El paso adelante de Saúl
El centrocampista del Atlético se asienta como mediocentro tras ser el chico para todo de Simeone
De todos los centrocampistas del Atlético, a ninguno le vienen tan bien los goles como a Saúl Ñíguez (Elche, 25 años). Tenido por un todocampista con llegada por sus enormes capacidades físicas, desde hace tiempo parte de su rendimiento y su valor de mercado se asocian a sus estadísticas goleadoras. El pasado sábado, a la hora de juego, abrió el complejo partido que planteó el Alavés (2-1) con un cabezazo. Fue su cuarto t...
De todos los centrocampistas del Atlético, a ninguno le vienen tan bien los goles como a Saúl Ñíguez (Elche, 25 años). Tenido por un todocampista con llegada por sus enormes capacidades físicas, desde hace tiempo parte de su rendimiento y su valor de mercado se asocian a sus estadísticas goleadoras. El pasado sábado, a la hora de juego, abrió el complejo partido que planteó el Alavés (2-1) con un cabezazo. Fue su cuarto tanto en Liga en una temporada en la que ha vuelto a erigirse en el chico para todo de Simeone. Su polivalencia es el otro gran vector que marca su cotización. En los 41 partidos que ha disputado ha sido alineado de inicio 22 veces como mediocentro, 14 como interior izquierdo, dos como interior derecho y tres como lateral izquierdo, aunque para esta última posición ha sido requerido durante el transcurso de varios partidos en los que Simeone se vio obligado a reajustar sus planteamientos.
Tras el parón, Saúl parece tan pendiente de descolgarse en ataque y de acompañar la presión adelantada como de recuperar las posiciones defensivas hasta incrustarse entre los centrales en los repliegues. Eso le ha permitido instaurarse en el eje del centro del campo, la posición en la que siempre ha manifestado sentirse más identificado. En los cuatro partidos que ha disputado ha sido alienado como mediocentro. “Es capaz de cumplir con muchos roles, en este último tiempo, con más partidos en la posición que mejor se siente, se asentó mejor en el medio de la cancha”, explica Simeone, que también le reconoce sus otras virtudes: “Tiene un poderío táctico en su cabeza muy grande, sin dejar de lado su llegada, su peligro en las jugadas de pelota parada, su tiro de media distancia y su trabajo defensivo”, asegura su entrenador. Desde hace tiempo, Saúl digiere y cumple con sumisión las órdenes de Simeone. Ha adoptado el discurso colectivo y se ha convertido en uno de los altavoces más fidedignos de los mensajes del entrenador por encima de sus apetencias tácticas individuales.
Estilo de la Premier
Ahora se siente cómodo con el paso adelante dado por el equipo tras el empate en San Mamés (1-1). Sus porcentajes de acierto en el pase (79%) están muy alejados del de los mejores volantes centrales del campeonato liguero (Kroos, 93%, y De Jong, 92%) e incluso de sus compañeros Koke (86%) y Thomas (83%), pero la presión más adelantada que ha practicado el Atlético desde su exhibición en Pamplona (0-5) beneficia su despliegue y le exige menos con el balón en los pies en la iniciación del juego. Ahí es más un apoyo para Thomas, Koke o Herrera que una referencia para la salida del balón. Este martes, sin Koke, sancionado, y si el Atlético se ve obligado a renunciar durante mucho tiempo a presionar en campo contrario, su pericia en la salida del balón será sometida a una exigente prueba para tratar de estirar al equipo.
El entorno de Saúl, con contrato hasta 2026 y una cláusula de 150 millones de euros, siempre se ha preocupado de construir su carrera y de valorizarlo en el mercado desde sus condiciones de llegador y su poderío físico. Representado ahora por Stellar Group, la misma agencia que tiene como cliente a Gareth Bale, el juego de ida y vuelta de la Premier siempre le ha tentado. Según fuentes próximas al Atlético, durante su carrera ha pulido su organismo con preparadores físicos individuales por si un día aterriza en Inglaterra. No ha habido temporada que su nombre no haya figurado en el mercado por unas razones u otras. El verano pasado no hubo una oferta que satisficiera la exigencia del club, nunca menos de 80 millones, que también le incluyó en un derecho de tanteo del Barça por el traspaso de Griezmann. Al poco de iniciarse la pandemia y ante una posible debacle económica, Saúl fue junto a Thomas una de las posibles vías de financiación para afrontar la crisis. Ahora es el ghanés, con una cláusula de 50 millones de euros, y tras rechazar varias ofertas de renovación, el que más cerca está de abandonar el club.