La dieta vegana llega al deporte

Un film producido por Hamilton y Djokovic convence a pilotos o triatletas de no ingerir proteína animal

Pol Espargaró se cocina unos espagueti con humus y olivada negra.

Era el año 2017 y Lewis Hamilton ganaba su cuarto título mundial de Fórmula uno. “Fichar por Mercedes y convertirme en vegano me ha cambiado”, decía. Y aunque a alguno aquello le pudo sonar grandilocuente, el británico no solo es todavía un vegano convencido, sino que unos años después ayudó a reforzar la idea de que veganismo y deporte de élite no están reñidos. Él y el tenista Novak Djokovic, que además de mantener una alimentación sin gluten desde el 2013 dejó de comer carne dos años despu...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Era el año 2017 y Lewis Hamilton ganaba su cuarto título mundial de Fórmula uno. “Fichar por Mercedes y convertirme en vegano me ha cambiado”, decía. Y aunque a alguno aquello le pudo sonar grandilocuente, el británico no solo es todavía un vegano convencido, sino que unos años después ayudó a reforzar la idea de que veganismo y deporte de élite no están reñidos. Él y el tenista Novak Djokovic, que además de mantener una alimentación sin gluten desde el 2013 dejó de comer carne dos años después y hoy sigue una dieta “semivegetariana”, pues come pescado, son productores ejecutivos del documental The game changers (Los que cambian las reglas del juego), producido por James Cameron.

Tan popular como polémico, el film —trata sobre el impacto beneficioso de una dieta sin proteína animal en el organismo de un deportista de élite— puede verse en Netflix, donde se estrenó en septiembre del 2019. Y desde donde ha atraído ya a unos cuantos deportistas. Entre ellos a unos pocos pilotos del Mundial de Motociclismo como Pol Espargaró (piloto de MotoGP) o Jorge Martín (Moto2, campeón del mundo de Moto3), que hace una dieta vegetariana selectiva: solo en periodo de competición. Los dos, como Miguel Oliveira (MotoGP), cambiaron su alimentación este invierno.

“Hace seis meses que empecé, fue algo totalmente experimental y la verdad es que ahora me siento mucho mejor”, indica el portugués. “Yo me siento ligero; y no cojo peso, que es súper bueno para la competición. Puedo comer mucho más, así que me sacio y, además, tengo mucha energía. Ahora que lo he dejado, por este parón del coronavirus, me vuelvo a sentir pesado”, señala Martín.

A Espargaró no le van las medias tintas. Así que desde que decidió hacer el cambio, tras la última carrera del 2019 el pasado noviembre, ha sido radical. “Hacerlo a medias no me iba a ayudar a entender qué me aportaba el cambio”, explica. Siempre tuvo una sensibilidad especial por el tema —“Por cómo tratamos a los animales en general, sé que no todas las cárnicas son igual, pero el maltrato es bastante generalizado”, cuenta—, así que después de leer algunos libros, muchos artículos, y algún que otro documental, además de ese The game changers —“En algunos puntos es exagerado, pero también es muy interesante”, apunta—, se convirtió.

Unos meses después asegura sentirse genial, haber perdido peso y mejorado su rendimiento. “Ganar o mantener la potencia muscular con menos peso me ayuda encima de la moto”. Además, dice, físicamente está mejor que nunca: “Subo una montaña de Pal-Arinsal. Si antes hacía 3000m a la semana y equis metros de desnivel ahora todos esos números han mejorado: subo más rápido los picos y acumulo más metros de subida. Llevo más horas de entrenamiento que en mi vida. Y no he perdido fuerza, ni he acabado cansado ningún día”, relata.

Aunque Espargaró confiesa que al principio tuvo un poco de miedo y temía por los efectos de la nueva dieta en su rendimiento —“En KTM estaban preocupados”, confiesa—, hoy suscribe los principios sobre los que se asienta The game changers, que defiende que la dieta vegana ayuda a que el músculo se estrese menos y favorece la pronta recuperación tras un esfuerzo físico: “A un deportista le dicen que lo que necesita es comer carne roja para ingerir proteína y recuperar el músculo. Pero la carne que comemos lleva antibióticos y esa proteína animal acaba hipertrofiando o inflamando el músculo”, asegura.

Lo mismo opina Beatriz Ferrer-Salat, amazona de doma clásica, ganadora de dos medallas olímpicas y vegana desde el año 2011: “Esas proteínas provocan cáncer, problemas de corazón… Cambiar mi alimentación me ayudó a sentirme mejor, con mucha más energía, mucho más positiva y ligera. Cambió todo”.

Eneko Llanos, campeón del mundo de triatlón, hace tantos años, 25, calcula él, que decidió dejar de consumir carne y pescado —desde este invierno tampoco toma huevos ni leche— que no puede valorar cómo le afectó físicamente. Aunque tiene clara una cosa: “Una dieta vegana es perfectamente válida para la vida normal y para el deporte de alto nivel, lo que no significa, como dice el documental de James Cameron, que haya que hacerse vegano para mejorar el rendimiento”. Llanos hoy es vegano por principios. “Porque el consumo de animales es cruel e innecesario”. Lo mismo cree Héctor Bellerín, futbolista del Arsenal y vegano desde el 2017, quien incluso ofreció su imagen para promocionar una campaña que llama a la conversión vegana. “Mis tobillos, que solían estar siempre inflamados, han mejorado muchísimo. Además, empecé a recuperarme muy rápidamente del esfuerzo hecho tras cada partido”, explicaba. Bellerín comía cada vez menos carne, hasta que empezó a ver documentales como What The Health, de 2017, también disponible en Netflix. Así es como las nuevas plataformas de televisión crean nuevas generaciones de veganos.

Sobre la firma

Más información

Archivado En