Setién: “Si jugamos tan mal, no nos da para ganar nada”
El técnico del Barcelona admite los malos momentos de juego, aunque afirma que el equipo ha tenido fases brillantes y que puede lograr la Champions
Perdida ya la Liga, el Barcelona se exige no perder también el norte, a la gresca el vestuario con el entrenador –sobre todo con el hacer del segundo, Éder Sarabia- y con la directiva, además de los enredos en la junta. Un año convulso traducido en el despido del técnico Ernesto Valverde en navidades –con el equipo líder-, sucedido después por un Quique Setién que también podría tener las horas contadas, pues desde el área deportiva se i...
Perdida ya la Liga, el Barcelona se exige no perder también el norte, a la gresca el vestuario con el entrenador –sobre todo con el hacer del segundo, Éder Sarabia- y con la directiva, además de los enredos en la junta. Un año convulso traducido en el despido del técnico Ernesto Valverde en navidades –con el equipo líder-, sucedido después por un Quique Setién que también podría tener las horas contadas, pues desde el área deportiva se imponen repensarlo cuando acabe la competición doméstica, este domingo en casa del Alavés (17.00. Movistar LaLiga). Entre otras cosas porque tras caer ante Osasuna, Messi expresó el malestar del equipo con la gestión técnica y porque la vuelta de los octavos de la Champions ante el Nápoles (1-1 en la ida) está a tiro de piedra.
“Es muy importante terminar con mejores sensaciones que en el último partido, lo que ya no podemos cambiar. Pero sí podemos prepararnos para el futuro. Hemos hablado un poco con el equipo y es necesario para reforzarnos y pensar en ese futuro”, esgrimió Setién, que no esquivó las preguntas. Como sobre qué había hablado con el presidente Josep Maria Bartomeu en el encuentro que mantuvieron este viernes. “Es normal que haya reuniones de este tipo. La inquietud que tenemos todos por mejorar es evidente”, reflexionó; “tratamos de buscar soluciones y que las cosas cambien. En esto consistió la reunión, en preparar el futuro con optimismo. Y hay que adquirir la responsabilidad por no ganar el campeonato liguero, pero tenemos un reto muy atractivo para el club como es la Champions”. Pero olvidar las acusaciones de Messi, que señaló la desgana general del vestuario además de la mala dirección deportiva y técnica, cuesta.
“Jugando así no nos alcanza ni para ganar al Nápoles”, señaló La Pulga. Setién cogió el testigo: “Hay cosas en las que estamos de acuerdo y otras, evidentemente, no. Tiene razón de que si jugamos tan mal como hemos hecho en algunos partidos, no nos da para ganar nada. Pero también hemos tenido buenos momentos y eso nos puede dar para ganarla. Todos somos conscientes de que hay mucho por mejorar, ser más consistentes y fiables durante los 90 minutos. Si conseguimos hacer un partido como contra el Villarreal, donde todo nos salió bien y damos nuestro mejor nivel, seguro que nos dará para ganar la Champions”. Un mensaje que, visto el devenir de LaLiga, no parece muy probable. “Yo hablo de deseos, no de realidades. En el resto de partidos sin contar el del Villarreal, hemos tenido fases muy buenas. No vivo de espaldas a la realidad pero no me convenceréis de que todo ha sido un desastre. Hemos hecho en el campeonato muchas cosas bien. A veces no nos ha dado para ganar, pero tengo claro tras analizar los partidos que hay muchas cosas a rescatar para el futuro que nos valen”. Pero de momento no se da y está en entredicho por más que Bartomeu le reforzara. Setién, sin embargo, tiene clara su voluntad: “Dije que iba a disfrutar hasta el último día que estuviera aquí. Sabía que no sería fácil. En esta profesión se asumen riesgos que cíclicamente se repiten. Sigo disfrutando. Es verdad que me gustaría ser más feliz con el título de Liga, pero siempre he entendido el proceso del juego. Estés donde estés, la derrota es una opción a la que hay que sobreponerse y aceptar el entorno mediático que hay alrededor del fútbol. No estoy viviendo nada que no haya vivido antes y lo estoy haciendo con las mismas ganas y entusiasmo. No he tenido las ganas de marcharme en ninguna ocasión, de verdad”.
