El enredo contractual del Fuenlabrada
Dos jugadores rechazan la propuesta del club de asegurar su salario a cambio de alargar la vinculación hasta que acabe el curso
En medio de la sucesión de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y reducciones de salarios a los que se acogen día tras día los clubes de fútbol, el Fuenlabrada trasladó a sus jugadores un plan alternativo. Con 13 de los 25 futbolistas de la plantilla finalizando contrato a final de temporada, el club madrileño, 13º en Segunda División, ofreció un acuerdo por el que se comprometía a no emprender ninguna de estas medidas y seguir pagando el montante completo de las fichas (faltaba por recibir el pago del 30% del salario, previsto para el 30 de junio) a cambio de prolongar la vincu...
En medio de la sucesión de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y reducciones de salarios a los que se acogen día tras día los clubes de fútbol, el Fuenlabrada trasladó a sus jugadores un plan alternativo. Con 13 de los 25 futbolistas de la plantilla finalizando contrato a final de temporada, el club madrileño, 13º en Segunda División, ofreció un acuerdo por el que se comprometía a no emprender ninguna de estas medidas y seguir pagando el montante completo de las fichas (faltaba por recibir el pago del 30% del salario, previsto para el 30 de junio) a cambio de prolongar la vinculación con el club hasta el final de la competición si esta se alarga más de lo previsto inicialmente.
Pero la propuesta, recibida positivamente por la mayoría de la plantilla, ha encontrado un escollo insalvable hasta la fecha. Dos de los 25 jugadores se negaron a aceptarla, por lo que, según indica el club, no se podía aplicar. “No puedo firmar un contrato que va más allá del 30 junio sin tener una fecha exacta. Si esto se alarga y LaLiga acaba, por ejemplo, en diciembre, ¿tengo que estar prorrateando lo que nos queda por recibir hasta entonces? El 30% en algunos contratos de Segunda no significa mucho dinero”, cuenta uno de ellos, el portero Biel Ribas, de 34 años, que ya se ha desvinculado tras rescindir su relación con el club de mutuo acuerdo.
“Tenía dudas de si era legal. El documento se anticipa a los acontecimientos sin saber qué va a ocurrir en el futuro. Les dije que quería esperar a que la FIFA, la UEFA o la propia federación y LaLiga tomaran una decisión. Si estos organismos dicen que tengo que jugar gratis dos, tres, cuatro o cinco meses, pues lo haría, pero lo tienen que decidir ellos”, añade Ribas, que finalizaba contrato a final de campaña y que asegura que estaba dispuesto a aceptar la propuesta del Fuenlabrada si se establecía una fecha concreta que no fuera más allá de “uno o dos meses” después del 30 de junio.
“A partir de ahí, a los dos o tres días me comunican que el míster no cuenta conmigo”, dice Ribas, algo que el club niega. “No se trata de una decisión deportiva, José Ramón Sandoval no ha dicho en ningún momento que no cuente con él ni el club se lo ha pedido. Es una decisión interna para evitar futuros problemas. Y hemos llegado a un acuerdo con el que ambas partes estamos contentas”, replica el director deportivo, Miguel Melgar.
Cuánto cobrar
El Fuenlabrada asegura que el documento presentado a los jugadores cumplía con todos los requisitos legales y contaba con el visto bueno de los abogados del sindicato de futbolistas (AFE). “Lo firmaron 23 de los 25 futbolistas, e incluso recibí llamadas de agentes y de jugadores agradeciendo la tranquilidad que suponía garantizar que se fuera a pagar el salario completo. Pero el hecho de que no firmaran todos nos puede acabar empujando al ERTE. No podemos arriesgarnos a pagar todos los salarios y que luego haya algún jugador que se niegue a jugar”, explica Melgar.
Una vez rescindido el contrato de Ribas, el club madrileño trabaja para llegar a un acuerdo similar con el otro futbolista que se ha negado a firmar, y del que no ha trascendido el nombre. “Se intentó convencer a ambos de que firmaran como el resto del equipo, pero no fue posible y a partir de ahí el club ha tenido que tomar otra dirección”, añade Melgar, que deja abierta la puerta a retomar lo propuesto en el primer documento si finalmente se llega a una solución “amistosa” con el segundo afectado. “Ahora mismo, tenemos a la plantilla sin saber qué y cuándo va a cobrar, y eso es lo que nos preocupa. Alguna solución hay que encontrar. Si no llegamos a un acuerdo veremos qué se puede y qué no se puede hacer”, concluye el director deportivo sobre este extraño caso.