El Rayo se planta por el ERTE y no acude a entrenar

Los jugadores no se presentan en el primer día de entrenamientos grupales con el respaldo del cuerpo técnico, afectado de inicio y que finalmente cobra el 100% de su salario

Mario Suárez accede a las instalaciones del Rayo para someterse al test de la Covid-19, hace dos semanas.Fernando Alvarado (EFE)

Siguiendo el ejemplo del Elche, primer equipo que se plantó al no aceptar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) presentado por su club, la plantilla del Rayo Vallecano se ha negado a acudir a la Ciudad Deportiva para iniciar los entrenamientos grupales, como han hecho el resto de clubes de Primera y Segunda División. Tras varias semanas de tensas negociaciones, que ni siquiera se detuvieron a pesar de ...

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Siguiendo el ejemplo del Elche, primer equipo que se plantó al no aceptar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) presentado por su club, la plantilla del Rayo Vallecano se ha negado a acudir a la Ciudad Deportiva para iniciar los entrenamientos grupales, como han hecho el resto de clubes de Primera y Segunda División. Tras varias semanas de tensas negociaciones, que ni siquiera se detuvieron a pesar de la aplicación del ERTE, la situación ha acabado por explotar y ha desembocado en el plante escenificado este lunes.

El club franjirrojo, 11º clasificado en Segunda, fue uno de los últimos en sumarse a la aplicación del ERTE, que terminó llegando a primeros de mayo. Además de a los trabajadores, afectó a la plantilla del primer equipo y al cuerpo técnico que lidera Paco Jémez, que vieron reducidos sus salarios en un 70% con carácter retroactivo, empezando a contar desde el 14 de marzo, día en el que se decretó el estado de alarma

Tras someterse a las pertinentes pruebas, la plantilla volvió a los entrenamientos el lunes 11 de mayo, como el resto de equipos de Primera y Segunda División. En aquel momento, el cuerpo técnico salió del ERTE y volvió a percibir el cien por cien de su salario, pero no los jugadores, que seguían intentando llegar a un acuerdo con el club que ahora parece más lejano que nunca.

"Que un equipo que presenta 20 millones de euros de superávit se acoja a un ERTE me parece una falta de respeto importante para sus trabajadores. Como la legalidad les asiste en muchos casos, y en algunos con razón, tenemos que ver qué parte de este terremoto lo tenemos que pagar nosotros", se manifestó entonces Paco Jémez, poniendo el foco en la importante cuantía de beneficios que obtuvo el año pasado el Rayo.

Superávit de 20 millones

“Lo mismo que cuando un club da superávit ninguno le va a pedir un aumento porque es una parte normal de la empresa, cuando hay una situación que la empresa pierde me parece injusto que se pida a trabajadores que paguen parte de esa situación. Yo jamás he ido a un club que ha dado superávit y le he dicho que me mejore mi contrato”, añadió el técnico del Rayo, que este lunes ha preparado una sesión para que sus futbolistas se ejerciten desde casa.

El ERTE fue notificado a primeros de mayo a todos los estamentos del club, como el equipo femenino, la Fundación y la cantera. La mayoría de trabajadores han pasado a cobrar solo el 70% de la base de cotización por parte del Estado, aunque en algunos casos especiales se acordó una reducción de jornada y, por tanto, de sueldo.

“A los jugadores lo que más nos preocupa es que todos los trabajadores puedan cobrar su salario íntegro, porque ganan menos que nosotros, evidentemente", dijo, por su parte, el delantero argentino Leo Ulloa, recalcando que la intención de la plantilla era la de ayudar a los empleados “más allá de que el club entre al ERTE".

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