Cheste ovaciona a Jorge Lorenzo en su última carrera, en la que la victoria es para Márquez

El balear se despide del Mundial quemando rueda delante de un batallón de cámaras y de codos que luchan por un selfi

Jorge Lorenzo, recibe los aplausos en Cheste en su última carrera.Kai Försterling (Efe)
Cheste -

Marc Márquez terminó el año ganando. En Cheste, el campeón del mundo de MotoGP le puso el broche a su temporada fantástica con una nueva victoria, la número 12. Risas de alegría y lágrimas de emoción en el Repsol Honda, que despide desde lo alto del podio a Jorge Lorenzo, su piloto. El cinco veces campeón del mundo se baja de la moto tras 18 años. Entró en el box ovacionado por todo el paddock y se despidió del Mundial quemando rueda. Dando gas, como siempre. Para la estadística queda que detrás de Marc Márquez termin...

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Marc Márquez terminó el año ganando. En Cheste, el campeón del mundo de MotoGP le puso el broche a su temporada fantástica con una nueva victoria, la número 12. Risas de alegría y lágrimas de emoción en el Repsol Honda, que despide desde lo alto del podio a Jorge Lorenzo, su piloto. El cinco veces campeón del mundo se baja de la moto tras 18 años. Entró en el box ovacionado por todo el paddock y se despidió del Mundial quemando rueda. Dando gas, como siempre. Para la estadística queda que detrás de Marc Márquez terminaron Fabio Quartararo y Jack Miller.

En los grandes premios, en la previa del semáforo verde, la parrilla se rellena de autoridades, de periodistas con chaleco y de invitados VIP. El aroma de perfume y colonia se mezcla con el olor ácido de los neumáticos y la gasolina. Ahí, en ese corral de nervios que es una línea de salida, antes de soltar a los pilotos a rodar a más de 300 kilómetros por hora, se forman populosos corrillos alrededor de las motos y sus jinetes. Juego de codos y empujones para ganar la posición que da derecho al mejor selfi.

Jorge Lorenzo se despide del público en Cheste.JOSE JORDAN (AFP)

Los principales jaleos se suelen formar en las primeras filas, donde se concentran pilotos mejor clasificados, los favoritos para la victoria. Márquez, Quartararo, Dovizioso y, siempre y en todos los lugares, Valentino Rossi acaparan las miradas y los focos. Sin embargo, este domingo en Cheste, un apiñamiento destacaba al fondo de la parrilla. Jorge Lorenzo preparaba su último arranque. Unos grandes auriculares rojos cubrían sus orejas, como de costumbre, pero pocas melodías tuvo tiempo de escuchar esta vez antes de subirse a la moto, porque un batallón de cámaras y de micros le esperaban para captar sus impresiones. Esas iban a ser las últimas palabras de Jorge Lorenzo aún en activo, apenas una hora después todo habría terminado.

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"Nervios", apenas acertaba a describir Lorenzo, una ansiedad que había alterado su descanso durante la noche previa, cuando la sucesión de recuerdos le había robado espacio al sueño. Mientras sus mecánicos le esperaban con la moto a punto, Juan Llansá, su aprietatuercas de confianza estaba con los nervios a flor de piel, tanta entrevista atendió Lorenzo que el director deportivo del equipo Honda, Alberto Puig, brazos cruzados y gorro calado, se mordía los labios de impaciencia y le hacía un gesto drástico a Héctor Martín, responsable de comunicación de Honda. Pero las preguntas seguían y el propio Puig terminó acercándose a su piloto para decirle que ya era suficiente.

Lorenzo no esconde que tiene un carácter peculiar, y que cuando era joven ese carácter era más caprichoso que peculiar. Pero, pese a los malos resultados que ha cosechado en su última temporada, en Honda se valora la profesionalidad del balear. El propio Márquez reconocía en una entrevista con EL PAÍS que le había sorprendido la retirada de su compañero de equipo porque le había visto implicarse y trabajar al máximo hasta el último momento. Pero con trabajo ya no le alcanza a Lorenzo, hastiado por las lesiones y por las exigencias de una Honda con la que nunca pilotó cómodo. El balear se retira con un bagaje de 68 victorias en 297 grandes premios y cinco títulos mundiales.

Más allá de regalarse unas "largas vacaciones en algún lugar de sol y playa", el mallorquín residente en Suiza no tiene decidido a qué va a dedicar su tiempo libre a partir de ahora. Le apetece más tener presencia en algún programa o espectáculo televisivo que mantenerse estrechamente vinculado al mundo de las motos. Dice que tiene necesidad de relajarse y alejarse de la presión. Mientras, donde no hay tregua es en el box del Repsol Honda. La retirada de Lorenzo ha dejado una moto libre y a Alberto Puig le han atiborrado los oídos de propuestas y nombres de candidatos. Alex Márquez es el mejor posicionado para quedarse con la segunda Honda oficial y para convertirse en compañero de equipo de su hermano Marc.

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