Sergio Ramos: “Esto tiene mucho mérito pese a lo que puedan decir”

El capitán del Madrid valora la importancia de Zidane, del que dice que es el “patrón” y “mano de santo” cuando está en el banquillo

Ramos celebra con Benzema el 2-0.GABRIEL BOUYS (AFP)

Sergio Ramos y Zinedine Zidane se levantaron en el aire al final del partido y, tras mantear toda la plantilla al entrenador francés, volvieron a abrazarse. “El patrón”, como lo llamó el central al técnico al concluir el encuentro. “El líder y la referencia”, como definió el preparador al defensa. Resulta imposible entender este título sin la influencia y ascendencia de ambos. “Zidane ha sido clave, es el patrón que marca el paso y la diferencia. Ha depositado la confianza en el jugador. Cada vez que...

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Sergio Ramos y Zinedine Zidane se levantaron en el aire al final del partido y, tras mantear toda la plantilla al entrenador francés, volvieron a abrazarse. “El patrón”, como lo llamó el central al técnico al concluir el encuentro. “El líder y la referencia”, como definió el preparador al defensa. Resulta imposible entender este título sin la influencia y ascendencia de ambos. “Zidane ha sido clave, es el patrón que marca el paso y la diferencia. Ha depositado la confianza en el jugador. Cada vez que viene es mano de santo. Creemos en él y es único”, afirmó Ramos antes de recoger el trofeo de campeones en el vacío de Valdebebas. Cuando ya lo tenían todos en las manos, el grupo entero se marchó a uno de los fondos, como un acto reflejo, como siempre, pero ahí no había nadie, solo un descampado.

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“Estoy más feliz que cuando gané la Champions. Es uno de los días más especiales en mi carrera”, proclamó ZZ. “La Champions es la Champions, pero la Liga es un esfuerzo tremendo de 38 jornadas. Es la hostia”, soltó en los micrófonos de Movistar LaLiga yéndose a la carrera. Unas palabras que no chirriaron porque su obsesión por el título doméstico la confesó hace mucho y muchas veces. Al igual que en su primera etapa en Chamartín, donde dejó clara su devoción por este trofeo, en su regreso tampoco hubo dudas de cuál era su gran objetivo.

Se trata de la segunda Liga en sus tres temporadas completas como técnico blanco y su undécimo laurel en el club de La Castellana. “Es un grupo de personas antes que jugadores. Solo puedo estar feliz por ellos porque todos han estado igual de comprometidos, al margen de cuánto hayan jugado”, añadió Zidane minutos antes de rodear con el brazo y hacer carantoñas en un aparte a Brahim, precisamente, uno de los menos utilizados.

“El trabajo, cuando se hace bien, tiene una recompensa. Esto tiene mucho mérito pese a lo que puedan decir”, dejó caer Ramos sin abundar en la materia. “Ha sido una temporada difícil, pero el objetivo era ganarlo todo tras el parón, no teníamos margen de error porque no dependíamos de nosotros. El Barcelona nos llevaba dos puntos de ventaja”, indicó el capitán, al que le hicieron la pregunta del futuro, con un contrato que expira en 2021. “Me quedaré hasta que el presidente quiera. Yo estoy encantando y me gustaría terminar mi carrera en el Madrid”. Cuando le cuestionaron por ello a Florentino Pérez, dijo que no habría ningún problema. Sobre Zidane, sentenció: “Es una bendición”.

Todas las palabras que salieron de la boca de los madridistas coincidieron en un mensaje: una vez regresó la competición se enfrentaban a 11 finales. Esta expresión se repitió este jueves una y otra vez sobre el Di Stéfano. Los blancos convirtieron la Liga en una suerte de Liga de Campeones (entera son 13 choques), y ahí es el terreno en el que mejor se maneja ese vestuario, con esfuerzos cortos e intensos. “Tras dos meses parados, dije que podíamos ganar los 11 partidos y me cayó más de una burla desde Cataluña. Pero creía en mi equipo”, apuntó Courtois.

Hubo un momento, un minuto en la noche del Di Stéfano, que la Liga también pasó por el portero belga, que en el 93 sacó una manopla y un pie en la misma acción para evitar el empate muy al estilo Casillas en Glasgow en la Novena de Zidane. “Estábamos bien con el 2-0 y nos pasó como en Granada. Igual fue falta de concentración, aunque también es mérito suyo por el buen gol. Y al final hay una doble parada mía”, advirtió el guardameta, que unos minutos antes estuvo a punto de retirarse por un fuerte golpe en el cráneo. Su doble intervención llevó la angustia a Valdebebas, que ya estaba celebrando y temió que esa jugada lo comprometiera todo. Sin embargo, casi al instante se supo que Osasuna había marcado el segundo en el Camp Nou y al Madrid le sobraron dos minutos (y una jornada) para ser el nuevo campeón de Liga.

Pocos en el campo como Asensio entendieron cómo puede cambiar la vida en un instante. Hace un año se lesionó de gravedad y, tras 11 meses en la enfermería y en el gimnasio, este jueves alzó otro trofeo. “He pasado por momentos muy duros y también muy especiales. Esto lo voy a recordar siempre”, comentó sereno el balear antes de fundirse en un abrazo muy prolongado con ZZ mientras se despedían.

Kroos: “No siempre jugamos bien, pero sí en equipo”

En medio de la alegría, también hubo tiempo para un discurso más de fútbol. Le correspondió a Toni Kroos. “No siempre hemos jugado tan bien, pero lo hicimos como equipo. Eso se vio en los pocos goles que recibimos. Arriba sabíamos que podíamos conseguir algo en cualquier momento”, explicó. El alemán, que logró su segunda Liga española, se refirió a la derrota en el Villamarín como el peor momento del curso. “Después de vencer en el clásico, perdimos contra el Betis y nos molestó mucho”, reconoció. Zidane también apuntó en la rueda de prensa a esa noche, el último duelo antes el confinamiento, como el trance más delicado de la temporada. “Ahora hemos jugado 10 finales y sufrimos muchos partidos ganando por la mínima. Mejoramos en defensa porque sabemos que, si defendemos solo seis o siete, es imposible”, concluyó Kroos.

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