Plebiscito al Madrid

Solari llama a la unidad con la afición para afrontar el duelo ante el Rayo, penúltimo de LaLiga, y se muestra reacio a hablar sobre los casos de Isco y Keylor y la ausencia de partes médicos

Jugadores del Real Madrid durante el entrenamiento.Emilio Naranjo (EFE)

Tan convulsa es la situación del Real Madrid que Santiago Solari, su técnico, demandó de forma machacona "unidad" y "unidad". Todo con el Rayo Vallecano, penúltimo en LaLiga, a la vista (sábado, 18.30, beINLaliga). El duelo del pasado miércoles con el CSKA, en principio un partido sin hueso, resulta que ha dejado varios frentes abiertos. El primero, el encontronazo de Isco con la afición, a la que recriminó su protesta por una jugada mal definida por el malagueño. El andaluz se encaró con la grada....

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Tan convulsa es la situación del Real Madrid que Santiago Solari, su técnico, demandó de forma machacona "unidad" y "unidad". Todo con el Rayo Vallecano, penúltimo en LaLiga, a la vista (sábado, 18.30, beINLaliga). El duelo del pasado miércoles con el CSKA, en principio un partido sin hueso, resulta que ha dejado varios frentes abiertos. El primero, el encontronazo de Isco con la afición, a la que recriminó su protesta por una jugada mal definida por el malagueño. El andaluz se encaró con la grada. Solari, como ya hiciera Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales, interpretó el asunto a su manera. "Lo he visto de muy lejos, he sentido, he oído... Me da la impresión de que protesta un córner, una falta, no lo sé... Comprendo vuestro trabajo [el de los periodistas] y el foco a veces está en lo anecdótico", dijo el entrenador. Solari no contestó cuando le preguntaron si había recomendado al jugador pedir perdón.

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En su intento por sofocar el caso Isco, Solari llamó a la unidad y al apoyo de la afición ante el choque con el Rayo. En cuatro de las trece preguntas de su comparecencia pública, el preparador solicitó "el apoyo" de la afición.

"¿El público del Bernabéu es excesivamente exigente o puede llegar a ser injusto?", le cuestionaron directamente. Solari no reprochó la actitud del graderío, sino que le involucró como elemento capital en los éxitos del club. "[ANTE EL CSKA]Escuché aplausos también. La afición se expresa y eso es válido y respetable. El equipo busca siempre el apoyo y lo necesitamos. A lo largo de estos 115 años de historia del Real Madrid todo se consiguió a través de la unidad. Esperemos que nos ayuden y empujen", replicó el técnico. Y añadió: "Se lo digo con ternura, estar instalados en la hipérbole constante es un poco cursi también. El fútbol tiene picos y mesetas, esa es su historia".

De momento, al menos en público, el apagón de Isco, en septiembre bandera del proyecto de Julen Lopetegui, y actualmente suplente para Solari, es un tema vetado. El jugador, por el momento, se mantiene en silencio, y su entrenador esquiva una y otra vez el aluvión de preguntas. Se limita a argumentar lo complejo que resulta escoger a once titulares en una plantilla como la blanca. "Es un hombre maduro, un profesional que ha dado un montón de alegrías y estamos seguros de que se las seguirá dando. Todos trabajan al máximo. La labor más ingrata es elegir a los once y los que van al banquillo. Es una labor complicada, pero no hay matemática, siempre alguno se tiene que quedar fuera", expresó.

Lo mismo expuso cuando le interrogaron sobre la suplencia de Keylor Navas frente al CSKA, un partido en el que el técnico dio carrete a muchos suplentes. Hombre clave en la consecución de las últimas tres Champions League consecutivas, Solari decidió relegar al costarricense también en la Copa de Europa. "Tiene todo mi respeto y admiración como futbolista y hombre", sostuvo Solari. El miércoles, tras la derrota con los rusos, el argentino dejó plantado a un periodista televisivo que le interpeló en directo sobre la situación del guardameta tico.

Solari no solo optó por no concretar las situaciones de Isco o Keylor Navas. Tampoco abordó el silencio del club respecto a los lesionados. Durante toda la semana, el Real Madrid nada dijo sobre la evolución de Reguilón y Kroos. Tampoco hubo partes médicos sobre las constantes dolencias de Bale, de lo más visibles frente al CSKA, cuando incluso llegó a desentenderse de juego mientras probaba su estado físico durante varios minutos. "Llama al médico", le dijo Solari entre risas a un responsable de prensa del Madrid cuando le sacaron el tema: "No lo sé, no estoy al tanto", zanjó el preparador, que dijo no saber si podrá contar con Bale: "Veremos... Es una cuestión de descanso porque es un tobillo. Lo hablaremos con él y con los médicos y ponderaremos".

Decidido a regatear todos los focos de atención, Solari puso todo el empeño en reclamar la unidad de todo el madridismo. "El partido con el Rayo va a requerir toda nuestra energía y el apoyo de la afición". En su fuero interno, el equipo se sabe ante un plebiscito, con o sin Isco.

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