El Madrid ha perdido el mando
Desde la llegada de Zidane al banquillo, nunca había ido tantos minutos por detrás en el marcador y tan pocos ganando
Entre los lamentos de Zinedine Zidane después de perder contra el Alavés en el Alfredo di Stéfano (1-2), volvió a aparecer uno que se repite últimamente después de las malas noches: cuando reciben un gol tempranero, la tarea se les hace demasiado cuesta arriba. Se trata de algo detectado también por el vestuario. Después de perder contra el Cádiz (0-1), lo mencionó Courtois: “No hemos encontrado el gol porque son muy organizados, con once en su campo, y si empiezas perdiendo, luego es muy di...
Entre los lamentos de Zinedine Zidane después de perder contra el Alavés en el Alfredo di Stéfano (1-2), volvió a aparecer uno que se repite últimamente después de las malas noches: cuando reciben un gol tempranero, la tarea se les hace demasiado cuesta arriba. Se trata de algo detectado también por el vestuario. Después de perder contra el Cádiz (0-1), lo mencionó Courtois: “No hemos encontrado el gol porque son muy organizados, con once en su campo, y si empiezas perdiendo, luego es muy difícil”. Casi un mes después de ese resbalón, la noche del sábado, tras caer contra el Alavés, Zidane mostró algún síntoma de desesperación: “No pudimos cambiar la dinámica del partido y eso me molesta y me preocupa”, dijo.
El Real Madrid circula a remolque más que nunca bajo su mando, y menos que nunca mandando en el marcador. Según datos de Opta, entre los equipos de la Liga los blancos son los décimos que acumulan más minutos perdiendo, 217, mientras que el Atlético de Madrid es el que menos: esta temporada no ha jugado ni un minuto con el resultado en contra.
La Liga pasada, en la que se llevó el título, el equipo de Zidane fue el que menos minutos marchó por detrás en el marcador en todo el año: solo 185, es decir, 32 menos que en las 10 jornadas que ha disputado este curso.
Si se amplía la perspectiva a todas las temporadas en las que ha intervenido Zidane como primer entrenador, se ve aún mejor la pérdida de gobierno en los partidos sufrida este curso. Si este año es el décimo equipo que ha ido perdiendo más minutos, desde la temporada 2015-16 siempre habían estado entre los cinco que menos tiempo pasaban por detrás en el marcador.
La evolución del porcentaje del tiempo que se pasan remando contra la corriente también resulta revelador: en la temporada 2015-16 fueron perdiendo el 14,3% de los minutos; 13,9% en la 2016-17, 3,36% en la 2017-18, 20,1% en la 2018-19, 5,4% en la 2019-20 y 24,1% en esta (el máximo).
La serie de la proporción de tiempo que el Madrid ha jugado con el marcador a favor termina al revés: en la temporada 2015-16 fueron ganando durante el 86,4% de los minutos, 56,8% en la 2016-17, 62,2% en la 2017-18, 42,7% en la 2018-19, 29,12% en la 2019-20 y 32,7% en lo que va de esta (el mínimo).
Uno de los factores que explica estas colecciones de datos es la marcha de Cristiano Ronaldo, que además de en la cuenta general de goles, resultaba decisivo en un lance fundamental del juego, anotar el primero del partido. En los tres años que el portugués estuvo a las órdenes de Zidane, el Madrid marcó el 1-0 en el 74,5% de los encuentros, en tres de cada cuatro. Al curso siguiente, el 2018-19, el primero post Cristiano, el porcentaje bajó al 50%.
En cualquier caso, en gran parte se ha restablecido de ese desplome, y en los 10 partidos de este campeonato, ha abierto el marcador en siete (70%). Sin embargo, eso no se ha traducido en una recuperación del gobierno de los encuentros, donde circula más que nunca a merced del marcador.
Entre los pesos pesados del vestuario, en la salida de Cristiano se ha señalado no solo el agujero que dejaron sus goles, sino también una notable pérdida de capital competitivo, según una fuente cercana a una de estas figuras. Con Marcelo, otro de los históricos portadores de esta bandera, en retirada, Ramos mantiene la llama con ayuda de Benzema y Casemiro. Pero siguen a la espera de sumar nuevas unidades al pelotón de los ardorosos. Hazard nunca acaba de llegar y, según la misma fuente, Asensio no termina de abandonar su papel de jugador liviano, más dispuesto a acompañar un asalto emprendido por otros que a encabezarlo.