El Anillo Verde de Vitoria está poblado a todas horas de ciclistas o runners, como los que salen con el campeón del mundo de maratón Martín Fiz (desde su tienda en el barrio de Ariznabarra) prácticamente cada tarde a hacer unos kilómetros. El deporte en la ciudad alavesa es tan habitual como el pintxo-pote. Los numerosos centros cívicos y polideportivos de cada barrio acogen a casi 17.000 personas al día, una cifra notable en una ciudad de 247.000 habitantes. A ello hay que sumar las piscinas, las canchas, los espacios privados –algunos de gran nivel, como el BAKH, del Baskonia- las etapas ciclistas por los montes circundantes en los que entrenaba Joseba Beloki o la actividad de las canteras de los equipos profesionales, asociaciones o instituciones educativas. Vitoria es deporte. El Deportivo Alavés y el Saski Baskonia, dos clubes en la élite del fútbol y del baloncesto, respectivamente, dirigidos por el mismo grupo empresarial por octava temporada, son el más fiel reflejo de ello. Gracias a su unión, el Alavés aspira a la estabilidad y a revivir sus años de gloria.
Ahora tienen mucho que disfrutar. El grupo Baskonia se hizo con la gestión del equipo hace poco más de siete años. El Alavés deambulaba por Segunda B. En dos años volvieron a la división de plata. En la temporada 2016/17 regresaron a LaLiga Santander y llegaron a la final de la Copa del Rey. Este es su tercer curso consecutivo en la élite. El club está quinto tras finalizar la primera vuelta. El éxito deportivo ha estado apoyado en una dirección ambiciosa con las señas de identidad del grupo Baskonia, presidido por el exjugador de baloncesto Josean Querejeta desde hace 30 años, en los que el club de baloncesto de Vitoria ha alzado 14 títulos y se ha asentado en la élite europea de la canasta. “Cuando llegamos, el Alavés estaba en concurso de acreedores y tenía una deuda de 20 millones de euros. Hoy es un club solvente y saneado”, reivindica el empresario, de 61 años.
Alavés y Baskonia se gestionan desde un mismo lugar, el Fernando Buesa Arena, el pabellón de baloncesto con mayor capacidad de España (más de 15.000 espectadores) y sede de la próxima Final Four de la Euroliga. Sus aficiones son un claro ejemplo de la estrecha relación entre los vitorianos y el deporte: el equipo de fútbol ha batido este año su récord de abonados, casi 18.000 en un estadio que no llega a los 20.000 de capacidad, mientras que el de baloncesto ha superado una vez más los 10.000 socios. “Los dos equipos siempre se han llevado bien, nunca ha habido tensiones entre ellos y apenas comparten 300 abonados”, asegura Querejeta, que compara la dirección de los dos clubes: “El equipo para ambas entidades es el mismo, con algunas diferencias en comunicación, marketing o departamento comercial, pero la cabeza y la matriz es igual. En términos de generación de recursos, proyectos comerciales o patrocinios, la gestión del baloncesto es básicamente idéntica a la del fútbol. La única gran diferencia está en los equipos deportivos. Cada uno tiene el suyo propio y el del fútbol es mucho más amplio”.
El Alavés es actualmente quinto en la clasificación, pero su límite salarial es el 15º de LaLiga Santander. El presidente, Alfonso Fernández de Trocóniz, marca las metas a corto y medio plazo del conjunto babazorro, que en más de 90 años de historia solo ha militado 14 temporadas en la máxima categoría: “Siempre hemos sido un equipo de altibajos. Hemos estado en todas las divisiones del fútbol. Y las hemos ganado todas, salvo la primera, claro. El objetivo es consolidar al equipo en LaLiga Santander. Que estar donde estamos no sea una anécdota, sino lo habitual, y que a partir de la estabilidad institucional, económica y deportiva lleguen mayores éxitos. Para ello, el Alavés tiene que crecer e igualarse con ingresos atípicos a otros clubes con mayor capacidad”. Esa es la clave del futuro y la razón principal de todos los proyectos que ha emprendido el grupo Baskonia: generar más recursos, expandirse.
Tanto Querejeta como Fernández de Trocóniz destacan el importante papel de LaLiga en este sentido. “Gracias al control económico y al reparto de derechos de televisión que ha impulsado LaLiga los equipos ahora pueden tener un excedente para llevar a cabo iniciativas que les permitan crecer aún más”, subraya el exbaloncestista. Para Trocóniz, “lo que ha conseguido LaLiga es que en los clubes se hable fundamentalmente de fútbol, no de los problemas económicos que había hasta ahora”. “Cuando llegamos en 2011 todavía estábamos pagando sueldos a jugadores de la temporada 2003/04. Ahora esto es imposible, porque solo podemos fichar lo que podemos pagar y tenemos incluso la obligación de tener remanentes”, recuerda el presidente albiazul.
