusulas de salida. Es el único momento en que, si nos dieran el preaviso, podríamos hacer la mudanza”. Al menos, pasar el duro invierno canadiense en Florida sería un pequeño alivio para los Raptors.