¿Pero se vio señalado por Messi?, le cuestionaron al preparador azulgrana. “No, en absoluto. Todos, en un momento determinado, decimos cosas que se pueden interpretar a veces bien y en otras mal. Estamos viviendo momentos importantes de frustración, pero no le doy mayor importancia. El mensaje que saco es que estamos concienciados en una competición muy importante en la que estamos muy ilusionados. Pero este equipo sabe lo que se va a jugar. Como bien dijo Leo, todos necesitamos un descanso, limpiar nuestra mente y convertirnos en lo que este equipo ha sido durante muchos años. Trabajaremos para hacer causa común”. Aunque el 10, precisamente, evidenció que no quedaba mucha ilusión en el vestuario. “Todos sabemos que el estado de ánimo es el motor de nuestro cuerpo. Necesitamos que sea saludable para dar lo mejor de sí mismo. Cuando está decaído, las cosas no salen… El estado de ánimo baja. Creo que va en ese sentido. Es obvio que ahora no es el mejor y repercute de forma inmediata”, razonó Setién. ¿Y el técnico está feliz? “Siempre que llegó a un sitio, pienso que me voy a quedar toda la vida. Uno piensa en el presente, pero también en el futuro. No voy a decir que soy el mismo, pero sigo siendo feliz. Estoy tremendamente satisfecho de haber tenido esta oportunidad y el día que me vaya me iré tranquilamente. Y si me quedo seis años, encantado de la vida. Pero no cambia mucho”.
El guirigay de la convocatoria y el filial
No se acaban los enredos en Can Barça, en cualquier caso, porque la convocatoria de Setién fue de 16 jugadores e incluyó a Riqui Puig, Ansu Fati y Araujo, jugadores del filial que podrían disputar ante el Valladolid Promesas la primera ronda del playoff de ascenso a Segunda. Un contrasentido porque el club reclama subir de categoría para maquillar las arcas –supondrían unos 10 millones de euros- al tiempo que el primer equipo no se juega ya nada en el último encuentro liguero. Aunque apenas hay fichas disponibles entre sancionados (Piqué, Rakitic y Junior) y lesionados (Griezmann, Umtiti y Dembélé). Ocurre, sin embargo, que si el B vence, el miércoles tendría la segunda eliminatoria. “Llevarles al filial es una decisión que tenemos que meditarla y tomarla en su conjunto. Vosotros veis que ante el Alavés tenemos a 16 jugadores con dos porteros. Tengo tres cambios. No hay más jugadores disponibles. Pueden jugar con el filial, pero también tenemos un partido de Champions, donde tenemos sancionados [Busquets y Arturo Vidal]. Y asumir las consecuencias de una hipotética lesión que nos vuelva a debilitar… No es una decisión que debo tomar solo sino entre todos si asumimos las consecuencias. Pero sí que estamos muy interesados en subir”.
Con el que ya no cuenta es con Arthur, por más que publique en las redes sociales su compromiso con el club hasta que vista la camiseta de la Juventus -fichado ya-. Ante Osasuna, se le vio bostezar en la grada. “Sobre él, solo decir que esta mañana ha venido diciéndome que le molestaba un tobillo”, dijo Setién. “Hay situaciones que han sido nuevas como cada vez que llegas a un vestuario. Este equipo lleva ganando durante 15 años seguidos todo. Y su gestión es totalmente diferente a la de otros equipos. Ha habido situaciones puntuales difíciles de solventar, pero lo interpreto como normal en un vestuario como este”. Queda por saber dónde está el epílogo de este Barça y de Setién.