La idea de Querejeta y su equipo pasa por extender el grupo Baskonia más allá de sus dos clubes vitorianos y mejorar la infraestructura del Alavés para que aumenten sus ingresos y crezca su cantera. Su modelo de expansión es prácticamente único en Europa y alcanza cuatro clubes en cuatro países distintos, alguno a más de 10.000 kilómetros: “Somos propietarios de un club en Croacia [el NK Istra de Pula, que juega en la primera división de su país] y hemos firmado acuerdos para gestionar el Sochaux francés [actualmente en la Ligue 2], con el JS Hercules finlandés [en su segunda categoría] y el Kagoshima United japonés [también en segunda] para ampliar nuestra cantera”. Una multinacional del fútbol. La intención es seguir en esa línea en otros países, y aprovechar los frutos que den esos equipos para nutrir al Alavés en el futuro. “El hecho de que nosotros estemos en un proceso de internacionalización y que queramos tener equipos en otros países también es un poco el modelo de LaLiga, que intenta posicionar su marca fuera de nuestro país. Esto puede llevar mañana al incremento de los derechos televisivos y de la mejora de los patrocinios. Creo que de cara al futuro es fundamental”, sentencia el ejecutivo vasco.
Este afán por el crecimiento incluye además una renovación en las instalaciones del club albiazul. Empezando por Mendizorroza. “El campo se ha quedado pequeño y es evidente que está en una situación muy mala, sobre todo su cubierta. Tampoco permite generar nuevos recursos de ticketing, palcos, acuerdos comerciales…”, resume Querejeta, que apunta las líneas maestras del proyecto de remodelación del estadio, cuya conclusión está prevista para 2022: “Esperamos que la afición y la ciudad crezcan a medio plazo y queremos un campo moderno, capaz de dar un mejor servicio a nuestros abonados y patrocinadores, que pase de los 20.000 espectadores actuales a al menos 28.000. La cubierta se remodelará por completo”. El objetivo es que Mendizorroza entre en la élite de los estadios de LaLiga: “En esta competición hay instalaciones muy modernas como San Mamés o el Wanda Metropolitano, y van a llegar más en poco tiempo. Si no tenemos eso no pasaremos de ser un equipo mediocre”. El presupuesto de la obra es de 55 millones de euros. El grupo Baskonia aporta el 60% (33 millones), y el 40% restante se lo reparten las instituciones vascas: Gobierno (siete millones), Diputación Foral de Álava (otros siete) y Ayuntamiento de Vitoria (ocho millones).
En el horizonte está también la reforma de la ciudad deportiva de Ibaia, donde entrena el primer equipo alavesista y donde se forma el grueso de su cantera. Martín Aguirregabiria es el único miembro de la actual primera plantilla que se ha formado en el seno del club: “Tanto nosotros como los equipos de nuestro entorno trabajamos muy bien la cantera desde hace años. Aquí ha pasado tiempo hasta que alguien se ha asentado en el equipo, pero yo veo un gran trabajo diario y se están dando pasos para fomentarlo”.
Dotar al club de herramientas para la formación también es esencial. Sergio Fernández, el director deportivo: “Intentamos dar estabilidad, y eso también es realizar menos incorporaciones y menos ventas cada año, y empezar a nutrirnos de la cantera. Tiene que ser un pilar fundamental para tener más aspiraciones”. Este año solo han gastado 10 millones de euros en traer a 10 jugadores, prácticamente la mitad de los que firmaron la temporada pasada.
Hace un año el equipo rondaba el descenso y el sueño de la permanencia se complicaba. La llegada de Abelardo lo cambió todo: una remontada histórica y un lavado de cara que ha hecho que en toda la primera vuelta de la 2018/19 el Alavés no haya perdido un solo partido en Mendizorroza, que vive en una fiesta constante y en comunión total con sus jugadores. Manu García, vitoriano, alavesista desde pequeño (aunque no canterano; se formó en la Real Sociedad) y hoy capitán del Alavés, no esconde su satisfacción pero pone prudencia: “Las cosas están saliendo muy bien, sentimos que podemos competir con cualquiera. Pero por lo vivido el año pasado somos el más fiel reflejo de que LaLiga es muy larga. Ahora vamos bien pero pueden venir épocas malas: hay que seguir trabajando”.
Sea cual sea el destino del club, su historia reciente demuestra que la afición seguirá a su lado. Sergio Fernández destaca un aspecto diferencial de la grada: “Tienen un eslogan: ‘Cuando gano, lloro de emoción; y cuando pierdo, canto’. Viven cada instante conscientes de lo que tienen sin olvidar de dónde vienen y dónde quieren ir. Eso forma parte de los valores de esta ciudad, del comportamiento diario de los vitorianos”. La afición alavesista es sufridora, animosa como pocas, fiel hasta en los peores momentos y con buena memoria, para elevar a mitos a sus ídolos y para disfrutar de los buenos momentos cuando llegan. Juan Mari López de Lacalle, secretario de la peña Tribuneros Albiazules y alavesista desde hace más de 40 años, encarna esa filosofía: “Sabemos encajar muy bien los golpes. Cuando jugamos la final de la UEFA en 2001 [hasta hoy, el gran hito deportivo del Alavés] yo dije que vendrían épocas de vacas flacas. ¡No esperaba tanto tiempo de vacas flacas! Pero pienso que las vacas gordas van a llegar pronto”. La afición confía en Querejeta. Ya le han visto trabajar durante más de 30 años. Alcanzó la presidencia del Baskonia en 1988. Y, aunque los títulos no empezaron a llegar hasta seis años después, hoy Vitoria presume de tener a uno de los grandes de Europa en baloncesto, un equipo que siempre quiere aspirar a todo. Esa es la filosofía del presidente del Grupo Baskonia: “Yo no entiendo el deporte si no compito. Yo me siento cómodo cuando mis equipos compiten y ganan. Y para eso hacen falta recursos”.
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