Italia estudia un plan para reanudar el fútbol con “fortalezas antivirus”

La federación diseña un protocolo médico que prevé meses de reclusión para los equipos y los empleados de los clubes

Unos operarios desinfectan el estadio San Paolo, en Nápoles.CIRO FUSCO (EFE)

El calcio ha dado el primer paso para volver a la competición tras el estallido de la pandemia de coronavirus. El protocolo de reanudación de la actividad futbolística, diseñado por la comisión médica de la FIGC, la federación italiana, fue enviado este sábado al Gobierno. El plan prevé el aislamiento total de los 20 equipos de la Primera División, cada plantilla recluida en hoteles o en centros particulares con sus respectivos cuadros de...

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El calcio ha dado el primer paso para volver a la competición tras el estallido de la pandemia de coronavirus. El protocolo de reanudación de la actividad futbolística, diseñado por la comisión médica de la FIGC, la federación italiana, fue enviado este sábado al Gobierno. El plan prevé el aislamiento total de los 20 equipos de la Primera División, cada plantilla recluida en hoteles o en centros particulares con sus respectivos cuadros de servicio de mantenimiento al completo, un total de aproximadamente 100 personas por club, durante más de dos meses. El tiempo que se estima que tardarían los equipos en recuperar la forma física y dirimir lo que le resta a la temporada 2020-21.

El protocolo de reanudación de la actividad futbolística, diseñado por la comisión médica de la FIGC, la federación italiana, fue enviado este sábado al Gobierno. El plan prevé el aislamiento total de los 20 equipos de la Primera División, cada uno recluido en hoteles o en centros particulares con su cuadro de servicio de mantenimiento al completo, de unas 50 personas por club, durante aproximadamente dos meses. Lo que tardarían los equipos en recuperar la forma física y dirimir lo que le resta a la temporada 2020-21.

El documento elaborado por la comisión médica que preside Paolo Zepilli sustentará la posición de los clubes italianos en la reunión que mantendrán con el Gobierno el próximo miércoles. La cumbre se celebrará por videoconferencia. Participará el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, el ministro de Deportes, Vincenzo Spadafora, el presidente de la FIGC, Gabriele Gravina, los representantes de las ligas profesionales, el sindicato de futbolistas, los árbitros, y el propio Zepilli al frente de los médicos. Tanto la patronal de la Serie A como la federación esperan culminar la cita con vía libre para iniciar las concentraciones el lunes 4 de mayo. El arranque de la competición sigue siendo una hipótesis. La proyección más optimista fija los primeros partidos para 27 y 28 de mayo, coincidiendo con las semifinales de la Copa Italia.

El protocolo médico de inicio de la actividad refleja el itinerario seguido por los clubes de la Bundesliga y redobla las medidas sanitarias. En Alemania, muchos equipos regresaron a los entrenamientos hace dos semanas sin que se realizaran pruebas de coronavirus a las plantillas. En Italia, la hoja de ruta dispone que 96 horas antes de saltar al campo de entrenamiento, las plantillas de jugadores y personal de apoyo deberán someterse a dos tandas de exámenes de coronavirus, tanto el test PCR, para saber si hay infección, como el test serológico, para determinar si las personas han estado en contacto con el virus y han adquirido anticuerpos. Los médicos hablan de crear grupos “negativizados” antes de iniciar la actividad física. Incluyen a los jugadores y a todos los empleados vinculados a los equipos, desde los jardineros hasta el personal de limpieza.

Los médicos ponen especial énfasis en el examen de posibles lesiones pulmonares y cardíacas. Alertan de que el COVID-19, en ciertos casos, afecta a los órganos vitales durante mucho tiempo y obligan a los clubes a estudiar con detenimiento las posibles secuelas de la enfermedad en todos aquellos que la tengan o la hayan padecido, con una batería que incluye ecocardiogramas bajo esfuerzo máximo, espirografías, TAC pulmonar de alta resolución, y la adhesión de holters (dispositivo de electrocardiografía portátil para monitorización cardíaca) las 24 horas del día hasta que se descarten daños. Hay jugadores que ya dieron positivo, como Rugani, Gabbiadini, Dybala o Vlahovic. Todos ellos, además de los nuevos positivos, pasarán la revisión especial.

Los jugadores sanos y el personal de servicio de los equipos se recluirán en los centros de entrenamiento de cada club, o en hoteles aislados, que serán desinfectados todos los días. El presidente de la asociación de médicos del fútbol italiano, Enrico Castellacci, declaró en la Gazzetta dello Sport que se precisarán “veinte ciudadelas, una por equipo, verdaderas fortalezas antivirus”. Los clubes que no dispongan de centros de entrenamiento con residencias para 100 personas alquilarían hoteles sin personal. Solo los empleados de los clubes podrían ingresar en los hoteles.

El protocolo indica que durante la primera semana de convivencia se respetará el distanciamiento social, en las residencias y en el campo de juego. Los jugadores realizarán la primera fase de preparación física de manera individualizada. Entre la segunda y la tercera semana se podrán realizar ejercicios en grupo con balón. Hasta la tercera semana de trabajo, los médicos recomiendan evitar el contacto físico en la medida de lo posible, circunstancia que atenta contra la naturaleza del juego.

La necesidad de completar dos jornadas de Copa y 12 de Serie A en poco más de un mes obligaría a los equipos a disputar un partido cada tres días. Para evitar lesiones en plantillas presumiblemente tensionadas mental y físicamente, hay clubes que proponen un cambio en el reglamento. Renzo Ulivieri, presidente de la asociación de entrenadores de Italia, recomienda admitir hasta cinco cambios por partido, tal y como está previsto en la Serie C del fútbol femenino.

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